Yo sé que regresarás a mi

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Pasaron semanas, y de repente Al notaba que Napoleón se volvía más distante por alguna razón, estaba creyendo que no lo quería de la misma forma, pero las cosas eran distintas cuando no asistió por bastantes días.

Mientras tanto en el aula...

Jedediah: Al! Sabes porqué Napoleón no ha venido en toda la semana?.

Al estaba desanimado porque quería saber que le ocurría.

Al: No sé nada de él, no me dijo nada pero yo lo veía bien aquella vez que salimos.

Jedediah: Valgame, esto es muy raro, si tú y él se veían radiantes, él es muy simpático cuando están juntos.

Al: Lo sé, aún no entiendo nada, si se salió de la escuela ya todos lo sabríamos.

Ahkmenrah: Qué sucede, chicos?.

Al: Estoy muy desconcertado sobre que le pasó a Nippy.

Ahkmenrah: Eso te iba a preguntar, como ustedes son novios tú debes saber mejor.

Al: Lo sé pero la última vez que nos vimos se despidió de mi con su linda sonrisa y su voz tan hermosa me despedía, me duele pensar que algo malo le pudo haber sucedido.

Octavio: Quizás saliendo de aquí, te ayudamos a buscarlo o mínimo preguntar por él a su casa o en el templo con Fray Juan.

Al: Yo le pregunté a Fray Juan el domingo y me dijo que llevaba rato sin verlo.

Ahkmenrah: Eso si que es extraño.

Al: Gracias por querer ayudarme a buscarlo pero prefiero hacerlo por mi cuenta, cualquier cosa les avisaré.

Octavio: Bien, si tú lo dices.

Jedediah: Cualquier cosa que sepamos te decimos.

Al: Vale.

Esa misma tarde, era un clima un poco cálido, era primavera después de todo, Al fue a casa del chico, notó algo extraño en la vivienda, notaba que en el medidor de electricidad se movia muy poco y aparte vio como los rosales de la casa estaban casi marchitos.

Al: Espera... Las rosas están casi muertas... Eso es raro, siempre que he venido las rosas están frescas y hermosas, pero parece que están muriendo.

Hizo una pausa y pensó en algo.

Al: No! Muerto? No! Tengo un mal presentimiento, siento que a Nippy le pasó algo malo tanto así que no puede decirme por lo mal que la pasa -dijo bastante preocupado.

Vio una nota pegada en la puerta de la casa, había una nota pegada (no tenía mucho de haber sido pegada), justo cuando iba a leerla, un vecino de Napoleón le preguntaba que hacía allí.

Vecino: Muchacho... No encontrarás a nadie hasta la noche o quién sabe.

Al: De qué habla? Se cambiaron de casa?.

Vecino: No, los señores Bonaparte no han estado en casa últimamente porque han estado yendo y viniendo ellos con la niña.

Al: Y qué hay de Napoleón? El otro hijo de los Bonaparte.

Vecino: Pues... -se empezó a poner serio-.

Al: Que pasa con él?.

Vecino: El sábado escuché gritos de la señora Bonaparte, y escuchaba que sollozaban dentro de la casa, llegó una ambulancia y se llevaron al chico en la ambulancia, yo alcancé a ver todo por mi ventana del segundo piso y pude escuchar que lo encontraron inconsciente en el suelo de su habitación.

Al quería llorar de preocupación.

Al: Con razón sus rosales están casi muertos! -dijo un poco triste.

Vecino: Yo le puedo dar la dirección del hospital, vi de dónde era la ambulancia, era del hospital pedriátrico que está a la salida norte.

Al: No sabe el gusto que me da al saber que le sucedió, es que ya llevaba como una semana sin asistir a la preparatoria.

Vecino: El niño Napoleón está en la preparatoria? Yo pensaba que estaba en secundaria, pero el punto es que debes verlo.

Al: Desde luego que iré a ver a mi novio, llegaré rápido con tal de saber como está.

Vecino: Que tengas suerte.

Al se fue en su bicicleta a casi a toda velocidad, estaba llorando en silencio porque las rosas estaban avisandole que algo le ocurría a su frenchie, pasaba por aquellas calles donde caminaban juntos y sonriendose uno al otro.

Como por arte de magia observaba algunas hojas de árboles que caían como si un viento fuerte las tiraba al suelo además algunas flores estaban algo raras a pesar de que aún era primavera.

Al: Esto no es normal! Mi guardian de la primavera me está mandando mensajes de que vaya a verlo, con razón no podía dormir bien en estos días.

Al llegó al hospital en donde pidió informes sobre Napoleón, le dijeron que allí estaban los familiares de él, y Al fue a la sala de espera encontrándose con los padres de Napoleón angustiados.

Al: Señor y Señora Bonaparte! En cuánto me enteré vine con prisa.

Papá Napoleón: Hola Alphonse! Que bueno que veniste, a lo mejor el vecino te dijo un poco sobre que le sucedió a mi hijo.

Al asintió con la cabeza.

Al: Si, se me estaba haciendo extraño que no me hubiera dicho nada del porque faltaba mucho a la escuela.

Mamá Napoleón: Entendemos, pero cuando llegamos del trabajo lo vimos tirado en el suelo e inconsciente, el médico nos dijo que sufrió un desmayo por no seguir su tratamiento.

Al: Pero cómo... Si en la prepa comía muy poco y no eran dulces.

Mamá Napoleón: Los médicos dijeron que comía dulces a escondidas, lo cual le provocó exceso de azúcar y cayó desmayado al momento de querer hacer esos atracones.

Al: Yo lo veía un poco harto de la situación, pero no creía que se hubiera hecho daño.

Mamá Napoleón: Puedes pasar a verlo, aprovechando que vas a limpiar su sudor y hablar con el.

Al: Sudor?.

Mamá Napoleón: Ahora que está inconsciente, suda bastante por una fiebre que le dio, es la única explicación por la cual aún no despierta.

Al: Yo estaré con él, todo el tiempo que sea necesario.

Al entró a la habitación donde yacía Napoleón inconsciente con sus manos en su pecho.

Al: Frenchie! Te he encontrado! Mi guardián de la primavera! Tus rosas me llamaron cuando estaban casi secas, supe tu paradero y aquí me tienes angustiado por lo que te pasó.

Al tomó la mano de Napoleón mientras con su otra mano le limpiaba su sudor con un pañuelo, yo cuando lo hizo le puso una rosa roja en el florero.

Al: Ahora te corono como rey de la primavera.

Dicho eso le colocó una corona de flores en su cabeza, acariciaba sus rizos mientras le cantaba una canción que improvisó.

Cuando las hojas caen
Yo sé que descansarás
Cuando las flores salen
Sé que a mi regresarás
Oh querido resplandor!
Sé que volverás a mi
Te espero finitamente a ti
Te canto con todo mi amor...

Al: Oh, mi frenchie! Sé que estarás bien, si te pierdo para siempre no sabría que hacer -dijo un poco deprimido.

Al lo besó al lado de sus labios para consolarlo.

Al: Si este fuese el cuento de la Bella Durmiente tú ya estarías despierto junto a mi.

Tomó fuertemente su mano para obtener fuerzas mientras sus lágrimas no dejaban de caer.

Al: Yo te amo! Nunca dejaré de hacerlo, frenchie.

Lo besó en los labios por poco tiempo, por fuera del cuarto la madre de Napoleón veía como Al trataba a su hijo como algo más que amigos.

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En el jardín (Al Capone x Napoleón)Where stories live. Discover now