El chico rubio

Capitulo 2 - La "cena"

Entro en el grande y reluciente edificio, que no tenía nada que ver con un restaurante. Cuando llegaron al piso donde era la "cena de la paz" escuchó el barbullo en el interior. Acomodo su corbata y respiro profundo.

—¿Recuerdas todo lo que te dije?- Pregunto Hyukjae acercándose a la enorme puerta negra con figuras rectangulares.

—Estar atento de lo que se habla, hacer comentarios ocasionales y tratar de recordar mentalmente los puntos claves de la reunión.- Respondió el joven con suavidad. El mayor asintió en aprobación.

Empujó la puerta entrando al lugar. Era una sala amplia, las paredes llenas de espejos, mesas en el centro. Dos DJ's en una barra al fondo, un candelabro colgando, largos sofás de cuero acomodados en un círculo amplio, con una pequeña mesita de cristal en el centro donde solo alcohol había.

Justo frente a él, estaba la mujer que alguna vez creyó era el amor de su vida y no resultó ser nada más que una vil estafadora.

—Buenas noches.- Saludó él y Donghae sentándose en los sofás frente a ella. La que hace seis meses fue la señora Lee, estaba sentada en un mortal vestido rojo del brazo de su "amigo". Lucía hermosa con el collar de perlas que le regaló en su primer aniversario y el brazalete de oro blanco que le obsequió en su cumpleaños. Trato de sonreír de la manera más despectiva y desinteresada posible.

—Buenas noches, te presento a Howeon, un muy buen amigo mío. Me ha acompañado en este triste y desdichado capítulo de mi vida por el que me has hecho pasar.- Exclamo dramáticamente, fingiendo un gesto de tristeza.

—Si, puedo verlo.- Sonrió sin ganas. Recargándose en el respaldo. —Como te ahogas en tus lágrimas.

La mujer se encogió de hombros y cruzó las piernas. Las tacones de aguja de un rojo llameante destellaron en la punta plateada.

—Estamos aquí para hablar, concentrándonos en un punto a la vez, de los términos de la manutención al cónyuge, en esta ocasión la señorita Park Seolyeon, la cual pide una cifra de quinientos mil dólares mensuales. El señor Lee Hyukjae negó la petición y la cambió por quinientos mil wons. Los cuales fueron negados por la señora Park ya que esa cantidad le parece que es insultante. Esto es lo que nos ha traído a esta reunión, queremos que se llegue a un acuerdo de una vez.- Hablo su abogado, un hombre cabal, veterano y jodidamente influyente.

—Seolyeon y yo jamás tuvimos hijos, no le prohibí o negué que trabajara en ningún momento antes o después del matrimonio. He aceptado darte una mensualidad por aprecio hacia ti pero no voy a aceptar una suma tan incoherente.- Replicó con la tensión deslizándose en cada sílaba.

La música se escuchaba en un volumen bajo y suave, las personas que estaban ahí, que fueron invitadas a una fiesta, se removían con la incomodidad. Seolyeon los había llevado para regodearse pero estaba muy equivocada si creía que iba a detenerse. Se suponía que era privado no un maldito circo.

—Tenía una jugosa oferta de modelaje cuando nos comprometimos, la fiesta de la boda y la gira serían en las mismas fechas, por ello necesito la pensión ya no puedo seguir con mi carrera para mantenerme.- Exclamo resentida, fingiendo dolor y nostalgia.

—Usted es muy hermosa ¿No puede conseguir trabajo rápidamente?- Hablo en un tono suave y curioso. Por primera vez mi pasante dijo algo en toda la noche, no pude evitar que una sonrisa se deslizara por mis labios. Fue difícil no voltearlo a ver y decirle "buen chico" mientras le pellizcaba la mejilla, pero lo evite lo mejor que pude. Podía llorar como un crío pero al parecer tiene una forma amable de decirte tus verdades.

Seolyeon tenía los ojos color chocolate clavados en el rubio sentado a mi lado. Su rostro pálido y estupefacto, los delgados y rojos labios apretados con fuerza. Él seguía con la inocencia reflejada en su cara, dulce y adorable. La había acorralado, dos frases y tenía su orgullo puesto en la mesa. Alguna vez amo a esa mujer pero ahora era una completa extraña.