35. Ojalá

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Luzu se encontraba viendo una serie muy buena para distraerse, aunque sólo eran tres capítulos los que estaban disponibles era lo mejor que podía hacer, ahí se llevaba por lo menos 4 horas con 50 minutos.

Alguien llamó al timbre, se levantó lentamente. Ojalá sea Lolito, o Auron, ¡¿será mi abuelo?! Se preguntó con una sonrisa en el rostro. Quería ver a cualquier ser humano, no importaba quien fuera, sólo quería interactuar con alguien frente a frente y no por medio de una pantalla.

—Hola, Borja.—saludo Emiliano Magno. La pareja de su abuelo. O su ex, no lo sabía.

—Hola, señor Magno.—contestó el saludo con una sonrisa.—¿A que debo su visita?

—Pues David quería que te hiciera compañía, también traje un poco de vino.—dijo con una botella en brazos. Luzu asintió no muy convencido, su abuelo, el cual ni siquiera le había hablado en días no le había informado.—¿Puedo pasar, Borja?—Luzu volvió a asentir apartándose de la puerta.—¿Y que has hecho?

—Nada importante, limpiar, hacer ejercicio, ver series, dormir, comer...—contesto incomodo.—¿Y usted, señor Magno?

—¡Por los dioses! Llámame Emi, o por lo menos Emiliano.—dijo entre risas el adulto mayor.

—Vale, Emiliano.

Caminaron en silencio a la cocina. El señor le dio a Luzu el vino el cual lo fue a guardar. Volvió a donde estaba Emiliano.

—¿Quiere algo de comer?

—No gracias, sólo venía a hablar contigo, Borja.—dijo Emiliano.—¿Como se porta tu abuelo contigo? ¿Cortante? ¿Alegre? ¿Tímido? ¿Como si estuviera molesto?

—Es cortante estos días.

—¿Ah dicho algo extraño?—Luzu asintió.—¿Que te dijo?

—No me acuerdo.—mintió Luzu.

—Oh, vale...

Se quedó en silencio mientras servía dos copas de vino, esa era como el agua para los que vivían en los alrededores Del Valle. Le entrego una a Emiliano el cual agradeció con una sonrisa. Mientras que Luzu se preguntaba por qué casi eligió el Vinito Barato De Lusu. Casi se lo daba a degustar a Magno, por suerte no había, o mejor dicho, era una suerte que había dejado la botella en la mesa de café en el salón. Una muy buena manera de acompañar su serie.

—Bueno, pues creo que estuvo bien de compañía, ¿mañana quieres que venga?

Negó rápidamente.

—No, mañana invitaré a Felix y a unos amigos más.—volvió a mentir.

—Oh, pues cuando nos veamos te aseguraré de que pruebes un poco de mi nueva cosecha.

Asintió. Al final si sirvió de algo, su compañía alegro un poco a Luzu. Esa corta visita logró distraer a Luzu de que estaba solo. Y de nuevo volvió a estar solo cuando vio como se alejaba el señor Magno. Ese señor era raro, y su abuelo también lo era, y Luzu también lo era. Todos los que Borja conocía, eran raros.

Lo que nunca imaginé [LuzuPlay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora