ପ Capítulo 17.

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[MARATÓN 1/5]

continuación normal. C.14

(espero ustedes vayan entendiendo como va todo. aaa.)

─; 🌂 ;─

─ Vege, calma ─. Murmuró Rubius al ver que la muchacha pelinaranja se retiraba del lugar junto a las guardias. ─ No tienes que ponerte así, solo fue un apodo.

─ ¡Te llamó osito!

─ ¡Vegetta! ¡Hay cosas más importantes ahora! ─ Gruñó el alfa ante su banal consternación. Sin embargo, su gesto se ablandó rápidamente, metiendo su brazo entre los barrotes para limpiarle las mejillas al de ojos morados y así consolarlo. Era increíble que hace solo minutos estaba llorando y ahora se encontraba cabreado. ─ Pareces un bebé chillón.

Vegetta se cruzó de brazos, pero en ningún momento se apartó del tacto que su alfa le estaba proporcionando con tanto cariño. Iba a matar a esa niñita cuando saliera de allí.

─ Bien, Alexby, explícame por qué Vegetta está aquí ─. Habló Willy, ajeno a la conversación que la parejita tenía. ─ Quiero decir... Ha hecho muchas cosas, ¿Pero cuál fue la gota que derramó el vaso?

─ Verás, Willy, Vegetta...

¡Alexby! ─ El de casco soltó la porra del susto. Había olvidado que la radio seguía encendida en su inventario. ─ ¡Lolito ha confesado! ¡Vegetta es inocente!

─ No me jodas, tío...

¡Lo digo en serio! ¡Hice un interrogatorio aquí mismo, en la casa de Mangel! ─ El alfa se rascó la sien pensativo.

─ Staxx, cariño, no sueles ser el mejor persuasor...  ¿Cómo lograste que confesara?

Un gran mago nunca revela sus secretos ─. Canturreó orgulloso el omega desde el otro lado. Alexby rodó los ojos.

─ Staxx...

Ya, okay, quizás utilicé algunas técnicas nuevas. Estuve viendo una serie llamada SPAINRP o algo así, y hay buenos ejemplos sobre cómo manipular la situación y sacar información más rápido allí. Está muy buena, deberías verla.

─ Tienes demasiado tiempo libre, al parecer ─. Chistó Alexby, con una sonrisa en sus labios. Ya pronto él se ocuparía de rellenar esos espacios. ─ Bien, tráeme a los acusados a comisaría. Le comentaré al alcalde sobre lo acontecido, ¿Entendido?

¡10-4, mi pequeño titán!

─ ¿Diez qué? ─ Y la radio se apagó. ─ Ah… Ya verá cuando lleguemos a casa.

─ ¿Y bien? ─ Willy habló, después de haberse mantenido en silencio. Alexby suspiró, levantando su porra del suelo. ─ ¿Qué hizo el detenido?

─ Por lo visto, no ha hecho nada, es inocente ─. El alfa bajito sacó de una de sus mochilas su preciado comando, liberando a Vegetta.

Un alivio se plantó en el cuerpo de Alexby, alivianando así la espantosa pesadez que sentía en su pecho al verse obligado a lidiar con la situación. Era tranquilizador saber que Vegetta no era el responsable, pero, aún así, uno de sus amigos se vería envuelto en graves consecuencias por sus ilegales actos. Mangel también era culpable al ser testigo, y debía meterlo junto a Lolito en la celda hasta la mañana siguiente, cuando se realizaría el juicio. No podía permitirse perder el tiempo, debía darle las nuevas noticias al alcalde lo más rápido posible.

Muy aislado de todo el alboroto, se encontraba Fargan, quien miraba atentamente a Rubius y Vegetta, y no podía evitar sonreír con tristeza. Él deseaba tanto eso, anhelaba con cada fibra de su ser recibir al menos una caricia, una muestra de afecto, pero sabía que no lo obtendría tan fácilmente, y menos con un alfa tan recto como lo era el albino. Sabía que en el fondo lo amaba, podía notarlo en la forma en que lo miraba, suave y hasta dulce en ocasiones, y en los pequeños roces, tan ínfimos y a la vez electrizantes, que lograban erizarle la piel. Willy amaba en silencio, desde lejos, y a veces esa lejanía dolía. 

🈀۪ ; ⌜ THE EVIL OMEGAS ⌟ ⊹˚Where stories live. Discover now