Capítulo 1

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~ 6 MESES DESPUÉS ~

Ella trataba de rehacer su vida en la casa de su padre, debido a que ese día había ido a pedirle ayuda y ahora eran inseparables. La verdad es que no hay mal que por bien no venga. Por suerte se habían amigado con su padre.

Ella estaba seguía aún muy dolida porque en cierta parte todavía lo amaba y tenía a Robert como un constante recuerdo de él . Además Patrick era el padre, entonces tenía que lidiar con que cada fin de semana venga, se lo lleve y siga suplicando su perdón, y llorándole de rodillas.

Ella no se sentía fuerte ni confiada como para enfrentarlo. 

 Aunque el tiempo sané superficialmente, la herida seguiría allí y no había vuelta arás, ni perdones validos para ella.

Su padre se desvelaba para ayudarla. Cuidaba a Robbie, la apoyaba en todo, la animaba, la obligaba a comer, le hacía todo lo que no quería hacer ella. Era muy importante para ella tenerlo, pero el vacío que sentía en esos momentos no se lo llenaba con nada. A veces cuando su padre ni Robert estaban, se largaba a llorar desconsoladamente. Otras veces tomaba largas duchas para ahogar las penas.


Un día se armó de valor y se levanto de su cama, pensando que no podía seguir así, con su padre manteniéndola y ella haciendo nada por su vida. Ya había pasado 6 meses así y eso estaba por terminar. Debía empezar de nuevo.

Ese mismo día llevo a Robert al jardín y cuando volvió se hizo un rico desayuno y luego salio, caminando hasta llegar un lugar que anhelaba pisar hace mucho.

-Hola- le dijo a la recepcionista- ¿En dónde me puedo anotar?

-Aquí- dijo de mala gana, pasandole una hoja con un formulario. Ella anotó su nombre y datos.

-¿Cuándo puedo empezar?

-Mañana mismo- dijo y le entrego una hoja - Estos son los horarios. -se despidió contenta de la recepcionista que ni le presto atención. Pero no le importo, porque se había anotado para tomar clases de baile. Algo que extrañaba con locura.

Fue a hacer unas comprar y cuando llegó a la casa de su padre preparó la comida y fue a buscar a Robert. Para cuando volvió el padre, la mesa estaba servida. Comieron todos juntos, comentando su día y sintiéndose una familia de nuevo.

-Pa, ¿sabes que me anote para tomar clases de danza?- dijo Becky muy feliz.

-Wow, esa si es una excelente noticia, felicitaciones. - al verla comenzar a levantar la mesa, le dijo que él lo haría, que ella se ocupará de Robbie y lo vaya a acostar.

-Esta bien-  llevando a Robbie a su cuarto. 

Al día siguiente su clase comenzaba a las 11.00 a.m, por eso su despertador sonó a las 9.30, para tener tiempo de bañarse, cambiarse, desayunar e ir hasta allí.

Robbie ya estaba en el jardín y su padre trabajando, por eso desayuno sola y luego partió para llegar lo más puntual posible. Llegó unos minutos antes y espero afuera del salón de clase que le señalo su malhumorada recepcionista.

Un chico alto y castaño entro al estudio con unos jeans y su camisa abierta mostrando su pecho bien trabajado. Tenía su flequillo levantado en un hopo y en su mano llevaba un reproductor de música.

Los hizo pasar a todos y les dijo que se sentaran. Mientras conectaba el reproductor, se presentó.

-Mi nombre es Aaron Lowell y seré su profesor de baile por este mes, ya que la que iba a ser su profesora, mi hermana Sarah, se esguinzó un pie y como no podrá venir hasta el mes que viene, me pidió que la remplace, así que comenzaremos con salsa, su primer ritmo del año. -hizo una pausa para estudiarnos y prosiguió- Armaré las parejas, asi podemos empezar evaluando sus movimientos y destreza. Pero primero se presentaran, así se sus nombres- les dio su primera sonrisa desde que estuvo allí.  Todos se presentaron y cuando le llego su turno, dijo con timidez que su nombre era Becky debido a que Aaron la miraba fijamente.

Luego de la presentación, miro a todos y los fue emparejando. Para su suerte o desgracia, ella quedo con pareja. Él le informó que estaría con ella, y a ella le agarraron un poco de nervios. No sabía si estaría a la altura.

-¿Bailaste salsa alguna vez?  - le susurró para que solo pudiera escucharlo ella.

-Sí, de chica. A los 16 tomé clases.

-¿Cuántos años tienes?

-22

-Tal vez perdiste un poco práctica, pero yo te guió, ¿esta bien? 

-Si- asintió Becky

-Chicos- dijo en voz alta para los demás- Les haremos una demostración con mi compañera Becky, para que puedan recordar un poco de que se trata la salsa.- Prendió la música y la tomo por la cintura. Con su mano libre le agarro la mano que ella tenía suelta y los dos comenzaron a bailar como si lo estuviesen practicando hace meses. Él la  llevaba muy bien y ella no se quedaba atrás.-Ven- gritó para que lo pudieran escuchar por sobre la música.- Todo esta en las caderas. - La música finalizó y ellos hicieron un lindo final, que se llevó los aplausos de los demás alumnos. Puso a los demás a bailar y los fue guiando y corrigiendo, mientras Becky le seguía el ritmo.


Sounds Like YouWhere stories live. Discover now