A travez del retrato

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Atravesaron algunas calles sombrías y llenas de nieve, hacía frío y la capa los llevaba encorvados ya que no les quedaba como antes.
Ahora estaban más grandes y tenían que hacer un mayor esfuerzo por poder quedar dentro de la capa de invisibilidad.
Lo que mas sorprendía a Harry era la soledad de aquel lugar; se escondían de vez en cuando tratando de ocultarse de algunos mortifagos que patrullaban en busca de Harry Potter.
Un mortifago ya había gritado su nombre, pero ahora lo habían perdido de vista y mientras caminaban, borraban las huellas que dejaban al pasar por la nieve.
Harry iba en silencio, tratando de moderar su respiración, estaba ansioso y muy nervioso. Estaba seguro de que podían llegar a Honey Dukes, pero algo es su interior le advertía del peligro.

Los escalofríos recorrieron todo su cuerpo, Harry entro en pánico, pues sabía lo venia con exactitud, sacó su varita y los tres caminaron lo más rápido a esconderse entre las sombras. Pero a aquellas criaturas nada los podía burlar.
Aparecieron espectros negros voladores acechando en todos los rincones que pudieran haber en Hogsmeade.
<<Dementores>>
Harry sabía que estaban en aprietos, era una situación terrible en la que se encontraban en aquellos momentos.
No sabia que hacer.
Hermione y Ron se pusieron algo tensos y sacaron su varita, obligaron a sus cuerpos a pasarse desapercibidos y a ocultarse lo más que podían entre las paredes aun con la capa puesta.

Harry trataba de idear un plan, pero en su cabeza solo se podia escuchar una voz que le decía que no había salida.
<<Seremos descubiertos>> pensó mordiendo su labio para luego sujetar la varita con tanta fuerza que sus dedos dolieron.
Se frotó las manos y luego, al ver que los dementores habían olfateado como sabuesos hambrientos a su presa muerta de miedo, comenzó a sentir mucha adrenalina, pues los dementores se acercaban a gran velocidad a donde él se hallaba en esos momentos.

Ron y Hermione ahogaron un grito y trataron de ocultarse en la pared, pero fue demasiado tarde, los dementores ya estaban ahí.
–¡Expecto Patronum!–Harry no pudo evitar decirlo o él y sus amigos estarían muertos.
–¡Harry!–Hermione se tapó la boca y se comenzaron a escuchar campanas.
Hermione asustada, comenzó a temblar y comenzó a correr, Harry y Ron hicieron lo mismo y corrieron por las calles de Hogsmeade.
–¿Era el patronus de Potter?
–Así es–dijo un mortífago–. Un estúpido ciervo.

Harry corrió y esperaba que nadie los viera, pero presentía que los dementores los seguían de cerca y de que los mortifagos no tardarían en llegar a donde ellos se hallaban y lo peor, era que ahora, todos sabían que él estaba en Hogsmeade.
Harry y Hermione seguían corriendo y Ron trataba de borrar las pisadas con varios hechizos.
Estaba haciendo frío y con la presencia de los dementores se sentía aún más.
Hermione nerviosa comenzó a correr en zigzag y luego tomó una calle que no tenía salida. Solo una fina reja de metal.
No tuvieron más remedio que treparla como pudieron y corrieron a esconderse en un lugar frío y abandonado lleno de muebles viejos.
Trataron de controlar sus respiraciones.
Luego escucharon pasos y gritos:
–!Potter! ¡SAL DE DONDE TE ESCONDES!
Harry se mordió el labio. Luego escuchó a otros mortífagos:
–¿Seguros que era Potter?
–Su patronus es un ciervo idiota ¿y que es lo que vimos? Un ciervo, tonto.
–¿Pero y si no es Potter?
–Sea quién sea traspasó y lo mataremos.
Harry maldijo su suerte y sintió a Hermione tensarse a tal punto en el que mordía su mano con fuerza para que no le castañearan los dientes.
–¡No seas tonto!–gritó la voz de un mortífago–. Busca a Potter idiota.
–¿Donde estás?–gritó.
Harry, Ron y Hermione se movieron de lugar al sentir que se acercaban a ellos y por una pequeña abertura en la madera salieron a otra calle.

Pero justo cuando salieron, observaron que todo Hogsmeade los estaba buscando, había personas con antorchas y muchos que solo veían desde sus ventanas..
Harry, Ron y Hermione se colocaron la capa de invisibilidad y caminaron sigilosos entre las sombras.
Llegaron a otro callejón sin salida y trataron de trepar la reja, pero estaba muy alta y en esa, alguien los podia ver.
Hermione soltó un grito ahogado y luego frustrada dijo:
–Nos atraparan.
–No seas pesimista–murmuró Ron.
–¡Cállate Ron y es verdad!
–Shhh–calmó Harry–. Pueden escucharte.
–¿A donde iremos? El pasaje a Hogwarts esta cerrado, Honey Dukes esta rodeado de mortifagos.
–Encontraremos la forma Hermione–dijo Harry impaciente.
Ron soltó un bufido y pegó un salto cuando alguien grito:
–¡Te encontrare Potter!
Harry se sintió frustrado y luego se recargo en una pared.
Llevaba la capa en las manos y miraba fijamente la pared de enfrente, Ron daba vueltas y Hermione solo observaba tranquilamente el callejón por el que habían llegado.
–!Por aquí Potter!–dijo alguien entre las sombras.
Harry se sobresaltó, creía haber escuchado esa voz...era muy conocida para él.
Harry, Ron y Hermione se aproximaron a ver de donde venía la voz y supieron que era de una puerta de madera oxidada.
–Vamos señor Potter.
Harry distinguió un par de ojos saltones. Dobby.
¿Que hacía él ahí?
Luego lo jalaron dentro y Hermione y Ron lo siguieron.
Dobby pareció cerrar la puerta y luego Harry fue cegado por la luz de varias velas encendidas.
Caminó un poco y se topo con el retrato de una joven. Quizo preguntar a Dobby en donde estaban, pero el elfo ya no estaba cerca.
Harry sacó un pedazo del espejo y comprobó que era en efecto parte del espejo que había en una pared.
–Harry, te veo aquí.
Harry se acercó y examino el espejo, molesto, vio que la pieza encajaba correctamente.
–¡Son unos tontos!–dijo un hombre.
Ron dio un respingo y se hecho para atrás.
–Jamás debieron venir.
Era un hombre mayor, un poco alto y de barba larga gris muy parecido a...
–¿Usted es Abeforth? ¿El hermano de Dumbledore?
–¡Vaya! ¿Acaso te habló de mi?
–Ni siquiera sabía que tenía un hermano–responde Harry apenado.
–!Ja! Lo sabía.
–Caracoles hervidos–murmuró Ron.
–El espejo–soltó Harry–. ¿Por qué lo tiene?
–Mundungus Fletcher me lo vendió, Albus sabía que yo lo tenía y me dijo que no te gustaría saber que yo lo tenía.
–Era propiedad de...
–De Sirius Black. Sí lo sé. También sabía que te enojarías cuando supieras, per pregúntate: ¿donde estarías de lo contrario?
Harry se quedo callado y solo observó a Abeforth Dumbledore, era muy parecido al Dumbledore que él conoció. Solo que no sabía que existía un hermano.
–¿Entonces me vigilaba? ¿Era usted al que yo veía? Usted envió a Dobby.
–Así es–responde–, el elfo se vino conmigo después de la trágica muerte de mi hermano. Me ha ayudado desde entonces.
Dobby sonrió saliendo de una puerta y llevaba una bandeja de panecillos y de cervezas de mantequilla.

Héroe SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora