Obsesión

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Hermione despertó y se metió a bañar de inmediato y así bajo a la sala común, el único lugar en el que se sentía segura en Hogwarts, ya que con mortifagos cerca esperando atacar, no era buena idea deambular como antes lo hacía.
Sin duda lo peor estaba por venir, a ella la habían dejado asistir a Hogwarts debido a que Snape le había autorizado, ya que a muchos hijos de muggles ya no asistían, pero ella sí. Como siempre empeñada en su estudio.
Bajo y luego se preparo para la clase, se sentó en el asiento que vió y vio el fuego fijamente.
–¿Hermione?–preguntó una voz que sonaba algo desvelada.
–¡Neville! Hola.
–Pensé que ya no te levantabas pronto–dijo aguantando un bostezo.
–Oh no, solo me da miedo ir a los pasillos, ya sabes, los Carrow solo causan problemas.
–Oh eso sí–dijo Neville–. Juntaremos al E.D ¿recuerdas?
–Que no eran de Slytherin solamente h algunos de Ravenclaw, eran los preferidos de Harry en ese entonces–dijo ella–. Los de Gryffindor no eran bienvenidos.
–Pues yo sí–dijo apenado–. Ginny también y ¿tu?
–Yo no hare tal cosa, no es muy sensato Neville–dijo Hermione con firmeza.
–Oh.
–No diré nada, pero créeme que es una pésima idea.
–Somos su ejercito Hermione, nos necesitan–Neville sonrió y volvió a subir llevándose con el un lápiz que estaba en una butaca.
Hermione se acostó en el sillón.
Harry. Harry. Harry.
¿Y si era obsesión?
También esperaba que Megan no le dijera lo que vio el año anterior o todo lo que vio.
Poco a poco fueron bajando más estudiantes de Gryffindor y Hermione comenzó a preparar su mochila para ir a clases.
Todos parecían tener miedo, pero ese era el sentimiento de todos. Antes ella misma había adorado ir a clases, era lo mejor. Per ahora, solo había miedo en todas partes de Hogwarts, todos lo tenían.
Ella por fortuna no había sufrido ninguna tortura, pero había otros que sí, como castigo y había sido horrible.
Algunos de Slytherin, para su sorpresa se negaban a hacerlo, otros se negaban y eran torturados por los Carrow.
¿Y si Harry le mandaba un mensaje? Se emocionó, pero luego recordó que no estaba con ella y comenzó a sentir los ojos pesados y llenos de lagrimas.
También, hacia mucho tiempo que no veía a la rubia de Luna Lovegood lo que era muy extraño, después de navidad ella había desaparecido por completo y nadie se preocupaba por ella.
–Hermione–llamó una voz.
Se volteó y al ver a la pelirroja, rodó los ojos, últimamente Ginny estaba insoportable diciendo que ella estaba mal y que estaba obsesionada.
–¿Qué?–respondió bruscamente.
Ginny se acercó y dijo:
–Hermione, deja de llorar, él esta bien.
–No...no lo se y ¿te pasas diciéndome que deje de pensar en él h ahora me apoyas que te pasa?
–Mira, lo que pasa es que...es una obsesión absurda.
–¡No es obsesión! Lo amo–exclamó Hermione.
–No...escucha, yo también estaba obsesionada con él, pero me di cuenta de que no era para mi y...
–¡No es para ti porque es mío, Harry Potter me pertenece.
–¡Hermione! Harry no es tuyo ni de nadie.
–Estas celosa, por eso ¿verdad Ginny? Intentas que me olvide de él pasa que llegues tu y lo ames, estas loca, es mío–exclamó Hermione con furia.
–¡Te haces mucho daño! ¿Que clase de persona ama a uno y luego se besuquea con otro? Hermione–dijo ante la furiosa mirada de la castaña–. ¿Harry esta bajo amortentia?
–Yo no la necesito como tu–acusó Hermione.
Ginny bufó.
–¿Segura? Porque parece que sí.
–Harry y yo estaríamos bien si no fuera por su estúpido plan del año pasado,
–¡¿Su?! Estas loca su tu también aceptaste por si no lo recuerdas y yo me arrepentí al ver que lo habíamos dañado mientras que tu seguías lamiendo sus botas.
–¡No me hables así Ginny! No tienes ningún derecho a hacerlo.
–Deja de ser tonta Hermione, se feliz, necesitas serlo y no te obsesiones.
–¡Harry Potter es mío!
–¿Y mi hermano qué, eh? ¿Ron qué?
–No veo cual es el problema, el solo es como el perrito faldero.
–¡Hermione! Entiende que solo estas obsesionada co. harry por todo el tiempo que estuvieron separados. Confundiste el amor con amistad.
–¡Nos besamos!
–¡Con Ron también te besaste!–gritó Ginny molesta.
–Me voy a clases y no me hables de nuevo–dijo Hermione molesta y salió de la sala común hecha una furia.
Sintió que podia lanzarle un cruccio a cualquiera.
Al llegar a la clase de defensa contra las artes oscuras se le cumplió, Alecto Carrow la seleccionó para torturar a un alumno de segundo año que había tirado una hoja por accidente.
–Granger hágalo-ordenó.
Hermione no deseaba hacerlo, pero la furia que Ginny le hizo sentir fue demasiada.
Ron la miraba esperando que dijera que no, él no podría hacerlo.
–¡Cruccio!
Alecto se sorprendió, pensó que la sangre sucia de Hermione Granger no sería capaz de hacer tal cosa.
Ron corrió y se interpuso entre el hechizo y el niño que se retorcía en el suelo y ahora él sufría también.
Hermione dejo de hacer el hechizo y luego se pudo a llorar y corrió a lado de Ron.
–¡Ron! Perdóname Ron...perdóname–dice llorando y luego el niño es ayudado por Neville y Seamus.
–Hermione...no debes hacerlo...no es bueno...no debemos ser como ellos–dijo Ron.
Hermione apenas podia creerle, estaba dispuesto a torturar a Harry el año pasado, pero al parecer tanto sufrimiento lo había cambiado por completo.
–Ron...
–Quédate conmigo Hermione.
La chica sintió una alegría enorme en el pecho y sonrió.
–Oh Ron, claro.
Y lo besó.
Perdóname Harry...perdóname...

Héroe SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora