SINOPSIS:
Mila Anderson es una joven doctora que, frustrada por su vida laboral, decide salir de fiesta una noche con un objetivo en mente: divertirse. En su traducción: tener sexo con el atractivo hombre que conoció bailando.
De pronto, todo comien...
ओह! यह छवि हमारे सामग्री दिशानिर्देशों का पालन नहीं करती है। प्रकाशन जारी रखने के लिए, कृपया इसे हटा दें या कोई भिन्न छवि अपलोड करें।
𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖙𝖗𝖊𝖘: ❝𝕷𝖎𝖌𝖊𝖗𝖆𝖒𝖊𝖓𝖙𝖊 𝖊𝖒𝖇𝖆𝖗𝖆𝖟𝖆𝖉𝖆❞.
ओह! यह छवि हमारे सामग्री दिशानिर्देशों का पालन नहीं करती है। प्रकाशन जारी रखने के लिए, कृपया इसे हटा दें या कोई भिन्न छवि अपलोड करें।
#CapítuloLargo.
NUEVAMENTE UN VIERNES CAÍA como noche libre, y tal como dice el dicho, el cuerpo de Mila lo sabía... aunque de muy mala manera.
Sentada en la cafetería de la clínica, la pelirroja jugaba con una manzana que se había comprado y ni había querido probar por culpa de la acidez que cargaba desde anoche.
Vagaba por los confines de su cabeza preocupada ahora que tenía mucho en que pensar, mientras que Janeth no toleraba verla así.
―Vamos, Milú, relaja el cuerpo. Estás dañándote el estómago de los nervios que traes por ver en qué puesto estás ―le gruñó, deduciendo a la perfección que la ansiedad que la comía viva era por enfrentarse de nuevo contra la tabla de progresos del programa en el que estaban inscritas. De tan sólo mirarla se le quitaba el apetito también.
―No puedo relajarme, sí ―gimoteó en respuesta, rascándose la cabeza con frustración―. ¿Qué pasa si vuelvo a estar al medio de la tabla y me quedo así para siempre? El programa se cierra en menos de un mes y necesito estar entre los escogidos. Lo necesito.
El estrés comenzaba a comérsela viva.
―Lo estarás, ¿pero quieres calmarte por ahora? Los resultados no salen hasta la noche, y no planeo aguantarte así todo el día. Sólo mírate ―La señaló.
La pelirroja no traía un espejo consigo, pero sabía a qué se refería su amiga. Desde la mañana que tenía un aspecto desgarbado, con ojeras voluminosas, el cabello enmarañado en una cola sin forma y un insoportable malestar estomacal que no la dejaba ni respirar en paz.
Esa atención la hizo sentir mal, pues sí, se veía fea, pero con todo el derecho del mundo luego de la tormentosa noche que tuvo en la cual no pudo pegar ni un ojo de lo mal que se sentía.
