Primer acto, parte tres.

330 29 7
                                    

Elsa se alejo nuevamente del grupo, incluyendo a Merida y Rapunzel esta vez. Buscaba algo y no sabia bien que en realidad, estaba esperando que el titulo de un libro o el color de alguno le llamara a atención, pero ninguno de estos lograba ese cometido, entonces iba caminado por los pasillos de la biblioteca sin rumbo, hasta que llego a uno de los grandes ventanales de forma triangular, que daba al jardín del castillo, un enorme jardín repleto de arboles, alrededor de lo que parecía ser una laguna bastante grande, habia un pequeño muelle y podía ver un barco de remo color blanco anclado al lado derecho del mismo, a lo lejos se podía ver un establo y la otra parte del castillo, dando la señal de que el palacio sin duda era inmenso.

"Es como un mundo para ellos solos" Pensó Elsa.

Sintió un pequeño tirón en su falda, haciendo que saliera de su trance dando un pequeño brinco por el susto y cuando bajo la mirada, se encontró con una pequeña niña de cabello pelirrojo, atado en dos coletas bajas, con una carita angelical, tenia los ojos grandes, azules con tintes verdes en algunas partes, mejillas rosas, repleta de pecas hasta las orejas. Vestía un vestidito de mangas cortas abombadas, color azul, cubierto con un falso corset color verde opaco y falda del mismo color que sus mangas y en su cintura tenia un moño atado hacia atrás, color verde un poco mas claro. Tenia en sus manitos un libro un tanto grande para ella y lo abrazaba a su pecho.

-Hola- Soltó con una sonrisita la pequeña.

-Hola ¿Te perdiste?- Le pregunto Elsa, pero vamos, por alguna razón sentía que la respuesta obvia era: no.

La niña nego con la cabeza y extendió la mano con la que anteriormente habia tirado de la falda de Elsa, en señal de que quería que la rubia la tomara en brazos.

-Cárgame- Pidió y a Elsa la niña le parecía tan tierna que no pudo negarse.

La tomo por debajo de los brazos y la cargo, cuando la atrajo a su pecho la niña paso su brazo libre por detrás del cuello de Elsa y la rubia paso su brazo izquierdo por debajo de la niña para que se sentara sobre el. Era una muchachita muy liviana.

-¿Cómo te llamas?- Le pregunto Elsa.

-Anna- Miro el libro que llevaba con ella.
-Yo lo traje para ti- Le sonrió traviesa.

-¿De verdad? ¡Gracias!

La niña asintió entusiasmada.

-¿Lo abres a si lo leo?- Le pregunto.

La niña soltó un pequeña risa.

-¡No se lee! Se ve.

La pequeña saco su brazo de detrás de Elsa para poder abrir el libro a un poco menos de la mitad, mientras Elsa se empezaba a balancear, casi por instinto, de un lado a otro con delicadeza.

Eran pequeños retratos, pequeñas pinturas de paisajes y de personas de la vieja época, en la nieve, en el jardín, el la entrada del castillo, incluso en la biblioteca. Parecian musas o personas de la alta sociedad Arendelleana, lo sabia pues en la biblioteca del pueblo, que por cierto, pertenecía a su familia, habia vareas de esas pinturas.

-¿Quieres ver algo?- Le susurro de forma misteriosa en la oreja la pequeña pelirroja.

-¡Claro!

La niña paso rápidamente un par de paginas del viejo almanaque, parando así en una foto en blanco y negro, que parecía vieja, pero no podía ser así porque era una fotografía de la niña que traía en brazos.

Elsa le sonrió.

-Eres tu- La niña asintió con emoción, llevando su dedo índice a su boca para morderlo. -Oye y que foto mas bonita- Volvió a mirar la foto, afinando la vista en las pequeñas letras que estaban escritas con tinta negra en la parte baja de la foto.

"Princesa Anna de Arendelle. 1825"

Sus sonrisa se fue borrando de manera lenta y dejo de balancearse de un lado a otro luego de leer eso. Sintió un escalofríos subir por su espina y atacar con fuerza su nuca, también sintió nauseas y miedo, mucho miedo.

El libro de la nada cayo al piso y al voltear su rostro noto que la niña que traía en brazos se desvaneció, como si nunca hubiera estado allí. Miro a los lados mientras se abrazaba a si misma, buscando quien sabe que.

Sintió frio y pudo ver su aliento en forma de humo salir de su boca, la temperatura estaba bajando demasiado en ese parte de la biblioteca.

Estaba dispuesta a volver con su grupo pero apenas dio un paso al frente sintió que aplasto algo, miro al piso y ahí estaba el viejo almanaque.

Mordió la uña del pulgar de su mano derecha mientras miraba aquel libro como si de algún artefacto raro se tratara. Entonces se agacho para tomarlo y volver a subir a medida de que lo volteaba. Paso unas paginas y volvió a ver la foto de la niña fantasma, sentía que se estaba volviendo loca, primero los susurros y luego aquella experiencia, todo era demasiado para su pobre ser.
Camino despacio a unos sofás color rojo vino que estaban frente a ella a no mas de unos tantos metros y se sentó para husmear más a profundidad en aquel almanaque.

Habían muchas fotos viejas de Arendelle en ese libro, no solo del castillo, habían fotos de su ciudad cuando apenas era un pueblo, de hecho, tenia que aceptar que era un lindo pueblo y le parecía un gesto bastante tierno que aun se mantuviera, no en gran medida claro esta, con un toque de la fachada de aquellos días.

Fue paginas atrás, más atrás de la fotografía que la niña le habia mostrado, solo una mas atrás y soltó el libro, como si este estuviera lleno de gusanos. Su corazón latía con fuerza, como el corazón de un animal pequeño y sus ojos se llenaron de lagrimas y pensaba que seguro estaba mas pálida de lo normal.

Volvió a tomar el libro entre sus temblorosas manos mientras y lo volteaba para confirmar que lo que vio no fue una mala pasada de su cerebro.

-No puede ser- Susurro mientras veía la fotografía de aquella niña en blanco y negro.

"Princesa Elsa de Arendelle. 1825"

-No puede ser...

Yo soy la reina [Elsanna]Where stories live. Discover now