Getaway Car (Charles Leclerc)

Capítulo 19: Sorry

"Daniel"
Someone will love you, but someone isn't me

Después de todo el desastre causado y de que hayamos salido de la comisaría mis padres me llevaron a casa de los padres de Mila, al igual que a Charles ya que ellos quieren tener una charla con nosotros.

Entramos en la lujosa mansión y está vez no nos dirige a la sala, nos lleva a su oficina y primero paso yo.

- Se que no firmaron prenupcial ni nada por el estilo, pero este cheque es porque iré por mi hija a donde quiera que este, no nos hará caer en esta vergüenza por sus caprichos. Así que la boda sigue en pie.- Dice su padre firme ya que nadie sabe a dónde ha huido Mila.

- Señor no es necesario el cheque porque la boda no procederá, no quiero casarme de esta manera.- Regreso el cheque y el me mira con cierto grado de frustración pero siempre con compostura.

- No está en discusión Daniel. Lo harás, por algo colocaste el anillo en su dedo.- me vuelve a extender el cheque.- Puedes retirarte y por favor has pasar al joven Leclerc.

Salgo de la habitación y él está afuera parado recargado en la pared.

- El señor Daniels te quiere ver allá adentro.- Digo sin verlo y me quedó parado procesando lo que acaba de pasar.

La madre de Mila se me acerca y me susurra algo que yo solo puedo oír.

- Mila está en Brujas, Bélgica con su abuela, solo pregunta por la casa de la vieja señora Dalia.- Se mete en la oficina de su esposo y yo voy con mis padres para dejarlos en el hotel y decirle que solo nos quedaremos un par de días más aquí.

Tengo muy claro que haré cuando llegue allá...

"Charles"

- ¿Estas consciente de cuánto dinero nos costó está boda? Y sobre todo el volver a tener que pagar el mismo precio para que la niñita reponga el daño a nuestra imagen.- Dice un muy enojado señor Daniels.

- Señor nunca fue mi intención bueno si pero lo que yo buscaba era que está se cancelará, no pensé que repentinamente ella a último momento decidiera que ya no era lo que quería. Yo amo a su hija, y si quiere que yo pagué el monto de la boda lo haré... Pero no entiendo ¿Por qué tendrá que volver a pagar la boda?

- No está claro. Ella se casará con Daniel quiera o no. Ese es el precio que ella tendrá que pagar por su inmadurez y Daniel por meterse en la familia equivocada. Pero en cuanto a ti. Tu tendrás que alejarte de ella si no quiere que tu carrera como piloto se acabé. Todo tienen un precio y si hay alguien que puede llegarle el precio al mismísimo Enzo Ferrari aunque este en una tumba. Soy yo.

- Señor... Yo... Usted no puede hacer eso. He trabajado duro para estar en dónde estoy y ustedes no puede decidir sobre mi carrera y sobre la mujer que amo...

- No me retes jovencito. Tu aún no conoces mi poder y si Mila también huyó de ti, es porque hasta ella sabe que tu solo eres un capricho, conozco a mi hija y les puedo asegurar tanto a ti como a Daniel que todo esté teatro que se ha montado es porque aún no ha superado al joven Ford. El cual ha sido su más grande amor y comparado con ustedes ella no siente ni lastima. - Cada palabra que sale del magnate con veneno me enfurece más, me levanto del asiento. Y lo miro.

- Si la encuentro primero y me casó con ella, usted pierde y yo le demuestro que usted no conoce a su hija tanto como yo ha ella.- Saco mi cartera y le tiro en la cara mi cheque sin cobrar que me ha llegado de Ferrari.- Tome su estúpido dinero.

Salgo de la mansión y voy por mi auto a casa de Mila para buscarla en el lugar secreto que hemos tendido desde hace un mes.

Para mí sorpresa ahí no se encuentra

- Vamos Charles, solo tú sabes dónde encontrarla. Piensa donde podría estar.

- Camino por el living de la casa y me encuentro un para de fotos de vacaciones familiares de cuando Mila tendría como ocho años, se veía muy tierna. Saco mi teléfono y le tomo una foto. Al tratar de guardar mi teléfono se me cae la fotografía y se rompe el marco. - Demonios!!!- recojo las piezas rotas y saco la foto, por la parte de atrás noto que la foto trae una nota.

Memorias de la casa de la abuela. Mi lugar favorito en el planeta. Brujas, Bélgica 2005.

Saco de nuevo mi teléfono y busco el próximo vuelo a Bélgica, tendría que llegar en tren pero eso no es de importancia vital ahora. La encontraría.

No habrá sitio en el mundo, donde te escondas te hallaré. Porque eres mi destino Mila Daniels y la única con la que deseo pasar el resto de mis días.