Capítulo ;; X V

277 37 5
                                    

JungKook le pedía, no, le rogaba a TaeHyung que se fuera, que se alejara de él, le decía repetidas veces que no quería verlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

JungKook le pedía, no, le rogaba a TaeHyung que se fuera, que se alejara de él, le decía repetidas veces que no quería verlo. Más éste era más terco que cualquier otra persona queriendo algo al instante; Kim no quería dejarlo solo de nuevo y no quería que las cosas terminaran así, quería arreglarlas pronto.

— Quiero hablar, JungKookie...

— Y-yo no quiero hablar contigo, TaeHyung.

— Por favor, no me gusta verte así.

JungKook le miró a los ojos — Es la primera vez que me ves llorando.

TaeHyung negó — Es la tercera vez que te veo llorar — dio un paso a con Min — La primera vez — alzó el dedo índice — Fue cuando nos conocimos; en los caballitos de madera, ibas directo a los columpios pero te detuviste para llorar frente a ellos — dio otro paso hacia adelante — La segunda vez —alzó otro dedo — Fue cuando nosotros no llegamos al encuentro de siempre...


Eran pasada de las dos de la tarde cuando los Kim abandonaban su hogar, con maletas y sus más valiosas pertenencias, los hermanos mayores sabían que no volverían jamás, pero el menor era ignorante ante aquello, a él solamente le habían dicho que irían a un pequeño y divertido viaje.

Mamá, ¿puedo ir con Conejito?

La voz de TaeHyung resonó en los oídos de su madre.

Podrás ir cuando regresemos, TaeHyungie.

Pero, mamá... Él me está esperando ahí.

Apuntó al lugar donde se encontraba su más secreta e increíble guarida.

Un niño de no más de siete años, balanceaba sus piernas al no alcanzar el suelo, mientras secaba sus ojitos y mejillas; estaba llorando.

Los hermanos Kim sintieron pena por él, por ellos; por los momentos bonitos.

Mamá, por favor déjame ir con él, está llorando porque no estamos ahí, hoy nos va a decir su verdadero nombre.

Lo siento, cariño. Prometo dejarte hasta la hora que quieras ya que regresemos.

M-mamá, Conejito está llorando...

Cariño, vamos.

Le había dicho a su esposo.

El auto se puso en marcha, TaeHyung le gritaba a su madre, y luego le gritaba a su amigo Conejito.

¡Conejito! ¡Mamá, quiero ir con Conejito!

Su madre no musitó palabra alguna, y así, se perdieron entre las calles siguientes; TaeHyung lloró por horas, hasta quedarse dormido, los otros dos lloraron también, pero no tanto como él.

— C-conejito..."


— La tercera — apuntó al suelo después de alzar otro dedo — Es hoy, en este momento.

— ¿P-por qué me abandonaste?

— Lo siento.

— Me abandonaste, pensé que éramos amigos, pensé que todos éramos amigos — nuevas lágrimas pasaban por sus mejillas son rosadas — ¿Fue porque estaba muy chico? ¿Fue porque no tenía tanta edad como ustedes, para poder jugar videojuegos? ¡Dímelo! ¿Por qué? — TaeHyung abrazó a JungKook, mientras lágrimas también invadían sus ojos cafeces.

— Y-yo no quería dejarte, JungKookie... Mis padres fueron los que nos separaron — JungKook se aferraba, mucho más fuerte que el día del bosque, a la sudadera negra del mayor — Yo quería estar contigo para siempre. Sé que éramos muy pequeños, pero todo aquello que prometimos un día, jamás abandonó mi mente.

— ¿Por qué no regresaste?

— Porque no nos lo tenían permitido... — paró por un par de minutos, todo era un silencio sepulcral — Y tampoco tenía tu nombre, no tenía nada que me llevara a saber tu paradero.

— Si sólo hubieras regresado y fueras a nuestra guarida, me encontrarías ahí. Siempre esperé por ustedes, se me hizo costumbre el estar sentado en ese lugar, esperando a que ustedes volvieran.

— Lo siento — volvió a abrazarlo — Lo siento.

— ¿No crees que ya es tarde para perdir perdón? — JungKook lo apartó y dirigió al auto — Ya sabemos cómo somos después de tanto tiempo, TaeHyung. Creo que no hace falta el vernos más.

— JungKookie...

- Gracias por estos días, ¿okay? Fue molesto, pero me divertí.

— JungKookie...

— Ah, debemos regresar. Estarán enojados, necesito arreglar mis cosas también, quiero irme hoy a mi casa.

— JungKookie, lo siento.

— Hum...

— Por favor perdóname a mí y a mis hermanos, no queríamos dejarte.

— No importa, ya nada importa.

El rostro de JungKook no reflejaba tristeza, ni dolor, ni coraje, ni decepción; el rostro de JungKook volvió a como lo era antes de reencontrarse con TaTa, antes de llegar alado de TaeHyung.

Un rostro inexpresivo y una mente llena de pensamientos estúpidos.

Un rostro inexpresivo y una mente llena de pensamientos estúpidos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

__________

Dos actualizaciones, hum, ¡qué bien!

Espero te gusten, @vale

— 🦉🦋

Sonríe para mí ♡ taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora