Capitulo 53

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Luego de terminar de comer Caleb sube a su habitación y yo me quedo en el salón viendo la televisión, me había enganchado a una serie que comenzamos a ver en casa de Peyton y ahora la comentábamos junto a Oli por mensajes, y si pasaba algo muy interesante incluso nos llamábamos por videollamadas.

Mi teléfono comienza a sonar y alargo mi brazo para cogerlo.

-¿Diga?-pregunto descolgando y poniendo el aparato en mi oreja.

-¿Ya te has olvidado de mi?-me responden al otro lado.

-Creo que eso debería preguntártelo yo, ¿no crees?-bromeo y escucho su risa en respuesta.

-Touché-exclama y ahora soy yo quien ríe.

-¿Ya has terminado de trabajar?-pregunto acomodándome en el sofá y bajando el volumen a la televisión.

-Me queda aún una hora más, he aprovechado el descanso para llamarte y avisarte de que esta noche tú y yo nos vamos a cenar por ahí-me explica.

-Vaya, bueno creo que estoy libre, puedo hacerte un hueco-respondo.

-Me siento muy afortunado-exclama-tengo que dejarte, nos vemos luego.

-Vale, te quiero-digo antes de colgar.

El resto del día lo aprovecho para ensayar mi canción y hacerle algunos retoques en partes que no me convencían del todo.

-Enana he quedado, hay comida en la nevera-me avisa Caleb asomando su cabeza por un la puerta abierta.

-Gracias, aunque Axel me ha llamado y me ha dicho que iremos a cenar fuera-le respondo, él asiente y me lanza un beso que yo finjo agarrar para seguidamente llevar el puño cerrado hasta mi pecho.

Unas horas después una fuerte música comienza a sonar proveniente de la casa de al lado, obviamente me levanto como un rayo de la cama y corro hacia el balcón para abrirlo y salir a él.

-Buenas noches madame-me saluda Axel desde su balcón mientras realiza un reverencia.

-Buenas noches monsieur-respondo haciendo también una reverencia-Estas muy guapo-le alago y él me da una sonrisa pícara.

Llevaba puesto un vaquero y una camisa que quedaba por fuera de este, era su forma de ir arreglado pero informal a la vez, y sinceramente le quedaba fenomenal.

-A mi me encanta tu pijama-dice mirándome de arriba a abajo, y mirando mis piernas que estaban a la vista gracias al pantalón corto-pero pienso que probablemente no querrás salir así-no se equivocaba.

-¿Vamos a cenar cada uno desde nuestro balcón?-pregunto frunciendo el ceño y el ríe.

-No es una mala idea, pero sinceramente lo único que quiero es tocarte y besarte así que la descartaremos de momento, ¿te parece?-pregunta y yo asiento-Cámbiate, el veinte minutos estoy en tu puerta.

-Vale-respondo y entro a mi habitación para caminar hasta e armario y abrirlo.

Seguidamente busco en el algo que ponerme y encuentro un vestido que no es ni muy arreglado ni muy informal, al bastante intermedio.

Me pongo unas medias y cuando lo hago paso el vestido por mi cabeza, busco entre mis zapatos mis vans y cuando las encuentro me las pongo.

Antes muerta que ponerme tacones, eso solo ocurrirá el día de la boda de Peyton y porque está podría asesinarme si uso el vestido con unas bambas.

Cuando estoy completamente vestida me miro en el espejo, comienzo a cepillar mi pelo y hago unas ondas en él, por ultimo me maquillo levemente, rímel y pintalabios.

Justo en el momento en que estoy completamente arreglada suena el timbre de casa, cojo un pequeño bolso y en él meto mis llaves, mi teléfono y unos clinex, estos últimos por si se me va el labial, aunque no me molesto en echar el labial ya que sé que no me haré ningún repaso, la vageza me gana.

Bajo corriendo las escaleras (esto no podría haberlo hecho con tacones, bueno si, pero acabaría con mi cabeza incrustada en el suelo), cuando llego a la puerta abro esta rápidamente y al verlo al otro lado me lanzo a sus brazos, él rápidamente me agarra pasando sus brazos por mi cintura y rodeándome.

Nos separamos un poco para unir nuestros labios.

-Estas preciosa-susurra sobre mis labios, yo sonrío y le vuelvo a besar.

-¿Donde vamos a ir a cenar?-pregunto mientras caminamos hasta su coche.

-Es una sorpresa, si te sirve de consuelo no será un restaurante-su comentario me hace reír, me conoce demasiado bien como para saber que los odio.

-¿No me darás más pistas verdad?-indago y él niega con una sonrisa burlona.

-Tendrás que esperar-responde y yo hago un pequeño puchero, pero dejo el tema.

Unos minutos después el coche comienza a parar.

-¿Que hacemos aquí?-pregunto al identificar el lugar.

Pero no recibo respuesta, simplemente veo bajar a Axel del coche y yo rápidamente lo imito.

Axel me extiende la mano y tomo este movimiento como una señal para que la agarre.

Juntos caminamos hasta la entrada de aquel lugar que conozco perfectamente, aquel que ha sido mi refugio en los peores momentos y él que fue espectador también de los buenos.

-Sorpresa-exclama Axel señalando hacia el frente.

Cuando miro donde él estaba señalando llevo las manos a mi boca sorprendida.

-Es....precioso-digo asombrada viendo la imagen ante mi.

Bajo aquel en el que yo siempre me sentaba había una mesa con dos sillas, una frente a la otro, sobre ella unas velas y frente a cada silla unos platos de plástico.

El lugar estaba levemente iluminado con unos farolillos y junto al lago una manta estirada.

-¿Cuándo has hecho todo esto?-le pregunto girándome en su dirección mientras contengo las lágrimas de emoción.

Nunca me habían hecho algo así de bonito.

-Digamos que no he tenido que cubrir el turno de nadie-responde y yo río.

-Gracias-susurro sobre sus labios antes de besarlo.

-Vamos, la cena se va a enfriar-me dice agarrando nuevamente mi mano.

Me dirige hasta la mesa y me siento en una de las sillas, luego él hace lo mismo.

-Camille me ha ayudado con la cena-me advierte cuando me entrega mi plato.

-Entonces seguro que está delicioso, ¿como está?-pregunto.

-Está bien, te ha echado de menos-me reconoce y yo sonrío al escucharlo.

-Solo me he ido una semana y parece que haya sido un mes-señalo mientras llevo el tenedor a mi boca, hago una seña de perfecto cuando saboreo la comida.

-Que le vamos a hacer, eres esencial-responde con tono burlón.

Pasamos el resto de la cena hablando sobre California y lo que él ha estado haciendo durante mi ausencia.

Luego los dos nos sentamos en la manta frente al lago y a mi mente viene el día de la audición.

-Axel-lo llamo para que me mire, cuando lo hace digo-tengo que contarte algo.

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Holaa!!

¿Que os ha parecido el capítulo?

Espero que os haya gustado ♥️.

Nos leemos muuuchos besooss 😘.

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