^___^ ## ★ DAMN CUPiD

CAP O9

Al toque del timbre corrió a abrir emocionado, la idea de citar a ambos amigos el mismo día y a la misma hora en su casa, era un poco desconcertante, más no tanto con la excusa de que sería increíble pasar la tarde estando los cuatro juntos.

Seungkwan en tanto, no podía expresar su sentir en ese momento. Su hermano estaba actuando de una manera que desconocía en su totalidad, si bien era cierto que su cita con el pelinegro había salido a la perfección, el que lo invitara a su hogar, era cosa distinta.

Por otra parte, Joshua y Hansol se miraban con el ceño fruncido, preguntándose por la presencia del otro.

— Esperen aquí un segundo ¿sí? –dijo Seungkwan jalando a Jeonghan hasta la cocina– ¿Qué es lo que pretendes Jeonghan? Porque realmente quisiera saberlo.

— Quiero provocarle celos a Hansol.

— ¿Estás loco? Escucha Jeonghan, no quiero discutir, pero lo que estás haciendo es incorrecto. –susurró con tono de preocupación– ¿Estás consciente del daño que puedes provocarle a Joshua? Ese chico te está entregando parte de su corazón y confianza. No puedes utilizarlo así.

— Yo tampoco quiero discutir, además él no es tan tierno como te lo describí la otra vez, así que te pido discreción y que me dejes seguir con esto, sé que funcionará. –musitó a regañadientes saliendo de la cocina, ignorando por completo las palabras de su hermano.

Tenía la cabeza demasiado fuera de sí en aquellos momentos, y aunque su plan también implicaba a su vecino, realmente estaba siendo egoísta, de cierta forma trataría de incomodar a Hansol, sin detenerse a pensar en cómo le afectaría todo acto.

Tomó asiento entre Hansol y Joshua, dejando a Seungkwan a lado del castaño.

— Pensé que sería una cita Jeonghan, o al menos eso fue lo que me dijiste. –susurró el norteamericano en su oído.

— Lo es, más parecido a una cita doble en mi casa.

— Pero el mocoso y tu hermano no son novios o… ¿Hay algo qué me estén ocultando?

— ¡No no no! Es decir… ¿Sabes? Tu y yo tampoco somos nada… Espera, no quise decir eso. Mejor dejémoslo en una tarde de amigos, la pasaremos muy bien, lo prometo. –sonrió guiñándole el ojo, provocando un bufido por parte de Joshua al sentirse cohibido.

La tarde se fue entre risas y frustraciones, pues aquel querido videojuego no podía faltar, y por obviedad, Jeonghan y Joshua eran un total fracaso en ello. Cansado de mirar como yacían 30 minutos que su hermano y su vecino jugaban solos en su propia burbuja, subió a su habitación trastabillando, buscando entre sus cosas aquella caja con el juego que olvidó Hansol la noche que salió corriendo asustado.

Sonrió con malicia al encontrarlo, alzándolo al techo triunfante y sintiendo la emoción recorrerlo de pies a cabeza. Está sin duda era su oportunidad para colocar la cereza del pastel. Es por ello que estaba seguro de que al menos el castaño se incomodaría o sentiría algo ante lo que tenía en mente.

Bajó veloz regresando a la sala deteniéndose abruptamente, empuñando sus manos y mordiendo su labio superior con fuerza al observar como Seungkwan se encontraba recargado en el hombro de Hansol mirándolo como la otra noche.

Carraspeó llamando la atención del tercio

— ¡Chwe! Dejaste esto en casa y pensaba que tal vez… No sé, podríamos jugar, ¿por favor? –suplicó pestañeando repetidas veces en dirección a su vecino, festejando internamente al ver como sus mejillas se tornaban de color carmesí.

— S-sí claro, ¿por qué no? Joshua, Seungkwan, levanten esos traseros, ésta noche será buena.

—¡Espera! Hagamos esto más interesante. –dijo dirigiéndose a la cocina, regresando de inmediato con una botella de vodka en mano.