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—Creí que ya lo sabía, señor JungKook—escuchó la voz de aquel abogado—

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—Creí que ya lo sabía, señor JungKook—escuchó la voz de aquel abogado—. Pero sigue legítimamente casado con el señor TaeHyung.

Aquello había sido como un balde de agua fría cayendo en todo su cuerpo, dejándolo en un estado aún más sorprendido de lo que ya se encontraba con todo lo que estaba pasando en esos momentos. Parecía hasta una broma de mal gusto que después de dos años se enterara de aquella noticia.

—Pero... firmé los papeles—susurró desconcertado, recordando muy bien el día en el que todo se había acabado con TaeHyung—. Hasta me encargué de mandarlos por correo en tiempo y forma, ¿cómo es esto posible?

—Pues al parecer aquellos papeles se quedaron en el olvido de algún escritorio de la misma oficina de correos—mencionó con calma, mientras que JungKook se sentía demasiado raro de todo lo que estaba pasando—. Si no es que el mismo señor Kim ni siquiera nos los enseñó o los firmó.

Aquello último sonaba algo realmente muy improbable, ya que el primero en solicitar el divorcio había sido el mayor; se sentía frustrado, ni siquiera podía preguntarle ya que estaba en un estado de coma desde hace casi tres semanas y a pesar de que se había mantenido a su lado, tomando todas sus vacaciones anuales, se sentía un poco desesperado.

—Entonces no entiendo, ¿cómo podemos arreglar esto ahora que él está en coma? —Soltó un suspiro, leyendo su acta de matrimonio y todos los demás papeles donde ambos se hacían responsables del otro en caso de accidentes mientras estuvieran casados—. Y ni siquiera sé dónde vive o si tienes los papeles aún guardados... si llegaron... estoy muy confundido.

—Lo entendemos perfectamente, pero ahora sólo nos queda esperar aquí el señor Kim despierte y ver que vamos a hacer—se levantó al igual que JungKook, lo que indicaba que la reunión había finalizado—. Una vez que la decisión sea mutua y también dependiendo del estado de salud en el que se encuentre en esos momentos de despertar.

—Bien, una vez que despierte les informaré de esto.

Sin siquiera despedirse, salió de aquel despacho de abogados de su marido; se sentía realmente frustrado y molesto de que todo aquello estuviera pasando, parecía un rotundo y estúpido sueño del cual no podía despertarse. Se adentro a aquel auto rentado y se dirigió de nuevo a su destino en el hospital, una parte de la cual no podía negar sentía alivio al saber que aún era esposo de aquel al que entregó su corazón; pero la otra, y quizá más grande, le decía que debía acabar aquello antes de que volviera a salir herido. Y es que a pesar de todo, seguía siendo una persona frágil y con el paso de esos dos años incluso había perdido un poco de autoestima y fe en sí mismo.

Muchas veces, las personas necesitamos pasar por ciertas cosas para poder mejorar, para aceptarnos a nosotros mismos y de ese modo, poder tener un emprendimiento que nos haga brillar como la estrella más grande que se ve en el cielo. Aquella oportunidad se nos da de muchas maneras, bueno o malo debemos aprender de lo que nos pasa, las consecuencias de nuestros actos.

Granaxa ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora