Inmarcesible •Seungpyo•

•02•

Exactamente pasaron 60 días desde ese horrible acontecimiento, 60 días en los que Seungwoo ni siquiera se había acercado al departamento que compartía con Dongpyo dejándolo a su suerte.

60 días de sufrimiento del pobre omega que llamaba a su alfa sin obtener una respuesta.

-Vamos Pyo, debes comer algo-  Hyeongjun llevó la cuchara de sopa hasta la boca del pelinegro pero éste  simplemente volvió acostarse escondiéndose bajo las sábanas.

Desde esa madrugada en la que Dongpyo lo llamó, Hyeongjun no se ha despegado de el cuidándolo día y noche.

-Me cansé- Hyeonjun se levantó hasta llegar al lado de Dongpyo, le quitó las sábanas y a regañadientes sentó al omega- Esto no es sano tanto para ti como para el- dijo señalando su vientre- Dongpyo, sé que todo lo de Seungwoo te tiene así pero tienes que cuidarte, tienes una vida en tu vientre maldita sea.

Llevaba días sin hablar, llevando tan solo una mirada apagada y vacía, sus ojos viajaron a la sopa que estaba sobre la mesa de noche y sintió como su estómago se revolvía.

-levantate, toma un baño y arreglate- decía el castaño mientras arreglaba la habitación, abrió la ventana ya que el olor a tristeza estaba poniendolo ansioso, apenas y lograba diferenciar el olor a vainilla y durazno característico de Dongpyo.

-No tengo ganas de salir- miró a Hyeongjun mientras abrazaba sus piernas y escondía su cabeza.

-Me importa un blendo, hoy tienes la cita con el doctor así que si tengo que cargarte hasta allá lo haré o llamaré a Hangyul para que me ayude- Dongpyo supo que no le quedaba de otra así que se levantó arrastrando los pies.

Media horas después de haberse alistado se encontraban en el auto de Hangyul rumbo a la clínica.

Dongpyo miraba como la pareja interactuaba lo cual le causó envidia.

¿Por qué el no podía ser feliz?

¿Quién querría un omega con un lazo roto y un cachorro? Nadie.

-Por lo que veo todo va bien así que no hay de que preocuparse- decía el doctor mientras movía el aparato sobre el vientre de Dongpyo apenas abultado.

-Procura que tome esto- el doctor le tendía una receta a Hyeongjun- son vitaminas eso le ayudará ambos y espero verlos el siguiente mes- el beta los despidió con una sonrisa.

-¡Mira Pyo, es muy pequeño!- el omega castaño realmente estaba emocionado de ver la ecografía de su sobrino.

-Jun debemos ir a traer las vi..- el castaño que hasta el momento se mantuvo en silencio habló pero sus palabras fueron cortadas al doblar la esquina del pasillo y sentir algo o más bien alguien chocar contra el, cerró los ojos esperando el golpe contra el suelo pero éste nunca llegó.

-¿Te encuestras bien?- una dulce voz se escuchó así que abrió sus ojos un poco confundido.

-Aah.. yo.. sí, estoy bien- vio como un chico le sonreía y un olor a café y tierra mojada llegó a sus fosas nasales sonrojandose al darse cuenta que olisquio el olor un poco más disfrutandolo.

-Lo lamento no te vi ¿te parece bien si te invito a cenar en forma de disculpa?- sonrió al notar el pequeño sonrojo del omega frente a el.

-Yo no cre...-

-¡Claro que le encantaría cenar contigo!-

Hyeongjun que hasta el momento se mantenía de espectador interrumpió a su hermano.

-Me parece bien entonces, por cierto soy Seungyoun, Cho Seungyoun un gusto- el alfa tendió su mano.

-Son Dongpyo- dijo el omega estrechando su mano con la del alfa.

Claro que ninguno de los presentes se percató de la mirada que recibían al otro lado del pasillo.