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—¿Muñecón? —habló incrédula observando que el muchacho estaba cocinando.

—Hice la cena, como las gemas no están, podemos cenar juntos —ella se dirigió a la puerta y acomodó su vestido —ridículamente— caro.

—Lo siento, tengo una cena con Kev——él la tomó de la mano.

—Spinel, ¿vas a dejar tu muñequito favorito solo en esta hermosa velada? —ella parpadeó y sonrió con dulzura. Sacó su teléfono y le mandó un mensaje a su “novio” sobre que no podrá ir.

—Está bien, me quedo —se dirigió a la mesa y se sentó en una de las sillas. —¿Qué hay para comer? —él cortó un pastel de espinaca y lo sirvió en dos platos, para extenderlo a la muchacha. —Rico —cortó un pedazo y lo mordió, formando una sonrisa —qué rico.

—Gracias —él bajó la mirada y tragó saliva —Spinel...

—¿Sí?

—Entiendo que gustes de él, es posible que solo te atraiga, pero... ¿Por qué lo amas? No hay razón para amarlo, es cruel, es arrogante y un cretino... —la tomó de la mano —... Me gustaría que no salieras con él.

—Pero Steven——

—Pero... ¿Sabes qué? No quiero que estés con él, ¡pero igualmente lo acepto! Porque primero vas tú y luego mis caprichos... —forzó una sonrisa —... Perdón si te molesté, Spinel, pero me gustaría... Que seas feliz con él —ella sonrió y estiró sus brazos, abrazándolo.

—¡Oh, Steven! —exclamó —eres un amor —estiró su cuello y besó sus mejillas —amo que seas así de respetuoso —él agrandó su sonrisa, iba a usar psicología inversa para que ella prefiera el deseo de él.

—Lo sé, todo por ti —besó la frente de ella.

—Me alegra que aceptes mi relación con Kevin —él abrió los ojos como platos.

—¿Relación? —se zafó del agarre ajeno, ella le sonrió.

—Claro, siento que somos algo.

Conquistando A Mamá | StevnelWhere stories live. Discover now