「17」

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Jungkook es el caso contrario a Taehyung.

Mientras que su novio con el transcurso de los días logra sentirse de cierta forma mejor, él es todo lo contrario a eso, solo empeora; a cada hora, minuto y segundo se siente más triste que antes.

No es para menos, despertar todos los días, para él, significa abrir los ojos y enfrentar su realidad, una en la que Taehyung no despierta a su lado, una en la que su novio no lo abraza, besa o brinda cualquier toque físico, una realidad que se formó gracias a sus errores. Es algo que debe aceptar, pero simplemente no puede. No puede despertar y tener que vivir otro día más sin la persona que ama.

Es algo extremista narrarlo de esta forma, pero, ¿qué más da? Está acostumbrado a Taehyung, su reciente ausencia es algo muy raro y horrible desde su perspectiva.

Ahora yace tumbado sobre su cama, con su mirada perdida en el techo como si este fuese lo más interesante de su mundo.

Mirar sin parpadear hacia arriba sin objetivo alguno, ya es algo normal en su día a día. Esto ya puede considerarse una rutina más dentro de su existencia, todos los días, en la misma hora, se tira sobre el colchón que compartía con su pareja a pensar en todas las veces que arruinó todo y aún así el otro lo dejó pasar.

Se siente una basura en el sentido máximo de la palabra.

Cada día que transcurre sin Taehyung a su lado es una jodida tortura, se acostumbró tanto a tenerlo que nunca pensó cómo se sentiría su ausencia.

Suelta un suspiro algo ahogado y dirige su mano a encender su celular que yace a su lado, ahí está otro dolor que lo ataca todos los días: aquel hermoso fondo de pantalla que posee, el cual no es ni más ni menos que una foto de los dos junto a Yeontan. Siente un horrible dolor en su estómago al observar la imagen descrita, Taehyung se ve tan feliz en el fondo y le duele tanto pensar que quizás ya no vuelva a recibir una sonrisa así todas las mañanas.

Decide pasar de su fondo para evitar más de aquel dolor y lleva sus ojos a la fecha que marca el aparato; siete de julio. Lleva un mes sin saber sobre Taehyung.

— Jungkook. — La voz de su amigo invade de pronto sus pensamientos. — Deberías comer algo, no comes desde ayer.

Lleva la mirada desde el techo hasta el chico situado en el marco de la puerta. Simplemente responde con un fugaz movimiento de cabeza y un desganado levantamiento de hombros.

No puede evitar sentirse mal al ver el rostro lleno de preocupación de Jimin, en serio se nota a kilómetros que se encuentra demasiado asustado por su estado, y no es para menos.

Está agradecido con Jimin, fue quien se quedó todos estos días junto a él. También estaba Yoongi, que de vez en cuando lo visitaba, sin embargo, Jimin siempre permaneció a su lado.

— Debes comer... — Vuelve a hablar, ahora apoyando su cabeza contra la madera de la puerta. — Como sea, sobre la mesa hay comida. Ahora iré a tomar una ducha y espero que cuando regrese no haya nada sobre la mesa. ¿Escuchaste? — Y a Jungkook no le queda más que asentir, el otro ingresa al baño del cuarto sin estar satisfecho con la respuesta.

Bufa ciertamente molesto por la situación, pero no puede quejarse, Jimin solo está preocupado por él y lo entiende. Probablemente actuaría igual si estuviera en su situación. 

Vuelve a suspirar cansado y decide poner un pie fuera de la cama, ante esto siente que ya ha usado todas las fuerzas de su cuerpo, se siente extremadamente cansado, la tristeza lo tiene exhausto. Intentando evitar sus pensamientos, coloca su pie izquierdo fuera de su posición y lo sitúa junto al derecho.

Usa más de sus escasas fuerzas para ponerse de pie, y en cuanto lo logra siente algo palpitar dentro de su cabeza, a su vez, su visión por ciertos segundos se torna oscura y pierde el equilibrio por completo, esto lo desespera un poco.

Proponiéndose no caer, se estabiliza y pronto empieza a caminar hacia la puerta de su habitación. No obstante, antes de salir se anima a dejar ropa para Jimin sobre su cama.

 Sale del cuarto, encaminado a la cocina, el lugar de donde proviene ese aroma de tostadas y café. Una vez se encuentra el dicho sector y ubicado en una de las sillas de la cocina, empieza a comer la comida que fue preparada especialmente para él.

Mastica y traga con desgano, siente que vomitará con cada bocado que da, pero no es porque la comida está fea o algo así, todo está bien y el alimento es delicioso, el verdadero problema es él. Se está obligando a comer aún cuando tiene claro que no lo desea, el inminente deseo de vomitar es la forma en que su cuerpo contraataca a sus acciones. Lo tiene claro.

Muerde una vez más el pedazo de pan, no puede más.

Intenta meterse en su mente que lo está haciendo por su salud, Jimin, Taehyung y todas esas personas que desean que se encuentre en un estado fuerte y sano. En serio lo intenta, procura creer y grabarse en su mente esto. Sin embargo, cuando muerde nuevamente, se ve en la obligación de correr hasta el lavamanos tras sentir el vómito subir por su garganta.

No vomita por cierto miedo y todo se queda dentro de él.

Se siente un asco, nuevamente, de todas las formas posibles.

Llena de agua su boca, luego escupe todo para limpiar y quitarse de sí el asqueroso sabor del vómito. Lleva su cabeza hacia atrás y respira con rapidez, pronto las lágrimas también hacen acto de presencia y empiezan a caer hasta impactar contra su ropa.

Ya no sabe si llora por el ardor de su garganta o el dolor de todo lo que lleva viviendo desde hace un mes.

Poco a poco siente que pierde la fuerza de ambas piernas y esto lo obliga a descender lentamente hasta que termina tendido en el suelo, con las rodillas sobre el pecho, abrazándolas y llorando sobre ellas.

Solo quiere desaparecer o simplemente dormir y que al despertar todo esté solucionado junto a quien todavía llama su pareja. Pero solo desea cosas imposibles, cosas que, ahora, están muy lejos de suceder desde su punto de vista.

Llora por unos minutos más, hasta que se atreve a levantar la mirada, al final se encuentra con Yeontan el cual permanece sentado a un metro de él, mirándolo. De igual forma se queda mirando a su mascota, pero luego le silba y llama su atención con un movimiento de manos que Yeontan toma como una orden para acercarse a su humano.

— Ven aquí. — Dice, tomando al perrito una vez que este se encuentra cerca. — Ah Tannie, soy un desastre, ¿verdad? — Enuncia con tristeza, sabiendo que obviamente el animal no puede contestar. — Mírame, no sirvo para comer. No sé siquiera si te estoy cuidando bien, ¿acaso ya comiste? — Yeontan ladra. — Seguro que Taehyung te cuidaría mucho mejor que yo. — Vuelve a ladrar con cierta alegría ante el nombre de su otro humano. Jeon sonríe con tristeza. — Extrañas a Taehyung, ¿mhm? — Ahora el animal se remueve muy inquieto entre sus brazos. — Yo también lo extraño, mucho, de hecho. — Se pone de pie y deja lo deja en el suelo. — Vamos, te daré de comer.

Camina hacia uno de los muebles de la cocina y busca entre estos el alimento correspondiente a Yeontan.

En cambio, el perrito situado en el suelo observa las acciones de su humano mientras que rasca su cabeza con su patita derecha, pero pronto se pone en alerta y detiene su acción. Olfatea un poco, ladra con fuerza y corre hacia la puerta principal tras reconocer el aroma de su otro humano.

— ¿Yeontan?

Camina hacia el plato de su mascota y deposita en el un poco de comida, luego deja la caja sobre la mesa de la sala. 

Vuelve a escuchar los ladridos.

Se siente confundido.

— ¿Yeontan? ¿Qué pasa?

Y empieza a caminar hacia donde provienen los fuertes ladridos de su can.

No quiere asegurar nada, pero tiene un mal presentimiento de lo que puede pasar a continuación.

¡CONTRASEÑA INCORRECTA! © kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora