🕯Visitas imprevistas🕯

1.1K 84 14
                                    

No podía pegar el ojo, bueno si podía pero algo dentro de mi no quería.

Había estado sintiéndome muy rara los últimos días, más bien, mejor de lo esperado, los extraños sueños habían desaparecido dando paso a unas noches tranquilas sin tanto ajetreo, me sentía más descansada al poder dormir como se debía y con eso me refería a deja de pensar en cosas incoherentes.

La mañana anterior al despertar noté que las horribles ojeras no estaban, incluso podría decir que mi presencia retomaba ese brillo que siempre creía tener.

Mamá incluso noto lo bien que había amanecido y fueron más que predecibles sus comentarios sobre lo anterior mencionado.

Si me sentía estupendamente, las ganas por hacer de todo volvían y la motivación era un punto que me impulsaba, había salido con mis padres a una cena que fue sin duda  distractora para mi y bastante divertida, sentía que la yo de antes volvía pero había algo que me molestaba y no sabía con exactitud qué era...

Agotada ingresé a mi cuarto el cual por la iluminación casi quedé cegada, había acostumbrado a dejar las cortinas cerradas y extrañamente se sentía cálido y no frío, todo... era extraño.

Tan familiar como ajeno que estoy algo asustada, quizás comenzaba a estabilizarme, tal vez esté en una nueva etapa de superación, dejando atrás el dolor, pero esa espina no deja de molestarme por dentro.

Intente ambientar el espacio colocando algo de música, necesitaba recuperar mi vida, quería recuperar lo que viví, y estaba dispuesta a hacerlo, cambie muebles, organice mis libros, limpie mi guardarropa, la cama la tendí millones de veces, baile hasta agotarme al ritmo del buen Harry Styles y sonreí, quería llorar porque me sentía yo misma, sentía como me habían devuelto una parte de mí que sin duda necesitaba.

Entonces riendo me puse de pie dispuesta a colocar más canciones de mi gusto en el reproductor, cuando escucho la puerta ser tocada.

—Pase— digo lo suficientemente alto para ser escuchada y la puerta no tarda en ser abierta dando ver a mi madre que miraba alrededor curiosa.

Se fijó en mi y alzó una ceja—¿Qué ocurrió?, escuché muchos ruidos—me reí por su cara ya que sin duda provoqué mucho alboroto y de tanto bailar me había caído.

—Estoy haciendo limpieza profunda, ¿no es obvio?— digo sonriendo a lo grande, ella aún me ve algo extrañada y se acerca para poner su mano en mi frente—¿que ocurre?— suelto una risita por su comportamiento.

—Okey linda—me toma de las manos para juntas dirigirnos a la cama y sentarnos la una al lado de la otra, me mira con intriga—¿Pasa algo? ¿Te sientes bien?, desde la mañana has estado muy...

—Muy qué...?

—Alegre.

Suspiro—Todo está bien mamá, me siento estupendamente, es como si las ganas de vivir hubieran regresado a mi, esa energía que creí perder, la esperanza... Estoy genial.

Mi madre asintió sonriendo —Okey cariño, lo entiendo y no tienes idea de cuánto me alegra verte así—asiento muy entusiasta por la respuesta de mamá por lo cual no pude evitar lanzarme a ella para envolverla en un cálido abrazo—por cierto, creo qué hay algo abajo que te pondrá más feliz de lo que estás...

Se separa y le miro con la ceja alzada, antes de poder abrir la boca escucho pisadas que aseguraba era de alguna manada de elefantes, y en un abrir y cerrar de ojos me vi tirada en la cama abajo de varios cuerpos femeninos.

—¡Dios Mío!, no tienes idea de cuánto te extrañé, no vuelvas a irte de esa manera maldita loca—escuché  una voz que me es bastante conocida pero por mas que intento ver, una cabellera negra me lo impide, ese cabello, Nara..

𝐉𝐞𝐨𝐧'𝐬 𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐞𝐫; JJK [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora