Capítulo 35

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Cuando Wang Lao Taiye vio que el Maestro había llegado, rápidamente le pidió a su esposa que lo ayudara a levantarse. Era extraño. El Tercer Wangye claramente tenía un temperamento gentil y era erudito y refinado. Sin embargo, cuando otros se acercan a él, no se atreven a crear problemas. Esto es probablemente el porte de un príncipe. No es de extrañar que incluso después de caer en tal estado, Xiao Guifei y el Príncipe Heredero aún quisieran matarlo.

Lao Taiye se tomó las manos y quiso pedir unas palabras, pero vio que el Tercer Wangye entró en la residencia sin siquiera mirar de reojo, sin darle la oportunidad de hablar. Los dos viejos rostros se miraron con pesar. Si no vinieran en persona, podrían retirarse, pero después de ver el increíble talento de su nieto, no deben rendirse.

Las palabras que el Tercer Wangye acababa de decir no habían sido exageradas en lo más mínimo. El talento de su nieto era realmente asombroso. No habría otro en los próximos 500 años. Quien tuviera un descendiente así en su familia debería criarlo y alimentarlo bien, pero luego su familia, en realidad lo trasladó a un pequeño patio rural desde una edad temprana y lo dejó a su suerte. Al final, incluso lo echaron y dos sirvientes lo robaron.

"¡Lin shi, esa perra! Si ella no hubiera hablado repetidamente con Xianggan, no habría mandado a You Shu a un patio rural. Un hombre debe casarse con una esposa virtuosa, ¡esto no está mal!" Lao Taiye tembló de rabia. ¡Si Lin Shi estuviera justo delante de él, la habría cortado en pedazos! Sin embargo, se la había dado a su nieto y no podía renegar de ella. Sólo esperaba que su nieto pudiera disipar su ira y reconocer a sus antepasados y volver al clan después de deshacerse de Lin shi.

Los dos parecían haber envejecido diez años más de la noche a la mañana. Se ayudaron mutuamente y volvieron a su Fu. Debido a la muerte de su hijo y su nieto, que eran igualmente muy desagradables y tenían mala reputación fuera, el funeral fue muy sencillo. Sólo después de colocar el ataúd en casa durante tres días y esperar con esperanza, pero al final, el nieto mayor nunca regresó. Hubo muy pocas personas que vinieron para el servicio conmemorativo. Incluso sólo dos o tres miembros del clan vinieron. Después de llevar a cabo la ceremonia funeraria, se alejaron apresuradamente, como si tuvieran miedo de ser infectados por la mala suerte.

Como la reputación del clan fue dañada por los dos, el clan no podía permitirse el lujo de levantar sus cabezas, y no tuvo más remedio que salir de la capital y volver a su ciudad natal todo dentro de dos o tres años. Sólo la vieja pareja Wang se negó a separarse de su nieto mayor y se negó a irse a toda costa. Por supuesto, estos son asuntos de los que se hablará más tarde y que no se mencionarán aquí.

Aunque Ji Changye se reunía con amigos afuera, su corazón siempre estuvo en You Shu. Cuando recordó que anhelaba que Song shi regresara a la capital, se sintió muy deprimido. Después de despedirse de todos, regresó rápidamente y se encontró por casualidad con la vieja pareja Wang. Después de entrar en la puerta, ordenó con voz fría, "¡En el futuro, no se permitirá la entrada a nadie de apellido Wang!"

El portero accedió rápidamente.

Fue directamente al patio principal y vio a una mujer que estaba atada de rodillas en la pizarra de piedra caliza bajo el sol abrasador. Su cara se hundió y caminó alrededor sólo para ver que era Lin shi.

"Maestro, ¿deberíamos arrastrarla?" Ah Da y Ah Er susurraron.

"No es necesario, arrodíllate." Al otro lado de la ventana, vio al chico sentado detrás del escritorio y escribiendo con cuidado, con unas cuantas marcas negras en la cara. Ji Changye no sabía por qué, pero su humor mejoró en un instante. Lin shi levantó la cabeza y sonrió con los ojos llenos de súplicas.

Lin shi pensó originalmente que el Tercer Wangye era amable y no podía soportar ver a un gran hombre como You Shu castigarla. ¿Quién hubiera pensado que sería tan frío, mirándola como si ya la hubiera considerado como si estuviera muerta? ¡Estoy arruinada, estoy arruinada! ¡Si hubiera sabido que caería en manos de estos dos demonios, se habría matado antes! Ella se desesperó en su corazón y suavemente se acostó en el suelo.

Hay una bellezaWhere stories live. Discover now