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El rubio abrió los ojos al sentir unas manos recorrer su cintura por encima de su camiseta para dormir.

¿Que mierda? Se preguntó a si mismo.

Intentó ver por entre la obscuridad de su habitación, pero debido a la escasa luz tan solo pudo divisar una silueta sobre él entre la penumbra.

Se alertó.

—¿¡Quién mierda er-?! —una mano le impidió terminar de hablar, comenzó a sentir un poco de miedo ante la presencia del extraño.

Una suave risita se escuchó, aquella persona que yacía sobre él se acercó hasta su oído para susurrarle:

—Soy yo Kacchan, no te asustes. —pronunció el extraño con diversión ante la reacción del rubio.

El maldito Deku de mierda, y todo aquel leve temor que sentía se convirtió en enojo.

Reconocería esa voz donde fuese.

Aquel molesto pecoso había regresado por la noche y, aprovechando que estaba dormido, se coló en su habitación para jugarle una broma. Sonaba raro, el Deku que conocía no llegaría a tanto.

Pero Katsuki estaba seguro que ahora sí le patearía el trasero.

Con una de sus manos quitó la del pecoso que estaba sobre su boca, se sentía indignado por la acción de Midoriya.

—Quítate de encima bastardo pervertido. —ordenó con seriedad.

Sin embargo, el peliverde sonrió ladino, tomó las muñecas de Bakugo y las sostuvo para que el otro no intentara hacer otra cosa, acercó su nariz hasta el cuello del rubio cenizo para oler el aroma de su piel.

—Oh Kacchan, ¿Aún utilizas ese jabón de coco que tanto me gusta? —volvió a hablar, con un extraño tono que Katsuki jamás le había escuchado.

¿Que mosca le picó a este idiota? Estaba más que extrañado, a este Deku no lo conocía ¿Acaso estaba borracho? No olía a alcohol o algo por el estilo, Deku tampoco se drogaba, eso creía.

Sintió unas cosquillas en su cuello, Izuku estaba besando su dermis con suavidad, provocando un escalofrío al rubio y también el aumento de la temperatura en su rostro.

—¡B-Bien, esto es malditamente raro! —intentó zafarse del agarre pero solo logró que Midoriya mordiera donde le estaba besando.

Un sonido extraño salió de la boca de Katsuki, aquello le avergonzó, no pudo controlarlo y terminó siendo escuchado por su compañero.

—¿Eso te gustó, Kacchan?

Bueno, al parecer el inútil cabeza de árbol no escuchará sus peticiones.

—¡Deja de ignorarme maldición! —volvió a gritar. —¡Suéltame ya o te romperé la cara Deku estúpido!

La risa del peliverde lo desconcertó.

—¿Porque te resistes tanto? —Izuku volvió a acercarse para susurrarle al oído: —Si bien que lo estás disfrutando, Katsuki.

Lentamente el pecoso deslizó sus manos y las llevó hasta los pectorales del rubio, donde apretó con sus dedos sin pudor.

Sin poder retenerlo, Bakugo gimió.

—¿Verdad que te gusta que te apriete aquí de esta manera? —soltó con picardía.

¿¡QUE DEMONIOS ESTÁ PASANDO?!

El rubio se removió en la cama soltando patadas y manotazos al aire, al estar completamente consiente se sentó estando agitado y un poco sudado.

Cadenas |Dekukatsu|Where stories live. Discover now