34. Weird Things

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—¡¿Como que tú también te vas?!—chillo Luzu a su abuelo viendo cómo empacaba.—Y lo peor es que lo escuche de parte de tus trabajadores, abuelo.

—Luzu, tengo que solucionar aún el asunto de tu madre.—volteó y miró a Luzu que tenía lágrimas corriendo por sus mejillas sin consolación.—Ay, mi Luzu, prometo que volveré antes de Noche Buena. Mira el lado positivo, tendrás la casa para ti solo.

Pero Luzu no le veía nada de bueno al estar solo, era la época en donde todos los trabajadores se marchaban a sus casas. Literal: estaría solo por días. Asintió, tampoco quería preocupar mucho a su abuelo respecto a cómo se sentía, el mayor tenía problemas más importantes que solo unos asuntos de críos.

—Luzu, tranquilo, todo volverá a estar bien...—susurro abrazándolo. El menor solo se contuvo a llorar mientras se mordía el labio con brutalidad.—Tu estarás bien, eso es lo que me importa. Ahora andando, a dormir que mañana serás el señor Luzuriaga a cargo de todo esto.

Ahora solo era buscarle el lado positivo en estar solo. Se despidió de su abuelo para irse a dormir, había sido un día largo lleno de sorpresas desagradables, ¿a donde iría Lolito? Y bueno, Auron iría a con su familia.

A la mañana siguiente desayuno cereales mientras hablaba con todos sus amigos por videochat. Frank y Alex estaban emocionados ya que sus familias se reunirían para celebrar Navidad y Año Nuevo. Tanto Mangel como Cheeto estaban felices ya que él sería quien recibiría a Lolito para las fiestas. Vegetta se encontraba enfermo por una batalla de bolas de nieve que tuvo con Fargan, Rubius y Willy. Y bueno, Rubius se encontraba peleando con Luzu sobre que los gemidos provocados por Auron y Rubius los cuales en ese momento estaban discutiendo sobre una apuesta en la que ambos perdieron, el castigo era teñirse el cabello de blanco. Y bueno, menuda suerte que Fargan gano, si no su cabello que ahora estaba larguísimo sería púrpura.

Hubiera continuado, pero se tenía que despedir de su abuelo. Ojalá pudiera ir con el, pero no, no quería incomodar. Colgó a los chicos no sin antes ponerse de acuerdo de jugar con Alex y Rubius unas partidas de un juego nuevo. Y claro, no sin antes despedirse de su Auronseeto.

Te extrañare.—aseguró el menor.

—Yo igual te extrañare.

Y con un sonido de Muak se despidieron.

El resto de días se volvieron aburridos, no tenia nadie con quien hablar, todos estaban ocupados con preparativos y cosas así. La soledad nunca le gusto y menos cuando tenia preguntas en su cabeza que no tendrían una respuesta.

Lo que nunca imaginé [LuzuPlay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora