2

660 86 115
                                    

Midoriya sintió un pinchazo en el pecho tras escuchar el comentario de Sero, tenía entendido que desde hace tiempo su relación con Katsuki era pésima, no entendía el porqué, pero ya se había acostumbrado a su trato.

O eso era lo que el pensaba, pero extrañamente el pensar que era odiado por el rubio le bajaba los ánimos.

—¿Todo bien Midoriya? —oyó la voz de su amigo bicolor.

Dirigió su vista hacia el susodicho para después sonreír, dando a entender que todo estaba bien.

—Si. —atinó a decir.

—Midoriya, si quieres yo le doy su teléfono a Bakugo. —habló esta vez el pelirrojo. —No se porque actuó así, a estado raro desde hace rato.

—Quizá tiene diarrea. —comentó Denki.

—Diarrea explosiva. —agregó Sero.

El rubio y el pelinegro rieron por su absurdo comentario, en cambio Mina hizo una mueca de desagrado y Kirishima tan solo pudo sonreír con pena.

—Que asco con ustedes. —soltó la pelirosa comenzando a caminar en dirección a la castaña de mejillas redondas. —¿Vamos a hacer fila Uraraka?

La muchacha asintió, ambas chicas entraron al comedor dejando a la bola de chicos enmedio del pasillo.

—Em, n-no te preocupes por eso Kirishima-kun. —el nombrado llevó su vista hasta el de rizos. —Yo se lo daré a Kacchan, de todos modos tengo que ir a hablar con él para quedar de acuerdo en donde hacer lo de literatura.

—Bueno, te lo encargo. —sonrió para después palpar su hombro con una de sus manos.

El trío de muchachos siguió su camino hasta el comedor, Kirishima se fue sujetando la mano de su pareja mientras entablaba conversación con Sero.

Izuku miró el fondo del pasillo por donde Katsuki había desaparecido, sintiéndose inquieto. Apretó el aparato que tenía en su diestra sin entender el porque derrepente le salían unas inmensas ganas de ir a buscarlo, pero, ¿para que? Si llega a encontrarlo, ¿que le diría?

No comprendía que era todo esto, hace unos minutos se encontraba bien.

—Deberíamos ir a almorzar o no quedará tiempo. —sugirió Iida a la par que señalaba la puerta que daba hacia el comedor.

El mitad albino asintió.

—Vamos. —se dio media vuelta pero al ver que el peliverde no se movía se extrañó. —¿Midoriya?

El muchacho de pecas dio un brinco por el repentino llamado de su amigo.

—¿Sucede algo Todoroki-kun? —preguntó algo nervioso, guardó con rapidez el teléfono móvil en el bolsillo de su pantalón escolar.

—No. —respondió con su característica seriedad. —¿Te sientes bien? —se acercó un poco.

—S-Si, ¿porque preguntas?

Tragó saliva con nerviosismo ante la inquisidora mirada del más alto, optó por darle una sonrisa pero le salió un poco torcida.

El heterocromático suspiró.

—Por nada, vamos a comer.

Tenya e Izuku asintieron, uno estando serio de más y el otro aliviado por desviar la atención de su persona.

Se dirigieron hasta el interior del gran comedor donde fueron a hacer fila para recoger su comida, extrañamente Iida y Todoroki charlaban sobre un tema al cual Izuku no le ponía atención, estaba detrás de ellos con la mente por las nubes.

Cadenas |Dekukatsu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora