Nada va a poder empeorar

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Mientras los chicos esperaban su clase de idioma, estaban sentados en el jardín donde habían bastantes árboles, Napoleón estaba muy serio mientras Al intentaba hacerlo hablar porque en verdad deseaba saber todo de él, nunca se había sentido tan interesado por alguien.

Al: Y dime... Qué música te gusta?.

Napoleón: Me gusta la música clásica y el pop.

Al: Entiendo... Un chico con gustos peculiares, a mi me gusta el rock.

Napoleón: Te queda muy bien, por la fama que tienes.

Al no se lo tomó a mal.

Al: Jaja para verme más bravucon.

Napoleón sonrió un poco.

Al: Y qué haces durante el día?.

Napoleón: Como mis papás nunca están me la paso escribiendo, viendo películas, toco el teclado y escribo un poco.

Al: Tus padres son ausentes?.

Napoleón: Si, nunca están conmigo, todos mis cumpleaños me la paso muy solo, me dejan un pastelito, una gelatina y un regalo.

Al: Eso es muy triste! -dijo mientras estaba comprendiendo la situación-.

Napoleón: Lo sé, por eso sé cocinar.

Al: Qué sabes hacer?.

Napoleón: Sé hacer galletas, pancakes, cupcakes, sopa, pastas y hasta pavo navideño.

Al: Ojalá pueda probar alguna de esas cosas que cocinas.

Napoleón se sonrojó un poco mientras Al tomaba su mano con fuerzas mientras intentaba mirarlo a los ojos.

Al estaba bastante confundido porque su intención de tocar más a Napoleón era muy obvia, Napoleón estaba un poco incómodo.

Napoleón: No... No puedo -dijo confundido-.

Al: Perdóname, soy un estúpido, me dejé llevar por el momento, es extraño estar con alguien que no me teme o pelea -dijo un poco alarmado-.

Napoleón: Y yo me siento raro porque no he tenido un amigo antes.

Al: Nunca has tenido uno?.

Napoleón: En preescolar y primaria se burlaban de mi, me golpeaban y excluian, buscaban como lastimarme, una vez unos chicos me cortaron el uniforme, unos mechones del cabello, me rompían mis tareas y nadie quería ser amigo de un enano perdedor -dijo un poco triste-.

Al: Y en secundaria? Y en tu otra escuela?.

Napoleón: En secundaria fue todo horrible, en primer año me lanzaron pintura en el concurso de oratoria me humillaban cuando podían, en segundo año me excluyeron de todas las actividades e incluso cuando los profesores intentaban hacer algo por mi, me invitaban a los eventos de la escuela como a los campamentos, el concurso de deletreo, los viajes a Bar-le-Duc, los bailes de bienvenida o cualquier cosa yo nunca aceptaba, me quedaba en casa encerrado mientras pensaba qué les hice para que me despreciaran.

Al: Y en tercero?.

Napoleón: Ese año, volvimos a Córcega después de mucho tiempo, pero yo estudié un año en casa, y terminé la secundaria en unos cursos de verano, y en el primer año de preparatoria estuve en una escuela católica, allí nadie me hablaba pero estaba descansando de las burlas, y como nos mudamos hace una semana me hicieron adelantar un semestre, yo originalmente estaba en segundo semestre.

Al: Con razón estás tan pequeñito! Y no hablo de tu estatura ni de tu aguda y hermosa vocecita.

Napoleón se sintió extraño.

Al: Y qué tal en casa aparte de que tus padres son ausentes?.

Napoleón: Después de la escuela me encerraban en mi habitación donde tenía mi entretenimiento y comida.

Al: Y te ha pasado algo terrible?.

Napoleón: Pues cuando yo tenía 13 mis papás me olvidaron en una ciudad que visitamos en Francia, ellos ya se habían marchado en auto, tenía mucho frío, y me arrestaron creyendo que estaba robando afuera de un restaurante pero buscaba en donde refugiarme del frío, duré una noche y parte de la mañana allí dentro, estuve asustado llorando por eso hasta que mis padres me recogieron en la cárcel.

Al: Que intenso! Has pasado de todo tipo de tragedia!.

Napoleón: Si, espero que nada pueda empeorar.

Al: No! Yo no quiero eso para ti.

Napoleón vio la hora en su reloj de pulsera y ya faltaban 5 minutos para la clase de portugués.

Napoleón: Oh no! Ya va a comenzar mi clase de portugués!.

Al: Será mejor que nos vayamos.

Al ayudó a Napoleón a levantarse del césped para dirigirse a sus aulas de idiomas.

Al: Bueno... Espero verte con más frecuencia!.

Napoleón: Si! Como no tengo nada programado por hoy, quizás mañana lo haga.

Al: Gracias por confiar en mi.

Al abrazó al chico bajito con un verdadero sentimiento de empatía.
Ambos se dirigieron a sus aulas de idiomas.

En el jardín (Al Capone x Napoleón)Where stories live. Discover now