𝐀𝐍𝐗𝐈𝐄𝐓𝐘 ✗ hhjn + ygjn

diecisiete

El amor no son aquellas mariposas destrozandote el estómago, no son fuegos artificiales, no son los cuentos de hadas, no es Romeo y Julieta.
El amor es reírse a carcajadas, poder llorar sin sentir vergüenza, son las llamadas a las tantas horas de madrugada para poder calmar la angustia, es poder ser tú mismo sin tener que disimular, es ese abrazo que te hace sentir seguro, esa mirada que no necesita llenarse con palabras.
El amor no es morirse por nadie, ni que se mueran por ti, significa saber sin ningún tipo de duda que en cualquier momento, a cualquier hora, en cualquier circunstancia, puedes contar con alguien. Y a Jeongin en eso le iba demasiado bien.

Su sonrisa había vuelto después de tanto, sus ojos se iluminaban cada vez que veía a Hyunjin o con tan sólo escucharlo hablar por teléfono, todas esas pequeñas cosas le llenaban el corazón. Me encantaba ver a Jeongin feliz, que no se sienta ahogado en un mar de recuerdos, que no esté sufriendo por no tener a su madre a su lado.

Estaba parado en medio de la calle, algo perdido, Hyunjin hoy no podría venir a la escuela y no tengo idea de porqué. ¡Él es el que sabe todo aquí! Me voy a perder en esta enorme ciudad, era como uno de esos supermercados súper gigantes que te perdías cuando apenas ponías un pie en la puerta de entrada.
Suspiré y abulté mis labios en un puchero. Acomodé mi cabello, para luego cruzar la calle, yendo directamente al autoservicio que estaba al otro lado de la escuela, tenía mucha hambre.

Las puertas grises se abrieron, dejando ver a un chico de cabello grises, con la vista pegada a unas hojas de papel, entró al local poniéndose justo a mi lado, tragué saliva duro. Dios, era él, Changbin. Aquel chico había despertado algo en mí desde la primera vez que se presentó como nuestro profesor en la escuela, y quizás me haya estado con él muchas veces, me ponía muy avergonzado cuando se acercaba a mí. Y últimamente hemos pasado mucho tiempo juntos, somos muy "amigos", de vez en cuando salimos y siempre intento vestirme lo más lindo posible para causar buena impresión en él.
Comencé a inquietarme, mis pies jugaban ansiosos y mis manos también, el joven levantó la vista, mirándome de reojo. Me mordí los labios nervioso, su mirada me estaba atravesando cual daga en el corazón.

━ Hola Yongbok. ━ me saludó con alegría ━ ¿Vas a comprar un paquete de papitas? ─ asentí con vergüenza, mirando la comida en mis manos, creo que mi cara estaba roja. ━ ¡Genial! Yo también pequeño. ━ acarició mi melena y una emoción recorrió todo mi cuerpo cuando lo hizo, no pude evitar sonreír.

Estábamos nosotros dos solos dentro del lugar, agregando también al único empleado de allí, lo que me hacía ponerme un tanto nervioso, aunque realmente me gustaba estar a solas con Changbin.
Revisé lo que tenía que pagar, indicando que el dinero no me alcanzaba. Perfecto.

━ Um... Disculpe, no llevaré nada, no tengo el dinero suficiente. ━ dije amable, dejando las papas donde las había encontrado.

Agradecí haciendo una reverencia, y me fui del local con vergüenza ajena.
Solté un suspiro irritado, hoy todo me había salido mal.
Me senté en el cordón de la calle colocando mi mentón sobre mis manos bufando enojado.
No habían pasado menos de cinco minutos, y de pronto siento como alguien me toca el hombro. Evidentemente, era mi profesor extendiéndome la bolsa de papas que no pude comprar.

━ Te vi bastante hambriento pequeño, así que te las compré. ━ sonrió.

Se las arrebaté de las manos, y comencé a comer como si estuviera muerto de hambre, bah, que digo, si en realidad me sentía así, no como hace mucho tiempo.

━ Es hora de entrar a la escuela, ahora no hay nadie, podemos entrar juntos si gustas. ━ no me pude negar.

Caminamos juntos por los pasillos para poder llegar al salón donde tendría mi primera clase, pero sentía que alguien me seguía por atrás, miré por el rabillo de mi ojo, Changbin me estaba observando fijamente, giré para verlo, pero bajo su vista rápidamente.