Amor Inesperado-Iván Archivaldo-

No lo defiendas.

Después de lo que pasó Alfredo me avisó que Jorge ya se había ido. Regrese a dónde estábamos y ahí seguía mi apa.

—¿Que fue lo que pasó? ¿Ya no son novios?—pregunto mi papá.

—No apa, ya no andamos.

—¿Y eso?—volvio a preguntar.

—Pues por qué me regresé, no creí que el se regresará también—menti.

Iván me quedo viendo y nego con la cabeza.

—Bueno pero ahora ya no hay impedimento para que andén, dile que venga más seguido, ya se lo dije yo pero que también note interés de tu parte mijita—beso mi frente y después se paró para irse.

—¿Por qué no le dijiste la verdad?—hablo Iván—Deja de protegerlo Melisa.

—No quiero que le pase nada ¿Okay? Y tú no vayas a abrir la boca Iván.

—Es por tu bien—dijo enojado.

—Yo creo que hay que respetar la decisión que tomo—Hablo Alfredo.

—Bueno, tu de que lado estas pues? ¿Tu también estás del lado de ese pendejo? Tiene que pagar lo que hizo—dijo cruzándose de brazos.

—¿Podemos cambiar el tema? Por favor.

—Como quieras—dijo Iván tomando su bebida de un trago.

Estuvimos platicando mientras bebíamos, Iván seguía un poco enojado pero no le tome importancia

—Ya quita esa cara Iván—dijo Alfredo.

Iván no contesto.

—¿Que piensas hacer mañana Alfredito?—Pregunte

—Pues mañana iré con unos amigos y vamos a comprar algo de tomar ¿Quieres ir gordita?

—No tengo nada que hacer así que jalo—alfredo rio.

—Entonces mañana paso por ti a las 10 ¿Te parece?

—Esta bien pues—sonrei.—¿También vas tu Iván?

—Si, iré con una morrita—dijo viéndome.

—oh que bien—dije sin saber que contestar.

Agarre un cigarro y lo puse entre mis labios, comencé a buscar un encendedor.

—Te ayudo—dijo Iván y prendió mi cigarro.

—Gracias—le regale una sonrisa.—El Iván es bien amargado

—Y tu eres bien pendeja por defender a ese pendejo

Yo abrí la boca asombrada por lo queme dijo.

—Bueno, los dos son bien pendejos y ya, no se vayan a pelear—interrumpio Alfredo.

—¿Ustedes no piensan dormir?—diji mi hermano llegando a sentarse con nosotros.

—Vicente todavía es temprano, no andes chingando—le dije sirviendo le un vaso para pasárselo.

—Pues mañana van a venir a verte—dijo bebiendo.

—¿A si? Y quién va a venir.

—Pues el Jorge, me dijo que vendría como a medio día o algo así, al chile no le puse atención.

—Uy pues no voy a estar aquí, voy a salir con estos dos, lastima.

—Inviten pues—hablo Vicente.

—Estas invitado pues, va a estar bien chilo—dijo Alfredo.

—Oigan yo paso a retirarme por qué está princesa tiene que dormir—dije riendo.