Corazones rotos

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Harry estaba triste, sentía las lagrimas en sus ojos como pesadas gotas de lluvia que caían en los parabrisas de los autos muggles; sintió que le arrancaban parte de su alma y deseó que Hermione estuviera ahí para él. Pero de reojo, la vio en los brazos de Ron, llorando la muerte del elfo.
Harry sintió rabia, él la había salvado, no Ron y si lo amaba como decía, debería estar ahí consolando su dolor o al menos, estar cerca de él.
Sabía que ella sufrió, pero en esos momentos, aquel ser que les había salvado la vida, la acaba de perder, por ellos, solo por ellos.
No dijo nada y solo observó a Draco que no tenía ninguna expresión en el rostro, solo fruncía el ceño, consiente del dolor de su mejor amigo.
Luna apoyo su mano en la suya y suavemente le quitó un cabello de la frente a Harry, eso lo consoló.
Luna era una gran amiga.
De pronto sintió que algo se movía y los ojos de Dobby se abrieron...

–¡Dobby!
–Harry Potter...Oh...Dobby no podia abandonar a Harry Potter...no ahora que lo necesita–dijo el elfo.
Harry se fijó en la herida, Dobby estaba completamente sano y salvo.
Draco sonrió. Una sonrisa sincera apareció en su rostro y dijo:
–Gracias Dobby.
–¿El amo Malfoy le ha dicho a Dobby gracias? Dobby esta muy contento.
–No soy tu amo, soy tu amigo–dijo Draco.
–Sabía que se pondría mejor señor Dobby–dijo Luna.
Dobby sonrió y se levantó tambaleándose un poco.
–El dictamo funcionó–dijo sonriendo.
–Dobby regresa a donde estabas, estarás seguro–dijo Harry.
–Harry Potter debe tener cuidado, si necesita ayuda, Dobby lo ayudara–dijo el elfo.
Harry le sonrió.
Dobby desapareció y fue cuando vio dos personas acercarse, una rubia y otra pelirroja: Bill y Fleur.
–¡Haggy!–dijo la chica–. ¡Oh pog Dios!
–Fleur–dijo Harry.
Bill fue directamente a ayudar a Hermione y Ron y los obligó a entrar a casa.
Fleur se sorprendió al ver a Draco, pero no dijo nada.
–Vamos–urgió–. Entren.

La pequeña casa de Bill y Fleur era una cabaña acogedora cerca de la playa, sin duda era perfecta para ellos.
–¿Y el señor Ollivander?–preguntó Harry.
–Esta agiba, muy cansado–dijo con una sonrisa–. ¿Tienen hambre?
–Se me quitó–bromeó Draco.
Fleur sonrió.
–...En la casa de Lovegood–dijo en voz baja.
Harry le dió un codazo y Luna solo lo miro curiosa y se acercó.
–¿Han visto a mi padre?
–Lo vimos–dijo Harry–. Sin duda estaba muy preocupado por ti.
–Oh...lamento haberle dado ese disgusto–dijo Luna–. Pronto sabrá que estoy bien. Tal vez tenga un presentimiento de que finalmente estoy a salvo.
Harry le sonrió, era algo forzada su sonrisa, no se sentía bien del todo.
–Tenegmos dogmitorios extras–dijo Fleur.
–¿Podríamos quedarnos?–preguntó Harry–. Solo por un día o dos.
–Pego clago–exclama la chica sonriente–. Es pequeña la casa pero la elegimos con muchos dormitorios paga las visitas.
–Gracias Fleur.
–¿Segugos que no tiene hambre?
–Seguros–responde Harry tajante–. Gracias.

Salieron un rato a ver el mar, Harry estaba desesperado y sentía rabia en todo el cuerpo.
Draco tenía una expresión triste. El mar era frío y la arena fría, sin duda, todo era frío y distante.
–Aún no lo creo.
–Yo tampoco–dijo Harry.
–Quería detenerla Harry...de verdad.
–Yo también, pero parece que no me esforcé demasiado–triste, Harry retiro la mirada de su amigo, no podia verlo a los ojos totalmente.
–Solo espero que este bien–dijo con la voz cruda y triste.
–Lo estará.
Harry creía creerlo, Megan se había sacrificado para que él tuviera su felicidad, con Hermione, quién ahora parecía distante y frívola, acurrucada en los brazos de Ron.
Le dió asco de solo pensar en ellos dos juntos, Harry había hecho mucho por ella y entonces se preguntó ¿qué hacían ellos dos ahí?
Incluso Draco tuvo el mismo pensamiento ¿qué hacían ahí? Así que preguntó:
–¿Por qué Ron y Hermione estaban en la mansión? A Luna la secuestraron en las vacaciones de Navidad. Griphook y Ollivander son presa fácil...Pero ellos seguramente estaban en Hogwarts ¿no?
–Hay mortifagos–dijo Harry–. Tal vez Snape se enfadó y los cambió.
–No creo, aquí hay algo que no me cierra Harry.
–Draco no seas desconfiado.
–¡Mi mejor amiga se intercambio por Hermione más le vale que no jaya sido tonta y se haya metido con mortifagos y si eso paso, la regreso a la mansión!
–¡Draco!
–¿Qué? Esta muy cómoda con el pelirrojo si siquiera se acercó a Dobby que estaba muriendo cuando él la salvó–dijo enojado, sus ojos disparaban rabia a todo aquel que los mirara–. Solo se refugió con el pelirrojo y te amaba tanto que ni siquiera te consoló.
–Basta Draco, ella sufrió, fue torturada, tú lo viste–dijo Harry.
Draco frunció el ceño.
–Aún así, solo sufrió la maldición una vez, con eso uno no queda tonto–dijo Draco.
¿Una vez? Entonces ¿por qué había escuchado tantos gritos?
–¿Una vez? No, porque estoy seguro de haber escuchado muchísimos gritos.
–¿Qué? No, yo estaba ahí, solo fue una vez y luego le hizo algo con el cuchillo. Comprendo que es para estar pálido y a punto de desmayarte, pero...no has perdido la cordura todavía. Sabes lo que haces y no estas débil. Yo lo he sufrido.
–Pero Hermione es diferente–dijo Harry.
Pensando en Hermione como fuerte y una guerrera, pero a la vez delicada como el cristal.
–¡Oh vamos! No discutiré por ella contigo–exclama Draco.
Harry se quedó muy pensativo después de su extraña y alarmante charla con Draco que lo dejó con más dudas.
Se llegó la noche y Ron y Bill platicaban en la cocina, Luna se acercó a Harry y le dijo que Hermione quería hablar con él.
Harry asintió, sintiendo mariposas en su estómago, todo ese tiempo había deseado verla; abrazarla y cuidarla y ahora que la tenía cerca...era simplemente perfecto. Aunque no de la manera que el había imaginado.
–¿Hermione?
–¡Oh Harry! Estoy tan contenta de verte–dijo mostrando esa dulce sonrisa.
–Yo igual ¿cómo te sientes?
–Bien...creo–responde–. Esa horrible bruja me las pagará por lanzarme tres cruccio.
–¿Qué?
–....que me las pagara por lanzarme tres cruccio–aclaro Hermione.
¿Tres? Draco dijo una ¿acaso alguien mentía?
Hermione hizo rostro adolorido y luego se recostó en la cama.
–Me alegro de verte, había deseado verte desde hace mucho.
–¿Que hacían ahí?
La sonrisa de Hermione se borró, la pregunta de Harry la tomó por sorpresa.
–Pues...¡Auch!–dijo y se tomó el brazo.
–¿Qué te pasa?
–Me duele mi brazo Harry...es todo–dijo haciendo muecas de dolor.
Harry olvidó que le había preguntado y solo la vió fijamente; su rostro no había cambiado, sus bellos ojos, las pestañas que los adornaban magníficamente y sus delgados y carnosos labios rosados que le sonreía.
Sus manos acariciaban su cabello y le sonreía contenta.
–No sabes cuanto te extrañe Harry–dijo ella con la mano suave en la mejilla de Harry que estaba fría y tensa.
No supo que decir, solo atisbó a ver la cama y luego levantar la mirada y encontrarse con esos bellas y misteriosos ojos castaños.
–Yo también te extrañé–dijo finalmente luego de un debate de un segundo en sobre que debía decir.
Pero un sabor amargo le lleno la boca de dudas ¿y Ron? ¿Había algo entre ellos?
Quería aclarar sus dudas y los ojos de Hermione centelleaban de alegría.
–Hermione...¿y Ron?
–¿Ron qué?
Ella sabía perfectamente a que se refería Harry y odió a Draco por habérselo dicho, se mostró inocente, pero en su interior deseaba matar al rubio o desaparecerlo de la faz de la tierra con todas sus fuerzas.
–Me refiero a–las palabras pasaron quemándole la garganta–..., el beso del callejón.
–¿Beso? ¿Que be...? ¡Oh! Hay Harry eso no significó nada para mi–dijo Hermione, sonriendo encantadoramente–. Yo te adoro y estaba sola...no te enojes, yo...te quiero y...
–No tengo porque enojarme si no ha habido nada entre nosotros–dijo Harry, no tenía la intensión de herirla, era más bien la forma de decirle que no tenía porque disculparse.
Hermione lo tomó muy mal ¿acaso no la amaba?
<<Tal vez Draco le metió ideas o...su amiguita esa>> pensó con odio.
Megan ya no estaba, pero Draco era una serpiente venenosa y no lo quería cerca. El trio Slytherin terminaría y ahora serían el trio dorado; ella, Harry y Ron.
–Bueno–dijo por fin–..., pero me siento mal por haber hecho eso ¡yo no soy así!
–Lo sé.
–Harry...cuando fuiste por mi...pensé que tu me salvarías, no Ron–dijo decepcionada.
–¿De que hablas?
–Ron fue el que salió primero ¿acaso tu no planeabas hacerlo?
–Sí, pero el plan...
–¡Me importa un comino! No ibas a salvarme Harry Potter.
–Claro que sí–dijo Harry de inmediato–. Es más, yo no sabía que ustedes dos estaban ahí y todo se complicó mas.
–Mmm...
–No tienes porque gritarme ni alterarte por eso, ya estás aquí y me arrepiento de no haber sido yo el que te salvara, por que si no, aquí estaría ella.
–¿Acaso la prefieres en vez de a mi?
Harry enarcó una ceja, sorprendido ante el cambio de Hermione, de repente su expresión de dolor e inocencia había cambiado por una mirada feroz y llena de ira.
–No empieces, tu no estarías aquí de no ser por ella. Ella es un rehén de ya sabes quien–dijo escupiendo las palabras con rabia.
–¿Crees que no lo sé? En un tiempo fue mi amiga cuando...
–Cuando eras buena y no lastimabas ni a una mosca o...¡espera! De hecho sí, que persona tan vil que ya tenía un plan elaborado.
–¡No pensé que los de Slytherin fueran diferentes!–exclamó Hermione.
–Pues ya vez que sí, eso de las casas solo es un pretexto para creerte más inteligente que otros, o más valiente o más leal. Solo es un pretexto muy ridículo–exclamó Harry.
Hermione comenzó a llorar desconsoladamente y Harry se sintió mal.
–Debes aprender Hermione, que Slytherin, Hufflepuf, Gryffindor y Ravenclaw, los chicos de esas casas, todos pueden ser malos y buenos, inteligentes y no inteligentes. Es lo mismo, todos ellos, forman parte de Hogwarts y son iguales–dijo Harry con sabiduría, Hermione hasta se sorprendió–. He aprendido que no importa de donde vengas, al final todos somos seres humanos, distintos, pero iguales, no por eso, has que separarnos. No importa tu status de sangre. ¡A quien demonios le importa!
–¡Harry! No sabes cuanto te extrañe, pensé que si no estaba a tu lado...morirías por tonto.
–En un lago congelado casi sucede, pero me salvaron–dijo con tristeza.
<<Y yo no pude hacerlo>>pensó.
Se imagino a su amiga siendo torturada y Bellatrix riéndose de ella, a Voldemort con una sonrisa de satisfacción al tenerla como rehén.
Hermione se acercó a él y lo abrazo.
Sentía una frialdad en los brazos, Harry de pronto se había quedado como piedra.
Hermione lo siguió abrazando hasta que el muchacho le correspondió.
<<¿Y la espada?>> pensó.
Estaba en el bolso de Megan, pero al registrarlo, la espada no había aparecido ¿donde la metió?
–Harry...¿ocurre algo?
–Nada.
–¿Seguro?
–¿Y que hacían ahí?–volvió a preguntar.
–Nos secuestraron de Hogwarts, creyeron que Harry Potter iría a buscarnos. Claro no llegaste por eso supongo, pero aún así, nos rescataste–responde contenta.
Harry soltó un leve suspiro y la observó.
Hermione se inclinó hacia él, con una sola intensión: besarlo.
A pesar de tener a Ron, Harry también era suyo.
Harry no pensaba en nada, solo veía que Hermione se acercaba a él pero no le dió importancia, quería encontrar las respuestas a todo.
Se le quedó viendo a la puerta, cuando la chica ya tenía sus labios sobre los suyos. Harry no le correspondió de la misma intensidad con la que Hermione lo besaba. Estaba pensando en cosas muy distintas y ahora no tenía tiempo de besarla.
Pero Hermione lo besaba con pasión y deseo, para ella el beso estaba perfecto aunque algo subido de tono; sabía que Harry se había quedado sorprendido, pero tenía unas ganas enormes de probar esos labios. Hermione hizo que el muchacho cayera quedando acostado en la cama mientras ella lo besaba.
Harry asustado apartó a Hermione sin mucha delicadeza.
–¡¿Que te pasa?!
–Solo te bese Harry–dijo y se inclino de nuevo a besarlo pero él se apartó de un brindo.
–¿Estas jugando conmigo o qué?
Hermione lo observó sorprendida.
–¡Claro que no Harry!
–¿Acaso estas viendo quién besa mejor? Te recuerdo que besabas a Ron muchas veces. Nos me gusta que jueguen conmigo–Harry estaba por levantarse.
Hermione lo tomó rápidamente de los hombros y Harry desprevenido cayó de nuevo en la cama y Hermione se coloco encima de él besándolo como si no hubiera mañana.
Harry no quería apartarla bruscamente, se supone que estaba débil y herida, pero en ese momento estaba muy fuerte.
Hermione estaba deseosa, quería. Harry y odiaba a Draco por ser un chismoso de primera.
Harry se resistía a besarla ¿acaso Hermione se había vuelto loca?
Él la había extrañado, pero ese encuentro no era para nada como él lo había deseado.
Hermione besaba sus labios y Harry solo quería correr; pero tampoco quería empujarla. ¿Entonces que hacía?
Hermione estaba encima suyo sin ninguna intención de dejarlo ir. Lo besaba con pasión y deseo.
Harry intentó apartarse, pero Hermione lo empujo de nuevo y quedo debajo de ella.
Sonrió entre el beso y siguió besando los labios del chico.
No pensaba en nada más que en el sabor de sus labios.
Harry abrió los ojos y apartó a Hermione cuando ella estaba por besar su cuello.
La apartó sin importar la fuerza que empleara y se levanto de un brinco.
Hermione tenía los ojos rojos, pero no eran de lágrimas, sino de ira.
–¿Hermione...que te sucede? Tú no eres así.
–Harry bien que lo querías.
–Por supuesto que no. Yo me imaginaba nuestro encuentro de una forma diferente, no de esta forma–dijo Harry com furia.
Hermione se recostó en la cama.
–Ay Harry, todos los chicos..,
–¡Yo no soy como ellos!–gruñó Harry–. Yo no planeó hacer nada y tengo más problemas que todos ellos.
–Harry...
–¡Diablos! No puedo creer que seas así–Harry salió hecho una furia del cuarto en donde estaba Hermione y bajo las escaleras a toda velocidad.
Hermione se cruzó de brazos saboreando sus labios.
Harry sería suyo. Además ella sabía que él la amaba.

Héroe SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora