¿My soulmate? FRERARD

Tiny Dancer

-Entonces ¿Nos quedaremos a dormir en mi casa?- preguntó Gerard mientras caminábamos.
-Exactamente, así podremos descubrir más sobre ti y tal vez resolver ese asunto pendiente que tienes.
-Genial...-dijo un poco dudoso.
-¿Estás bien? Pensé que eso era lo que querías- dije parando y mirándolo, debo parecer un loco.
-No, claro que si solo me preguntaba... cuando me vaya ya sabes a donde sea que van los muertos crees que... ¿Podrás recordarme?
-No lo sé, además,  no creo que sea muy importante sólo llevamos ¿Cuanto? Menos de una semana conociéndonos, da igual- dije volviendo a caminar, no era muy importante de todos modos.
Gerard no dijo nada más y solo camino detrás de mi, no creo que le haya importado tanto, ni siquiera podíamos considerarnos amigos yo solo era un chico que ayudaba a un muerto, tal vez cuando termine esto pueda hasta escribir un libro.

Estuvimos caminando un buen rato hasta llegar a casa de los Way, cada vez que estábamos más cerca Gerard solo avanzaba más hasta alcanzarme, se notaba emocionado por llegar y eso me hizo sonreír inconscientemente.
Toque el timbre e inmediatamente la madre de Gerard me abrió dedicándome una iluminada sonrisa.
-Hola Frank, me alegra que hayas venido, Mikey me comentó que te quedarías a dormir y mañana irían a la escuela juntos.
-Es así- conteste -espero no causar ninguna molestia- dije un poco nervioso, ver a las personas a los ojos cuando hablaban me ponía demasiado nervioso, mi mamá me regañaba muchas veces por eso, ella decía que era una falta de educación pero de todas maneras nunca fui capaz de hacerlo.
Entre con Gerard a la saga encaminándome al cuarto de Mikey, di dos toques a la puerta, escuché un "pasa" y abrí encontrándome con Mikey afinando el bajo que tenía. Debo decir que su bajo siempre me había parecido genial, tenía un color rojo brillante y a pesar de que poseía otro de color negro el rojo siempre había sido mi preferido.
-Hola Mikey, ¿Listo para el ensayo? -dije sentándome al lado de el.
-Claro, aunque debo decir que llegaste un poco temprano Frank, Bob va a llegar en dos horas más- dijo Mikey, mire mi reloj extrañado y evidentemente a penas eran las 2:45 de la tarde, pensé que eran al menos las 4:00.
-Oh, perdón no me di cuenta de la hora- dije apenado rascándome la nuca.
-No te preocupes, puedes acompañarnos a comer- dijo él levantándose y dirigiéndose a la cocina.
-Claro, solo déjame lavarme las manos y voy enseguida- dije, me levanté de la cama y recorrí el pasillo al fondo para entrar al baño y cerrar la puerta tras de mi.
-¿Algún recuerdo?- voltee mi cuerpo solo para encontrarme cara a cara con Gerard mirándome fijamente, sentí mis mejillas arder y baje la mirada enfocándola en el piso blanco, este baño era muy pequeño para dos personas.
-Hasta ahora... no- dijo Gerard desviando la mirada viendo el espejo que estaba encima de el lavamanos dándose cuenta de su aspecto, cabello blanco demasiado corto y una camiseta negra desgarrada y con algo que parecía una mancha de sangre, se quedó petrificado ante su figura, no se reconocía el mismo, sabia que su pelo no era negro como antes ya que los mechones de su rebelde anterior cabello que normalmente le caían en la cara no estaban, pero nunca se imaginó que lo tendría así de corto y además... blanco.
-Creo que deberíamos salir... me están esperando abajo- dije, ya no podía estar más así, me sentía demasiado incómodo, mi estómago estaba como loco y ni siquiera sabía porque.
-S-si, claro- dijo Gerard, estaba viendo el espejo pero ahí no había nada.
Gire el pomo de la puerta y salí de ahí rápidamente bajando las escaleras encontrándome con Mikey y su mamá esperándome en el comedor.
-Siento la tardanza- dije sentándome.
-No te preocupes cariño, hice pasta, espero te guste, suerte que Mikey me aviso que venías temprano porque estaba a punto de hacer albóndigas- dijo su madre pasándome un plato lleno de pasta con salsa de tomate.
-Claro, gracias- dije tomando el tenedor y metiéndome una gran cantidad a la boca.
Amaba la comida de la señora Way, claro que me gustaba la de mi mamá pero ella no cocinaba mucho y normalmente comíamos cosas a domicilio como pizza, hamburguesas y a veces comida asiática(aunque normalmente yo siempre pedía ensaladas).