Cadenas.

Prólogo.

He Tian y Mo estaban experimento un amor bastante complejo, en un país homofóbico, en un entorno turbio en el que si mostraba aunque fuera una leve muestra de cariño a tu compañero, era desacreditado, criticado y juzgado. Mo vivía con dudas, miedo, incertidumbre y la suma de que tenía problemas económicos, familiares y escolares, aún así mantenía una relación oculta con su compañero pelinegro, el cual siempre dejaba en claro que lo quería para el, que no importaba si debían esconderse daría lo mejor de si mismo para llenarlo de besos, cariño, compresión y quién sabe de uno que otro regalo costoso el cual Momo podía ocultar en cualquier lugar para no dar explicaciones a tan exuberante regalos, era complicado pero valía la pena sentir caricias cálidas, besos húmedos también disfrutaba de las escapadas a lugares que el chico malhumorado nunca había visto, a veces se perdían por un fin de semana entero juntos a sus amigos Jian Yi y Xixi lo cuales también mantenían una relación como la de ellos, viajes a Japón con excusas de que eran investigaciones escolares, pijamada que terminaban en risas y besos en cada zona de cuerpo, encuentros en el bosque para practicar que terminaban en ellos cuatros abrazados con sus respectivas parejas y mirando el atardecer.

Aún así, ningún secreto es para siempre, los adultos con crianza estricta y padres de los adolescente, descubrieron en el amorío, muchos apoyaron a sus retoños, como otros se vieron obligados atormentar a sus hijos con reglas de restricción, cambio de escuela o imposiciones de mujeres que no querían. En ese caso los afectados fueron Zhang Zhen Xi y He Tian, lo cuales se vieron envueltos en situaciones que afectaban su relación, llegando a extremos en dónde lastimosamente se alejaron, se cambiaron de escuela y cada uno de ellos tomó su rumbo.

En la actualidad Mo era un aspirante a policía, su padre estaba fuera de la cárcel, su madre estaba más tranquila y no habían tantos problemas económicos, aún así el semblante del chico era diferente, era más malhumorado, mucho más callado y pasaba desapercibido como nunca antes, sus amigos volvieron a ser She Li y BuzzCut que así como el alguna vez estuvo, tenían una relación de máximo secreto, ya sea por fama de la serpiente o por Cutt que confesó que era hijo de ministro de defensa, y no debía defraudarlo.

Caminaba en silencio a su casa, miraba al frente mientras escuchaba música, Hello de Beyoncé , le traía muchos recuerdos, mientras se concentraba en la letra ante el aparecía un pelinegro más alto, con ropajes en tonos oscuros y una mirada muy seria.

Mo al verlo lejos de huir lo enfrentó con la mirada neutral, mientras quitaba sus audífonos, tuvo la iniciativa de hablar.

—Vaya si se trata del gran He Tian, ¿Qué hace la realeza, con la gentuza? ¿Se rompió el carruaje?— Argumentó con sequedad, mirando directo aquellos ojos.

—Mo.. No tienes que decir eso, no soy un rey ni nada de eso. No hables de ese modo, podemos conversar con tranquilidad por primera vez en la vida. — Expresó con cansancio y arreglando su cabello hacía atrás el cual estaba algo largo.

—Claro, pero en este momento quiero llegar a casa, y la verdad tu presencia no es mi agrado, cuando tenga tiempo en su agenda de mafioso, tal vez, pero hoy no puedo. — Pasó por un lado de el mientras sujetaba su pecho con algo de fuerza, sentía que si corazón estaba a punto de quebrarse.

He Tian estaba muy cambiado en su aspecto físico, se miraba más pálido, su cabello estaba largo hasta la nuca, se miraba delgado y la edad no era excusa, Tian solo era un año mayor que el, contaba con 19, solo las personas adictas al alcohol o Drogas se miraban así tambien personas con problema de depresion, pero sin importar aquello, para Mo seguía siendo aquel chico que le había robado suspiros.

—Deja el cigarro o lo que seas que estés consumiendo por favor, te ves muy mal, piensa en tu salud. — Detuvo un momento su caminata, para luego seguir a paso lento mientras retenía las lágrimas de tristeza.