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Las gotas de lluvia caían cada vez más fuerte, el viento golpeaba en las ventanas haciendo imposible escuchar las canciones que se reproducen en la radio del auto, llevábamos ya casi tres horas conduciendo para llegar a nuestro destino: Forks.
No le encontraba lo divertido a vivir en un lugar con el nombre de un utensilio de cocina pero las circunstancias no nos dejaban muchas opciones.
Adara parloteaba sobre cómo debíamos comportarnos en cuanto llegáramos al pequeño pueblo, no entendía por que tanta insistencia en ser precavidos, eramos los únicos de nuestra especie al fin y al cabo.
- Por lo que mas quieran solo cacen animales - continuo - no queremos llamar la atención, no aquí.
Llevamos ya años con lo de huir, años sin poder vivir tranquilos en un solo lugar, Forks había llamado la atención de Eros, creía que sería la excepción esta vez.
Habíamos llegado a el bosque, solo se distinguían unas cuantas luces al fondo de este, en cuanto mas nos acercabamos más visible se hacía una casa.
- Familia, viviremos aquí - Informo Eros.
Cuando el auto se detuvo frente a lo que sería ahora nuestro hogar todos salimos del auto, el lugar era precioso.
La casa era grande, perfecta para seis personas, sustituyendo a la mayoría de paredes había cristales, se podía ver desde dentro todo el bosque, las pocas paredes de la primera planta eran de un color gris casi blanco, por suerte el lugar venía amueblado o sino las cajas llenarían las habitaciones.
- Según me informaron la casa más cercana está a unos diez kilómetros por lo que no tendremos que preocuparnos por más que por no acercarnos demasiado a ella - nos avisó Adara.
Había elegido mi habitación, era espaciosa y de color blanco, no había cama y el armario era gigante, un pequeño sofá se encontraba en una de las esquinas de la habitación y unas cuantas estanterías , un gran ventanal cubría la pared que se suponía daría al bosque.
- Es bonita - dijo Arabella.
- Realmente lo es - respondí - ¿crees que pueda poner una cama?
-No necesitas una cama Anne.
-Lo se, pero me gustaría acostarme en ella a leer y ya está .
- Bien, podemos ir hoy a Port Angeles y buscar alguna tienda de decoración - propuso - o podemos esperar al fin de semana y así podrás organizar todo, además recuerda que mañana iremos al nuevo instituto.
-Creo que sera mejor dejarlo para el fin de semana Bella - agregue.
-Bien, te dejare organizar - dijo saliendo de la habitación.
Cuando ya todo estuvo en su lugar decidí salir a explorar, quería saber que había a los alrededores de la casa.
- Voy fuera, ¿ vienes ?- le pregunte a Zachary.
-Claro, veremos que nos esconde el bosque de Forks.
Lo único que se escuchaba eran nuestras carcajadas, solíamos jugar entre nosotros cuando salíamos,la tierra húmeda y el ambiente frío no eran problema, el problema seria cuando Coraline viera nuestra ropa.
-Cora nos va a matar - comente mientras me sentaba en la copa de un árbol.
- Nos tortura y luego nos prenderá fuego - agregó con gracia el pelinegro.
- ¿Estás listo para mañana ?- pregunté.
-Sinceramente... no - respondió - nunca se está listo, llevamos años haciendo lo mismo y todavía no me acostumbro.
-Lo se, es molesto - concorde - pero no tenemos opción, no desde hace mucho.
-Quisiera que volvieran aquí, que todo siguiera igual que antes.
-Y yo Zac, y yo...
-¿Una carrera ?- preguntó.
-No podrás vencerme.
-oh, claro que si.
Nos la pasamos corriendo casi por dos horas más, Zac era el más juguetón de todos, con el que podía hacer miles de locuras y estaría dispuesto a hacer más.
-¡Por un demonio ! - exclamó Coraline - ¡¿ Que le habéis hecho a la ropa ?
-Te lo dije - susurró Zachary a mi oído.
Habíamos llegado hace mas o menos dos minutos y ya Coraline nos estaba riñendo, no era de menos teniendo en cuenta que nuestra ropa estaba cubierta de lodo.
-Esto va para largo - comente yo recostandome en su hombro.
