Capítulo 1

16 1 0
                                    

La brisa del aire sobre mi cara, es uno de los pocos momentos de satisfacción para mi, sentada en aquel pequeño puente con el agua de aquel lago tocando mis pies, una paz breve que solo puedo disfrutar un momento. Pero siempre viene a mi memoria aquel amor que me juraste y del que por un momento intenté creer fácilmente y al final solo se convirtió en traición.

Aunque nuestro final es triste y sufrimos, no me siento una víctima de las circunstancias y mucho menos una inocente, yo también te engañe y juge contigo, ya no me duele como en aquel entonces, pero tampoco siento culpa de lo que te hice, realmente, solo por un momento quise saber lo que era el amor, pero se terminó convirtiendo en mi pero error.

-Dane ¿Qué tienes?- me preguntaron.

-Nada Mileya, realmente solo estaba pensando, me encontraba en la luna- respondí.

-¿Tú? ¿Dime cuando no has vivido en la luna?- El sarcasmo de mi mejor amiga es más que evidente, mi respuesta solo es rodar los ojos e ignorarla, para volver a dirigir mi mirada y admirar el paisaje.

-¡No te enojes! Ya deja de estar aquí, hay que irnos que se nos va a hacer tarde para el tren- me reprocho, jalándome un poco de la ropa

- La verdad es que me estoy arrepintiendo de esta decisión que tomamos, ¿Qué pasa si algo sale mal? ¿Y si vuelvo a perder todo?- le cuestione.

-¡Oh vamos! No armamos todo esto por nada, además, a diferencia de antes, ahora ya no estás sola, me tienes a mi y ahora somos parte de la misma familia real y legalmente - su respuesta segura y confiada, así como su mano extendida me dan la suficiente fuerza para poder seguir con este plan, para poder recuperar lo que alguna vez me arrebataron.

♤♡◇♧


El camino a la capital no es muy largo en tren, pero los minutos los siento como horas muy largas, solamente me queda mi mente divagando y mirando las nubes, intentando hacer que el tiempo pase más rápido de lo que espero, pero aún no estoy muy segura de todo y necesito ayuda de mi consejera, mi hermana y mejor amiga.

- Mileya, la verdad es que aun no estoy muy segura de este plan- le comente.

- !Por favor, Dane¡ Después de todo lo que paso, como casi mueres, como te quitaron a mi sobrino de tus manos y sobre todo ni siquiera te permitieron defenderte ante los jueces, sino que solo te echaron - me contesto en un tono un poco enojado, ella siempre se enojaba por mi, después de respirar hondamente y calmarse un poco me siguió diciendo - solo recordarlo hace que me hierba a mi la sangre de coraje, se que ya pasaron muchos años de esto, pero te necesito fuerte, necesito que recuperemos a mi sobrino, nos hemos preparado mucho para esto.

-¿Y si alguien me reconoce? En cuanto alguien descubra que soy yo, no voy a poder recuperar a mi hijo, lo voy a perder de nuevo - le cuestione.

- Tranquila, nadie te va a reconocer, ahora somos hermanas, cambiamos tu apariencia, tu nombre, ahora nadie te puede hacer nada y vamos a recuperar a ese niño - me tomo de las manos y me dio esta respuesta con gran confianza.

-¿Crees que el padre de mi hijo haya descubierto ya todo? Más bien, ¿Qué haré si se entera de que el niño es suyo? - volví a cuestionar un poco, pero ella se molesto un poco por mi pregunta y soltó mis manos.

- Dane te pido que ni pienses en él, ¡nunca hizo nada por ti, al contrario él fue el causante de todo esto! - Mileya al ver mi expresión se da cuenta que esta alzando un poco la voz, llamando la atención de la gente - bueno nuestra prioridad por el momento solo es él niño, cambiando de tema sirve y aprovechas que le buscas un papá nuevo.

- ¡Mileya cállate! - la reprendí,  ya que solo me hace sentir incomoda con esta clase de temas, como si le quisiera buscar un padre a mi hijo ¿Qué no ve como esta la situación? - Como si tuviera muchas ganas de buscar a alguien, a la que ya le hace falta casarse es a ti, así que no me estés presionando a mi- le respondí en broma.

Su expresión arrogante y diciéndome "no lo necesito, solo voy a disfrutar sus cuerpos"  es más que suficiente para seguir molestando a esta mujer tan arrogante.

▪︎○●□■

La llegada a la capital se hizo más rápida con nuestras bromas y juegos, el momento de empezar nuestro plan había llegado, pero la inseguridad en mi venía siendo más grande, pero todo esto sea por recuperar a mi hijo, aun si tengo que ir al mismo abismo para poder tenerlo de vuela.

Mileya Zorit es una de las mujeres más ricas de esta capital, por fortuna mi mejor amiga, una mujer caritativa con las de su mismo género, dueña de tiendas de moda y ayudando a aquellas mujeres que quieren superarse. Pero también tiene sus lados malos, en el lado oscuro de la ciudad tiene sus casinos y salones de apuestas, manejados por pocos hombres, de los cuales la jefa soy yo, si ella lo fuera ya los hubiera asesinado a todos, cobrando las deudas de aquellos hombres que no pagan y haciendo que se envicien más en los mismos juegos.

Ella a pasar de vestir un modo muy lindo y sencillo, sus gustos siguen siendo algo extravagantes y si en algo se puede notar a primera vista, es en su casa.

- ¡Por fin llegamos! Ya me estaba cansada de ese tren - Su drama y exageración pareciera que a veces no tiene límites, llama a dos de las mujeres que la asisten, para que nos ayuden a subir parte de las cosas que traemos.

-Bueno Dane, hay que prepararnos porque nuestro plan inicia esta misma noche- me dice con entusiasmo.

- Espera Mileya ¿Cómo que esta noche? Pero si justamente acabamos de llegar - le reprocho con un poco de cansancio.

- Exacto querida hermana, por eso mismo he organizado un banquete, la llegada de las hermanas Zorit no puede pasar desapercibida, empezaremos poniendo en marcha nuestro plan, así que quiero que te prepares porque vendrán tus padres y traerán a tu hijo - me responde con emoción y a mi no me queda mas que estar asombrada.

-¿Estas segura? ¿Enserió voy a ver a mi hijo?- ahora ya no solo me envuelve el asombro, sino también la ilusión.

-Si hermana, por fin lo veras, pero que no se te olvide que nadie sabe de tu existencia más que yo, así que ve a prepárate - me responde.

Por fin, por primera vez voy a ver a mi hijo, después de tantos años, después de que me lo quitaron de mis manos en cuanto nació, ¿Qué le habrán dicho de mi?. Solo de pensar todo lo que puede pasar, hace que los nervios me consuman y me sienta mal.

El tormento de EdanWhere stories live. Discover now