19- Occlumancia

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Fueron dos semanas en las que Nicholas intentó ignorar lo más que pudo a su madre, que intentaba lograr una relación con el cada vez que lo veía, y Snape, que cojeaba por la casa, jugando con los mellizos, pasando tiempo con Iris, o simplemente haciendo pociones. Al final, Iris le había regalado un bastón, que Severus había usado a regadiñetes, sabiendo que lo necesitaba. No podía mantenerse en pie sin ayuda. Nicholas había mirado todo esto desde lejos, sin querer acercarse. Sabía que Iris se sentía triste por la lejanía de su hijo, pero de todas maneras no podía acercarse a ellos. Lo único que quería era volver a su verdadera casa, a Hogwarts.

Ya era casi de noche, podía ver las estrellas apareciendo en el cielo. Tomó su equipaje, contento de que por fin volvería a Hogwarts. Miró el calendario que había hecho en su habitación, era primero de Octubre. Había pasado mucho tiempo sin ver a sus amigos, casi un mes. Extrañaba a Zachary, extrañaba a Dumbledore, extrañaba el Quidditch... extrañaba Hogwarts.

Snape también volvería a Hogwarts ese día. Según él no podía aguantar que Remus Lupin siguiera reemplazándolo.

A Nicholas le ponía nervioso viajar con el profesor Snape, pero de todas maneras, estaba muy emocionado. Volver a Hogwarts era lo que más había esperado en todo ese tiempo.

Tocaron su puerta y su madre entró, jugando con sus manos, como siempre que estaba nerviosa. Nicholas recordaba una vez, cuando era niño, que la había visto así, cuando una asistente social había ido a ver si Nicholas vivía lo suficientemente bien para seguir viviendo con ella.

-¿Estás listo?-preguntó, mirando la habitación.

El chico asintió, rascándose la cabeza, incómodo-¿y el profesor Snape?

-También... está esperándote en la puerta.

Nicholas asintió, tomó su equipaje y comenzó a caminar pasado su madre, pero se detuvo al sentir su mano en su hombro. La miró y vio que ella tenía lágrimas en los ojos.

-Espero... que lo pienses. Eso de... darnos una nueva... oportunidad. Te extraño.

Bajó la vista, mirando el suelo, y susurró:

-Lo pensaré.

-Cuando decía que... teníamos todo lo que siempre habíamos querido... me refería a que... esto es todo lo que siempre quise darte. Una familia. Y siento no habértelo dado antes. Sé que lo necesitaste, Nick. Pero... creo que no es tarde.

Asintió, sin mirar a su madre. No quería llorar, pero sabía que si veía las lágrimas que estaban cayendo por las mejillas de la mujer, comenzaría a llorar también. Tomó su equipaje y siguió caminando, sin mirar atrás.

Cuando llegó a la entrada se encontró con el profesor Snape mirando hacia afuera, como desconectado. Hizo sonar la garganta, y el hombre sacudió ligeramente la cabeza y lo miró, sin expresión en su rostro.

-¿Estás listo?-preguntó Snape.

Nicholas asintió, mirando el suelo. Se sentía tan incómodo, después de todo lo que había pasado.

-El profesor Dumbledore quiere que lo vayamos a ver antes de reanudar nuestras actividades. Estoy seguro... que tienes cosas más importantes que hacer... pero es una orden de tu director.

Nicholas levantó la vista, molesto-no tengo cosas más importantes que hacer.

-Bien, entonces no hay nada que discutir, para mi placer. Toma mi brazo, apareceremos frente a Hogwarts.

Estiró la mano, tomando su equipaje fuertemente con la otra, y tomó el brazo de su profesor de pociones. Al minuto sintió ese movimiento debajo de su obligo, como que lo estuvieran forzando rápidamente por un lugar muy pequeño, y en menos de dos segundos, ya se encontraba frente al gran castillo de Hogwarts.

Nicholas Riggs y la Orden del FénixМесто, где живут истории. Откройте их для себя