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Nada, llevaba cuatro días fuera y nada, no había recibido ni una sola llamada, ni un mensaje de el, nada.

Había descubierto que la tua cantante de Edward era Isabella Swan, se sintió molesta en cuanto lo supo, pero no hizo nada, ella no sabía lo que era, ni el efecto que tenía en el cobrizo.

Era el cuarto día, pasaría a casa de los Cullen después de clase con las chicas y sus hermanos, sabía que intentaban distraerla y lo estaban logrando, realmente les agradecía sus intentos para que no pensara en el estúpido de su novio.

Tomo su mochila y bajó, hoy no llovería según los informes del clima, pero sí estaría nublado, saludo a sus padres y hermanos, cogió las llaves de su motocicleta.

Su Kawasaki estaba cubierta por una lona, siempre se la ponía, la quitó y vio si tenía combustible, cuando estuvo segura de que si tenía abrió la puerta del garaje y se subió en ella.


El rugido del motor llamo la atención de los estudiantes en el estacionamiento, aparco al lado de los Cullen, el Volvo de Edward estaba allí, pero el no.

-¿Ha vuelto? - pregunto en cuanto se quitó el casco.

-Buenos días a ti también, Naismith - hablo Emmett - nosotros estamos bien, gracias por preguntar.

-Cállate, abusador de esteroides - le dijo la chica dándole un abrazo, después los saludo a todos de igual manera - entonces, ¿ ha vuelto?.

Rosalie asintió, le era extraño que no estuviera con ellos en la entrada como todas las mañanas antes de que se marchara.

-Debería esta en biología ahora - dijo Jasper abrazando a su compañera - tranquilízate.

-Estoy tranquila - respondió la rubia a la defensiva.

-No es cierto, estás ansiosa.

-Entonces ayúdame.

Y tal como lo pidió, el rubio utilizó su don en ella, pudo sentir como la tranquilidad la invadía, no sabia cuanto lo necesitaba.

-Bien - sacudió sus manos - hora de confrontar al idiota que tienen por hermano.

-Vamos juntas - se ofreció Rosalie.

No espero a que Gianne respondiera, tomo su mano y comenzó a tirarla hacia dentro del edificio, las miradas se posaron en ellas, todavía no se acostumbraban a la cercanía que tenían ambas rubias.


El salón de biología estaba casi lleno, Edward estaba al lado de Bella, Rosalie dio un apretón a su mano en cuanto noto el cambio en el semblante de la chica.

Se acercó a paso decidido a la pareja, Edward evitaba su mirada al igual que Isabella, esta última no por que le tuviera miedo, pero Rosalie la intimidaba.

-Hola - saludó sonriendo, no mostraba sus dientes, no se había dado cuenta en qué momento sus manos se cerraron en puños, sus nudillos ya estaban blancos, más de lo que ya eran, por la fuerza - estas en mi sitio, Bella.

La morena la miro, ahora si que la intimidaba, su postura recta daba una sensación de superioridad que ella no tenía, sus ojos la escudriñaban y su voz era calmada, era como si supiera que hablaba con alguien inferior.

- Yo lo siento - hablo, su voz salió en un hilo, estaba nerviosa - el Sr. Molina me ha dicho que me sentara aquí por que no estabas.

-Si - se cruzo de brazos, no quería parecer caprichosa ni nada por el estilo, pero quería arreglar unas cosas con el chico a su lado que no paraba de evitar el contacto visual - pero ahora estoy aquí.

-Gianne... - advirtió el cobrizo con voz dura - busca otro lugar.

Le había dolido, pero no lo demostraría, simplemente asintió, el chico la iba a pasar mal cuando se encontrara con ella a solas, se las cobraría muy caro, Rosalie se había marchado en cuanto ella entró al salón.

Se dio la vuelta y se sentó junto a Mike, en toda la primera hora de clase el chico no paro de mirarla, le incomodaba y no estaba de ánimo como para aguantar a cualquiera que se cruzara en su camino.


Llevaban alrededor de media hora de la segunda hora de clase, Mike seguía mirando y no paraba de escuchar los susurros y los pensamientos de todos a su alrededor, accidentalmente había copiado el don de Edward y por el remolino de emociones que llevaba en ese momento no podía concentrarse lo suficiente como para poder eliminarlo.

Estaban trabajando con células de raíz de cebolla, mejor dicho, ella estaba trabajando, el chico Newton no hacía nada.

Su cabeza comenzó a doler, los pensamientos de los demás la estaban agobiando, se levantó del asiento llamando la atención de todos, incluidos Edward e Isabella, tomó sus cosas y salió de aquel lugar, esperaba que el fuera tras de ella, pero no.

Se adentro al baño y lavo su rostro, intentó normalizar su respiración, no se había dado cuenta en qué momento esta había comenzado a acelerarse, intentó calmarse para poder dar final al don de Edward.

- Vamos Gianne - escucho la voz de Rosalie detrás de ella - cálmate, ya casi es el receso.

-¿Que le sucede ? - le pregunto a su amiga, su voz sonó ahogada - no llama, desaparece por días y cuando vuelve. ni siquiera se acerca.

-Es un idiota - Rosalie le acariciaba la espalda - no merece que estés así por el.

Su vista estaba nublada, las lágrimas saladas bajaban por sus mejillas sin parar, sus manos temblaban y su respiración seguía acelerada.

Se vio en el espejo, ella no debería estar así por nadie, limpio las lagrimas de manera rápida y volvió a lavarse la cara, Rosalie tenia razón, el no se merecía sus lagrimas.

-Vamos a la cafetería - dijo Rosalie - nos quedaremos allí hasta la hora de receso y luego nos iremos al bosque hasta la siguiente hora.

Era un buen plan, necesitaba desahogarse de todo, sus sentimientos, sus pensamientos, todo.



¹𝑾𝑯𝑶  / W.A.Y SAGA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora