𝓙𝓾𝓻𝓸 𝓢𝓸𝓵𝓮𝓶𝓷𝓮𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓺𝓾𝓮 𝓶𝓲𝓼 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓷𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 𝓷𝓸 𝓼𝓸𝓷 𝓫𝓾𝓮𝓷𝓪𝓼
𝐁𝐈𝐄𝐍𝐕𝐄𝐍𝐈𝐃@ 𝐀𝐌𝐈𝐆@ 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑𝐇𝐄𝐀D
Una pregunta:
¿Alguna ves has querido que tú shipp favorito se haga realidad?
O que TÚ o TU OC est...
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Slughorn tenía sus inquietudes con las purezas de sangre. Claro, siendo una persona avariciosa y digna de las características de un slytherin, tampoco abriría la boca para admitir frente a sus estudiantes y compañeros de trabajo, la mentalidad que lo centraba.
Saliendo de el último entrenamiento de Quidditch, se encontró de frente con el menor de los Black, que la esperaba cerca de los vestidores.
— Toma, te traje jugo de calabaza.
— Gracias Regulus, eres el mejor.
Dio un beso a su mejilla, tomando la botella y abriéndola para refrescarse.
Conocía a ese chico desde segundo año. No estaban en la misma clase pero lo había conocido el día del banquete de bienvenida. Conversaron toda la cena, hablaron en la sala común hasta hartas horas de la noche y se volvieron confidentes en un chasquido.
— Espérame unos diez minutos. Iré a ducharme. Oye, ¿Puedes decirle a tu hermano que..?
— ¿Decirme que, Turner?
Sophia rodó los ojos. No podía ni mencionar al famoso Gryffindor, ya que terminaba apareciendo como espíritu en un ritual.
— Ya ni puedo tener unas horas de tranquilidad.. Nada, Black. Solo era para notificarte que ya tengo acompañante para la fiesta de navidad del profesor Slughorn. Puedes dejar de mandarme cartas cada día, en cada almuerzo, de cada hora y de cada clase.
Una mueca de fastidio fue lo que encontró en la cara de Sirius, que se cruzaba de brazos y bufaba para reír, acercándose más a la chica y poder verla directamente a los ojos.
Había entendido con los años, que la única manera de que la dejaran en paz, era poner su mentón lo más levantado posible y tomar cartas en el asunto. Y con los merodeadores siempre chiflando, era hora de ponerlos en su lugar.
— ¿Con quien iras? ¿Con el flacucho y torpe de mi hermano?
Regulus dio varios pasos al frente, dispuesto a darle un merecido a la única persona que le había tenido respeto y cariño hacia unos años, antes de que las cosas cambiaran.
— Ni te atrevas, de verdad no sabes con quien..—la mano de Sophia le interrumpió el paso. No por venir de una familia adinerada y con buen estatus, se dejaría engañar de esa forma.