6:00 pm

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Terminamos de limpiar y ordenas los estantes, la verdad, fue más cansado y difícil de lo que pensaba, decidimos descansar un rato. Mi abuela se sentó en su sofá rojo con estampados dorados, yo me senté en el suelo con las piernas cruzadas, me coloqué frente a ella y saqué mi teléfono celular de mi bolsillo delantero, comencé a revisar mis mensajes, cuando Abuela An me dijo:

- Ustedes y sus electrónicos, en mis tiempos hacíamos juguetes de madera y contábamos historias o cuentos para entretenernos.

Me molestó un poco su comentario ya que no me agrada mucho que digamos el que me comparen con los de "sus tiempos" ya que somos diferentes generaciones es decir diferentes costumbres y crecimos de formas muy diferentes por lo que no puedes compararnos. Pero es mi abuela y no puedo faltar el respeto, de todos modos no falto el respeto a nadie, por lo que tratando de no sonar muy insolente le dije:

- Bien, Abuela.. Cuéntame una historia, pero no quiero una historia de niños ni nada fantasioso, quiero algo real, algo actual, algo para "mis tiempos", algo que creas que puede llegar a gustarme.

La vi pensar por un rato hasta que pareció encontrar una buena idea.

- Bien, ponte cómodo, tal vez no te guste esta historia pero es una anécdota antigua, es algo que como tu abuela pienso que puede llegar a gustarte.   

Levanté las cejas y me acomodé. Se aclaró la garganta y empezó.

- Aquí en Tokio, Japón, Seis de la tarde, Hay un suceso interesante el cual atrae la atención de viajeros, visitantes y aventureros en busca de algo especial y sentimental, Eso ha hecho que esta hora sea Mejor conocida como la hora melódica o hora melodiosa.

Aunque me constara admitirlo, esa historia y la manera en la que Abuela An la contaba estaban logrando intrigarme, así que le pregunté:

- ¿Qué?, ¿Qué es ese suceso que los intriga para tener que venir hasta acá?, ¿Porqué se llamo la hora melódica?.

- Bueno, si tanto quieres saber supongo que hoy posiblemente tendrás la oportunidad de descubrirlo por ti mismo.

- ¿Y Cómo voy a descubrirlo?, digo, ni siquiera se que tengo que descubrir.

Lanzó una pequeña risa y dijo con una voz baja y dulce:

- Espéralo y lo encontrarás, ¿Recuerdas que te dije que sucedía a las 6 de la noche no?, bueno, tal vez te gustaría ver por la ventana un poco.

Volteé la mirada un poco hacia la ventana que tenia las cortinas abiertas y alcancé a notar como el sol de el atardecer se iba ocultando poco a poco. Así que pensé "Claro, sólo tengo que esperar a que suene la campana de las seis", Aún me quedaba una última duda..

- Oye Abuela An, ¿La "Hora melódica" es de todos los días?

- No, es suertudo aquel que es capaz de presenciarla. 

Hubo un momento de silencio cuando entró mamá a la casa, entró con una gran caja de cartón. La bajó al piso, dio un suspiro y nos dijo:

- Oigan miren, es una caja llena de helados!, nos los comeremos luego de cenar, les parece bien?.

- Umm... Si está bien, supongo, pero.. no estamos en época de frío?.

- Bueno, si pero leí en una revista que si comes algo frío en épocas de frío eso ayudará a que tu cuerpo y sistemas se acoplen al ambiente.

No quise contradecirla aunque fuera algo sin sentido para mi. Sonó la campana de el reloj de pared de mi Abuela An, pensé que era el que anunciaba las 6 pm pero en realidad no fue así, según me dijo mi madre cuando veníamos de camino a Japón ese era el reloj que anunciaba la hora de adoración, esta es una hora en la que oras a los dioses por la suerte, el amor y cosas es básicamente una oración para agradecer.


IN THE OTHER SIDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora