To be down to fuck | YoonJin

Capítulo 01

El sol es insoportable y le recuerda al día en que regresó a la aldea por primera vez meses atrás, pero él se siente diferente, renovado, más sabio, seguro de sí y con la mente clara, estar unos días afuera le sirvió de mucho.

Atraviesa la pradera y todo sigue igual, nada ha cambiado.

Divisa su cabaña y hace una mueca al ver cómo ha crecido la maleza alrededor, tiene trabajo qué hacer.

El pórtico luce irreconocible, la naturaleza ha ido creciendo sobre la madera.

Sube los escalones y su corazón se agita con cada crujido de éstos, tiene la sensación de que podrían quebrarse en cualquier momento.

Las ventanas siguen intactas, pero la puerta no ha tenido tanta suerte, el pomo está roto y con un leve empujón la puerta se abre.

—Mierda.

El lugar es un desastre. Hay basura en el suelo; botellas de cerveza vacías; colillas de cigarrillos; los muebles están arruinados casi por completo, su bello y cómodo sillón está hecho trizas; y hay rastros de fogatas en el suelo ¿Quién es tan estúpido para hacer fogatas en una casa de madera?

Entra a la cocina y ésta está peor; hay moho creciendo en las paredes y comida descompuesta mire donde mire.

Necesita descansar, lo único que pide es que la cama esté descendiente.

— ¡Ah!

— ¡Lo siento! —Tan pronto abre la puerta de la habitación la cierra al ver a un par de jóvenes desnudos en ésta. —Ups.

SeokJin está demasiado cansado como para reírse, pero una sonrisa se asoma en sus labios al escuchar a la pareja discutir.

— ¡Me voy! —Susurra alterada la omega.

—Espera, no te vayas —pide el alfa.

SeokJin se sienta en lo que antes fue su sillón y recuesta la cabeza en la cabecera de éste cerrando los ojos para descansar un poco, ha caminado por días. La puerta de la habitación se abre y escucha como la omega sale corriendo despavorida del lugar.

— ¡¿Qué haces aquí?! —Pregunta nervioso acomodándose la ropa frente a SeokJin.

—Hola JungKook, también me alegra verte.

—Maldita sea SeokJin, te hice una maldita pregunta —habla molesto el lobo del menor.

—Es mi maldita cabaña.

—Lo siento —susurra avergonzado.

—Descuida... —se acaricia la sien y abre los ojos —si me disculpas —continua sarcástico —, necesito dormir —se levanta y entra a la habitación. Luce mejor de lo que esperaba, excepto por algunas manchas —espero que eso no sea lo que creo que es —señala una mancha fresca sobre la cama.

—No creí volver a verte —comenta asombrado — ¿Por qué regresaste?

—Extrañaba este lugar —mira toda la habitación y termina mirando al chico tras él —aunque lo recordaba diferente ¿Es que ya no respetan nada los jóvenes de hoy?

El comentario cohíbe al chico y retrocede un poco. —Lo siento —baja la mirada —no creímos que volverías.

— ¿Creímos? —Se cruza de brazos —así que hay más de un responsable.

—Lo lamento.

— ¿Lamentar? Por supuesto que lo haces, me voy un tiempo e invaden mi propiedad y destruyen mi cabaña, tienen suerte de no haber tocado el huerto o estarían muertos. Ahora dime los nombres, los haré pagar por todo esto.