Neko significa gato. Neko Corporation es una organización creadora de los mejores juguetes sexuales del mundo, pero una vez se vino abajo la corporación, todos creyeron acabado el martirio del nivel tan raro que estaban tomando los experimentos. Beo...
El ambiente se volvió tenso mientras SooBin analizaba con detalle al gato que colgaba del cuerpo de BeomGyu, observando su cola y sus pequeñas orejas meneándose y revolviéndose entre tanto rizo. No estaba mal, aunque para SooBin nunca nadie le ganaría a su cabello rubio y sus ojos azules, pero TaeHyun tenía toda la madera de ser un material digno para cualquier viejo verde que deseara satisfacer sus necesidades en algún prototipo de Neko Corporation.
BeomGyu bajó a TaeHyun con mucho cuidado, y aunque TaeHyun se mantenía sosteniendo la mano del mayor, se acercó sin temor al rubio frente a sus ojos, olfateando cerca de este, con su par de orejas más levantadas de lo normal, analizando el olor del rubio, aunque no, no lo reconoció. SooBin hizo lo mismo, solo que menos exagerado, meneó su cola una vez notó que TaeHyun era casi de su mismo tamaño.
—Hmm. —SooBin volteó hacía el pelinegro, que se mantenía igual que BeomGyu, esperando su primer comentario, en lo que TaeHyun admiraba la cola más esponjosa que la suya meneándose de un lado a otro. — ¿Y la comida, YeonJun? —BeomGyu aclaró su garganta, llamando la atención del rubio y de su pequeño.
— Hay toda la comida que quieras en la cocina, SooBin, pero necesitamos que nos hagas un favor.
—Favor por comida, que novedad. —Rodó los ojos el minino, recordando cómo había vivido toda su vida y se cruzó de brazos en una clara muestra de autodefensa, retrocediendo unos pasos, apegando más su cuerpo al de YeonJun. — Te advierto que ya no hago nada sexual, BeomGyu, YeonJun dijo que esas cosas están mal y me siento tranquilo entregándole mi culo solo a él, así que si es algo de eso, no. ¡YeonJun, dile! —Habló infantilmente el pequeño de ojos azules, mientras YeonJun observaba el marco de la puerta, preguntándose si era posible golpearse hasta perder la conciencia. Ojalá algún día SooBin aprendiera a hacerle caso a esa estúpida voz de tu cabeza que te dice "No digas eso, suena mal", sí, ojalá algún día.
—Eh... No es eso. SooBin, YeonJun, mejor pasen ¿Si? Ahora les explico todo.
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— ¿QUÉ?
Tanto BeomGyu, como YeonJun y TaeHyun cerraron los ojos y se encogieron cuando escucharon el fuerte grito del minino, sentado frente a ellos en el sofá individual, mientras TaeHyun estaba arrodillado a su lado, con sus manos en el brazo del sofá, admirando esas felpudas orejas rubias que meneaba el gato que ahora se inclinaba agresivamente hacia adelante.
—Déjenme ver si comprendo lo que me están diciendo. —SooBin gruñó, hasta que observó a TaeHyun demasiado cerca y soltó una maldición, levantándose del sofá para alejarse del minino. — ¡Con un demonio! ¡TaeHyun, mierda! Ya deja de olerme, puta madre.
— ¡Meooow! —Muy por el contrario de lo que BeomGyu pensaba, de imaginarse a su pequeño corriendo a sus brazos después de semejante grito, TaeHyun solo se levantó del suelo y le maulló a SooBin, captando su atención, logrando que el otro felino meneara las orejas y girara su rostro con totalidad al pequeño de rizos.
