II-Una sonrisa amable.

319 41 20
                                    

Apenas salir de la universidad puede ver el coche negro que había elegido con Claude esperándole aparcado junto a la acera.
Se le revuelven las entrañas con emoción, y acomodándose el bolso sobre el hombro, camina en dirección al vehículo en un animado ritmo.
Siente una mano en su hombro y se gira en tal dirección apartándose rápidamente y retrocediendo dos pasos como si el toque de aquella persona de pronto fuese hiriente.

-¡Hola! Ciel, que bueno poder alcanzarte.- El albino luce animado y feliz y el solo se encoje de hombros mirándole con cierta impaciencia.

-Hola, Charles...

-Dime Grey, por favor.- Dijo con una enorme sonrisa el sujeto más alto. Ciel solo asintió con la cabeza. -Quería saber si estabas ocupado el viernes. Unos amigos y yo queremos hacer una reunión ligera. Y hay algunas personas bastante interesadas en conocerte. Quiero que vengas con nosotros.- Le es imposible ocultar su perplejidad. Abre ligeramente la boca, vuelve a cerrarla y toma con fuerza la tira de su bolso entre su puño.
Alza su mirada a Grey, algo confuso, extrañado.

-¿Por qué?- El albino luce confundido ante aquella pregunta. -Jamás me habían prestado atención más que cuando debíamos realizar un proyecto. Y ahora tan repentinamente...- Grey suelta una risita pasándose las manos por el cabello en gesto nervioso.

-Verás. No sabíamos si te agradábamos. La verdad estamos algo confundidos al respecto. Siempre estás sólo, te vas por ahí sin levantar la cabeza. Das la sensación de odiarnos. Muchas personas han estado interesadas en conocerte, pero eres tan callado que no sabíamos cómo llegar a ti.- No puede evitar sonrojarse ligeramente ante aquella declaración y vuelve la mirada al suelo avergonzado. -Además...- Levanta la cabeza al albino que le mira con una pequeña sonrisa y un gesto apenado. -Eres muy lindo.

-Ciel. ¿Por qué no vienes ya al coche?- Siente el pecho de Claude chocar contra su espalda y se estremece ante ese tono claramente disgustado.
Se encoge ligeramente pegándose más contra su pecho mirando con vergüenza al albino. -¿Quién es el?- El tono de Claude es tan duro que no evita sentirse ligeramente intimidado.
Grey frunce el ceño y mira a Ciel con una mueca claramente compasiva.

-Tenemos algunas clases juntos. Es todo.- Se gira en dirección a su pareja dedicándole una mirada de súplica a que se fuesen ya. -Gracias por tu oferta. Realmente lo agradezco, pero tengo muchas cosas que hacer. Gracias por pensar en mi.- Grey asiente con la cabeza, la mueca del albino deja en evidencia que no le agrada en absoluto la presencia de aquel de ojos dorados y viceversa.
Ciel observa a Claude con ojos vidriosos y apenados, y pega en brinco perplejo cuando este le atrae por la cintura pegando sus cuerpos con cierta fuerza. La boca de Claude le busca y se funde contra la suya de forma ruda. Jadea cuando Claude le introduce la lengua en la boca arrancándole algunos quejidos. Posa las manos en sus hombros, frunciendo el ceño y se aparta con disconformidad y de forma brusca. -Ya, para.- humillado, no se siente capaz de volver su mirada a Grey. Se aparta de entre los brazos de Claude dirigiéndose agachado al vehículo y sube en silencio esperando a su pareja.
Cuando Claude sube junto a él, mira a través del espejo retrovisor como Charles Grey se aleja antes de dirigir una mirada a sus espaldas y continuar con la mirada baja. -¡¿Por qué has hecho eso?!- Mira con el ceño fruncido a Claude e inmediatamente se arrepiente de haber alzado la voz.
Claude le mira tan fríamente que el cuerpo entero se le congela. Jadea retrocediendo con fuerza cuando una de las grandes manos del de ojos dorados le toma la cara con fuerza, y al intentar alejarse de pronto se golpea la cabeza contra la ventanilla.
Le salta el corazón en el pecho, con pánico.
Claude está inclinado contra él, le mira a los ojos con tanta dureza que le penetra el alma. El agarre en su rostro duele, pero evita soltar algún quejido o decir algo que pueda disgustar aún más al mayor.
Se le aprieta el pecho, le duele el estómago, no es la primera vez que le toma con tanta brusquedad para llamar su atención, y por alguna razón siente que está mal, pero no puede evitarlo. -Me haces daño...- Suelta en un bajo quejido, con voz suave y calma, aunque muy dentro un ardiente temor comenzaba a desquebrajar su corazón.
Le dolía el pecho por temer al amor de su vida, se sentía culpable de haberlo disgustado y haber provocado aquella situación. Era su culpa. En primer lugar, no debió corresponder a Charles Grey y solo debió dirigirse a su pareja.
¿Por qué era siempre tan estúpido si sabía las cosas que a Claude le disgustaban?

Reflejo<Sebasciel.Where stories live. Discover now