Capítulo 2

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Después de dar varios pasos en dirección a su casa con la mirada y los ánimos por lo suelos, a Hoseok se le encendió una bombillita en la cabeza. Junto al cartel de alquiler, como era de esperar, había un número de telefono. Si llamaba, era bastante probable que le respondiese el chico pálido de la pastelería.

Volvió rápidamente sobre sus pasos y marcó el número, repasándolo dos veces por si se había equivocado.

-¿Sí?¿Quién es?-respondió una voz conocida después de unos segundos que a Hoseok le parecieron horas.

Era él. Recordaba a la perfección aquella voz que no sabía muy bien como describir, pero que le hacía sentir calma. Era algo así como el ronroneo de un gatito. Hoseok se recreó en haberlo encontrado por fin, y tardó en responder. Yoongi cortó la llamada tras esperar unos segundos, pues como cualquier introvertido que se precie, odiaba las conversaciones telefónicas.

Hoseok llamó una vez más, y esta vez la respuesta sonó algo más impaciente.

-Me gustaría...Estoy pensando en...

-¿Alquilar el local, quizá?

-Sí...mmm, estaba interesado en eso. ¿Podemos vernos esta tarde?

-De acuerdo-respondió Yoongi, algo reticente. Aún no había reconocido la voz de Hoseok-Nos vemos esta tarde allí.

Yoongi acababa de colgar, y Hoseok aún no sabía ni su nombre. Pero nada de eso importaba, porque le vería esa misma tarde.

......

Taehyung llegó a la estación de Busan un poco más tarde de lo que hubiera querido. Miró a su alrededor durante un buen rato, pero no encontró a Jungkook por ninguna parte. Sus ojos seguían vagando de un lado para otro cuando sintió que alguien le abrazaba por la espalda. Se sobresaltó por un momento, pero después se giró y vio que se trataba de Jungkook.

Ya le había visto antes en fotos, y no era tan diferente pero, no obstante, era mucho mejor. Taehyung hubiera jurado que le bastó mirarle a los ojos por un segundo para perderse, para acabar de enamorarse.

-Bueno, ¿a donde quieres ir?-preguntó el menor, mirándose los pies con timidez. Tae también le parecía más guapo que en las fotos, si es que tal cosa era posible, pero no se atrevió a decírselo.

-A tu casa.

-Oh. No pensé que fueras tan directo.

-No lo soy, pero tengo que dejar las maletas-aclaró Taehyung-. Además, podemos jugar a algo más tarde.

-Ya hemos jugado online muchas veces-dijo Jungkook lo que, de alguna manera, quería decir que sí que le hubiera gustado que Taehyung fuera tan directo con él como había imaginado.

-Bueno, ya que lo dices-intervino Tae-, Yoongi me dio la paga para pasar más días contigo, pero me puso una condición...

-Ah, ¿sí?

-Sí, me dijo que ni se me ocurriera volver a Daegu sin haberte besado.

-Eso me deja en un dilema, porque quiero que te quedes, pero también me muero de ganas de besarte...

Taehyung dejó caer la maleta al suelo, y utilizó ambas manos para sujetar a Jungkook por el cuello de la camisa y besarle apasionadamente. Hay muchos primeros besos desastrosos y que, sin embargo, resultan tiernos y maravillosos en el recuerdo. El primer beso de Taehyung y Jungkook fue perfecto, y no cabría calificarlo de ninguna otra manera. Ambos se sonrojaron al separar sus labios, pero enseguida perdieron la vergüenza y volvieron a besarse. La estancia en Busan ya se le estaba haciendo demasiado corta...

......

Cuando Yoongi llegó a su antigua pastelería a encontrarse con la persona que le había citado, Hoseok era la última persona a la que esperaba encontrar. Llevaba una chaqueta verde y unas deportivas llenas de colores brillantes, además de un gorro que le favorecía muchísimo.

Según lo que Tae le había contado, Hoseok era bastante famoso, y su atuendo le hacía destacar. Y lo último que quería Yoongi era llamar la atención, así que inmediatamente después de saludar al chico como si no le recordase, le preguntó si no quería entrar en el local.

-No será necesario-respondió Hobi-, ya lo he visto por dentro. Tengo una reserva para dos en un restaurante dentro de quince minutos. Podemos hablarlo mientras comemos, ¿no te parece?

Tomó de la mano a un desconcertado Yoongi, indicándole que le siguiera. Para el mayor de los dos, todo era una sorpresa. Una buena sorpresa, por mucho que se afanara en disimular su sonrisa delante de Hoseok. Dejó que sus dedos se entrelazaran con los del desconocido y le siguió hasta un lujoso restaurante.

-No tenías por qué hacer esto-dijo, tímidamente.

-No es ninguna molestia...¿Puedo saber tu nombre?-preguntó finalmente Hoseok mientras ambos tomaban asiento.

-Min Yoongi.

-Yoongi...Es un nombre realmente bonito-Hoseok se contuvo para no añadir que el propio Yoongi era bastante bonito.

Pidieron la comida, si bien Yoongi pidió lo más barato que encontró en el menú. Intuía que Hoseok insistiría en invitarle a comer, y se sentía halagado por ello, pero igualmente incómodo.

-Entonces...¿piensas alquilar el local?

-No lo sé. ¿Quieres que sea sincero contigo, Yoongi?

-Supongo.

-No estoy especialmente interesado en el local. Estoy interesado en ti. Ya sé como suena esto, porque no nos conocemos de nada, pero me causaste mucha impresión cuando te vi en la pastelería...Cuando cerraste, creí que no volvería a verte...hasta que se me ocurrió llamar.

-O sea que...¿esto es una cita o algo así?

-Si tú estás de acuerdo con que lo sea...Solo espero que no pienses que soy un psicópata o algo así. No me gustaría que pensases eso de mí.

-Bueno...-Yoongi venció su timidez por un momento ante la confesión de Hobi-. Tú tampoco has salido de mi cabeza desde esa vez que nos conocimos en la tienda, así que sí, supongo que esto si es una cita.

Después de eso, Hoseok puso la carta del menú abierta delante de ambos y le robó un beso a Yoongi. Algunos lo hubieran considerado demasiado pronto, pero ambos sentían que era el momento correcto.

Después de eso, no necesitaron tomar postre. Ni siquiera los pasteles de Yoongi eran tan dulces como aquel día. 

SWEET SUGARWhere stories live. Discover now