Capítulo 8

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POV: Adara

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POV: Adara


Sentir a Enzo me ayudaba. Con sus brazos rodeando mi cuerpo, me ayudaba a calmarme. No concibo perder a Berenice otra vez. No soportaba la idea de no volver a verla. Me daba igual si era un fantasma, que no fuera del todo real... yo sentía que ella aún tenía vida. Aunque probablemente, si eso lo dijera en voz alta, me tacharían de «loca».

Mis ojos ahogados de preocupación se cruzaron con los suyos que me dieron la vitalidad de no sentirme decaída y seguir adelante. Apoyé mi cabeza en su hombro enredando mi brazo en el suyo. Por otra parte, no podía ser más dichosa; Eve, Dan, Declan, Aliza y Dave se encontraban a mi lado. Ilesos. A salvo. Pero como siempre, esa dicha no podía estar completa. Ahora me encontraba en un mar angustioso por Berenice. Y pedía fervientemente que esa tal ella no le hubiese robado otra vez la energía. Detestable destino, desearía saber su nombre. Verla. Pero eso sé que nunca sucederá. Berenice nunca nos hablaba de ella, siempre por temor a que ella le hiciera algo.

Y ahora qué. Sin Berenice no sabíamos dónde ir. Dijo de adentrarnos en la isla, ¿pero íbamos en la dirección correcta? ¿Hacia dónde teníamos que ir? ¿Qué estábamos buscando exactamente? ¿Por qué tenía la sensación de que con cada paso estábamos más perdidos?

—Salir de aquí es imposible. Mi barco. El de Enzo. Han desaparecido. Mejor dicho, Tommy los habrá hecho desaparecer —expresó Declan con el rostro endurecido. Nunca lo había visto enfadado. Él siempre era benevolente, rigiendo el bien, y que no se dejaba llevar por sus emociones.

Un espeluznante silencio nos rodeó, mirándonos unos a otros.

—Estamos atrapados —siguió Dave con un resoplido dando un puntapié a una piedra que lanzó a unos metros.

Me dio un escalofrío y me froté un brazo con fuerza para dejar de sentir esa inquietud que me apresaba a cada segundo.

—¿Por qué os fuisteis de la mansión? —les preguntó Enzo a todos—. Cuando llegamos Adara y yo, nos estabais allí.

—Llegó una manada de hombres armados —explicó Dave—. Venían en nombre de Tommy. Entraron a la mansión y nos vimos obligados a salir de allí sin que nos vieran. Fue Aliza quien los vi por una de las ventanas, sino nos hubieran pillado desprevenidos porque estábamos buscándote en las bodegas. Así que supimos que Tommy estaba detrás del secuestro de Adara porque decían su nombre y que toda la isla pasaría a ser de él cuando se deshiciera de ella —sus ojos brillaron de puro coraje.

—Hay un pasadizo en uno de los barriles —les confesó Enzo.

—Eso deducimos, pero no teníamos tiempo de encontrarlo —continuó Uriel—. Así que como pudimos, salimos a escape y nos ocultamos en la caseta del guarda. Descubrimos una trampilla y nos ocultamos baja ella durante horas.

¡Virgen santa! Por allí pasamos Enzo y yo cuando fuimos al embarcadero creyendo que ellos estaban allí esperándonos. Me sentí estúpida de que ni siquiera reparara en la caseta del guarda.

El latido del deseo. Parte 1 [Deseo Éire #3] © (+18)Where stories live. Discover now