Capitulo 25 - Vibrante

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Donghae saltaba de gusto después de haber colgado el teléfono, se abalanzó sobre su novio lleno de felicidad, le besó la mejilla, los labios y se colgó del mayor como si fuese un koala. Hyukjae solo recibía las muestras de amor con una enorme sonrisa.

—Mamá me llamó y ha dicho que está de acuerdo con qué me quede a vivir contigo, además de que se disculpó por su comportamiento.- Dijo el rubio con una enorme sonrisa en su dulce rostro. Las mejillas estaban sonrosadas y los ojos castaños brillantes, parecía un rayo de Sol, resplandeciente y luminoso por sí mismo.

—Estoy tan feliz por ti, sabía que tarde o temprano vería la realidad de las cosas.- Alentó el moreno acariciando los cachetes de su novio.

—Es fantástico, no me gusta pelear con mamá o alguien de mi familia. Los amo mucho así que el hecho de que aceptara mi decisión es fantástico.- Donghae enreda los brazos en el cuello de Hyukjae, éste último acababa de salir de la ducha por lo que solo traía una toalla amarrada a la cintura. El moreno lo recibió bastante alegre.

—Yo también te tengo una muy buena noticia.- Dice el mayor, quien abraza al joven por la cintura acercándolo aún más a su cuerpo algo...húmedo.

—¿Enserio?- Donghae da pequeños saltitos sobre sus pies viendo los ojos oscuros y brillantes.

—Me ha llegado ese pequeño papel que dice que legalmente estoy divorciado.- Comunica Hyukjae, disfrutando de la reacción de su joven novio. De ver como brilla aún más, de observar esos lindos ojos castaños llenarse de alegría y lágrimas. Parecía que Donghae era el que acababa de divorciarse de una loca ambiciosa.

—¿No estas jugando conmigo?- Pregunta a la vez que aprieta sus dedos en los amplios y desnudos hombros del moreno.

—Sería incapaz de hacer algo así.- Responde el otro en tono serio.

Hyukjae se acerca hasta juntar su frente con la del rubio, después sus narices, inclinan la cabeza ligeramente hacia un lado hasta unir sus labios en un dulce y tierno beso. Saboreando los labios del otro, mostrando su felicidad y goce en suaves y tiernos toques. Cuando se separan, apenas hay un par de centímetros entre ellos, se niegan a alejarse.

—Te compre algo, no se si lo has usado o no, pero cuando lo vi en la tienda no pude evitarlo.- La voz de Hyukjae sale en un susurro grave y ronco que hace que el rubio se estremezca satisfactoriamente.

—Que...- Murmura Donghae, pero es incapaz de decir algo más cuando los labios del moreno van hacia su oído.

—Fui por lubricante de fresa comestible, mire en uno de los aparadores diferentes modelos de un objeto interesante y bastante común en realidad. Si no te gusta o no quieres lo entiendo...pero aún así...

—Hyuk.- Llamó Donghae, empezando a sentirse acalorado, cada vez más, especialmente cuando le dijo lo que compró y le preguntó si quería hacerlo. El rubio solo asintió con demasiado énfasis, sintiendo como su virilidad empezaba a despertar.

El mayor estaba a punto de hablar cuando el teléfono de la casa comenzó a sonar, Hyukjae le pidió que se pusiera cómodo, Donghae asintió no sin antes echarle un vistazo al bulto bajo la toalla, se relamió los labios solo de pensar en lo que venía.

—Si...- Respondió el mayor con seriedad, girándose para ver a su joven novio quitarse los pantalones y la camiseta.

—Si, estoy mejor...- Continuaba respondiendo Hyukjae a su jefe. El rubio luchaba con las agujetas de sus zapatos, mientras le provocaba una sonrisa al mayor.

—En dos semana, si ahí estaré. Gracias señor...- Respondía el moreno. Agradeció y se despidió del señor Kim antes de colgar, le dio dos semanas más libres debido a su delicado estado, aunque técnicamente ya lo dieron de alta y estaba en perfectas condiciones, según las palabras del doctor. Su jefe no quería que lo demandaran por explotación laboral, lo cual era irónico debido a que él era abogado y tenía un bufete.

El chico rubioWhere stories live. Discover now