Escribiendo música en su piel ©

•LIA•

"Fotito de Mario"

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Capitulo 4:

-Lucas-

-Si, es que...-Balbuceaba mientras pensaba en alguna excusa creíble- perdí el papel y he estado bastante ocupado.
Conteste aun confundido por la situación.

¿Porque estaba hablando con una chica que ni siquiera conocía a esas horas de la madrugada?

-No te preocupes, me lo imaginaba, por eso conseguí tu numero de teléfono.

-¿De donde lo sacaste?
Pregunte curioso.

-Un mago nunca desvela sus trucos Lucas.

-¿Entonces...tampoco me dirás como sabes mi nombre no?

-Oh, eso es bastante obvio, ayer os oí a ti y a tu amigo hablar, en un tono bastante alto, entonces escuche como te llamaba Lucas, e imagine que seria tu nombre.

-Tiene bastante sentido- Decía mientras me frotaba los ojos con las manos- y tu, ¿como te llamas?

-No te lo pondré tan fácil, teniendo en cuenta que, para empezar perdiste mi numero de teléfono.

-Yo... Lo siento.
Dije sintiéndome culpable al recordar como lo tire vilmente a la basura.

-¿De verdad quieres saberlo?

-Estaría bien saber el nombre de la chica que me invito ayer a todas las rondas de cervezas, me dio su teléfono, el cual perdí, luego descubrió misteriosamente el mio, y que me llama a estas horas de la madrugada.

Las suaves risitas de la chica al otro lado de la linea provocaron que mis labios de arquearan sutilmente.

-Esta bien Lucas, baja.
Dijo decidida.

-¿Baja?
Pregunte algo sorprendido

-Si, baja, ahora.

-¿Estas en el campus?

-Estoy en la puerta.

-¿Que haces a estas horas en la puerta de mi universidad?

-Eso es indiferente, quieres saber mi nombre, aquí te espero.
Dijo y finalmente colgó.

Mire a todas partes descolocado completamente, en un rápido acto reflejo asome la cabeza por mi ventana, pero estaba demasiado oscuro para ver nada.

¿Que acababa de pasar?

Todo esto parecía ser un simple juego para ella, ¿Y yo le hiba a seguir el hilo?

Aunque sabia que no era lo correcto la curiosidad consumía cada célula de mi cuerpo.

Esta chica era de lo mas misteriosa.

Me arme con unos zapatos y una chaqueta y salí de la habitación intentando hacer el mas mínimo ruido posible.

"La curiosidad mato al gato"
Me decía mientras seguía avanzando por los pasillos, y aunque era consciente de ello no me detenía.

La gélida brisa de la noche choco contra mi cuerpo al salir por la puerta principal, me abrace a mi mismo, mientras pensaba en volver a la habitación.

Antes de decidir nada una ágil sombra negra moverse llamo mi atención.

Tenia que ser ella, si me había visto, ya era tarde para dar vuelta atrás.

Seguí avanzando mientras miraba a todas direcciones, como alguien me viera pensaría que estoy completamente loco.

Una débil farola iluminaba un poco la carretera, avance decidido, pero allí no había nadie.