Capítulo 7

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Camino de un lado a otro en mi habitación

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Camino de un lado a otro en mi habitación.

Los tacones hacen estruendo en el suelo, aumentando mi nerviosismo. Me vuelvo a mirar en el espejo.

El vestido negro ajustado me hace lucir una figura decente, incluso más delgada. Los rizos que me hice con fijador de cabello caen de forma natural sobre mis hombros y he optado por un maquillaje sencillo, aunque el delineado resalta más.

Si hay algo que me gusta de mi cara, son mis ojos, así que he decidido resaltarlos.

No es que supiera hacer algo mejor que eso, aunque estuviese practicando toda la mañana para que me quedase bien.

—¡Allyson! ¡Te busca un chico! -!—exclama mi madre desde el piso inferior.

Entro en un momento de pánico y empiezo a caminar en círculos, hasta coger mi pequeño bolso y lo cuelgo de mi brazo izquierdo. Salgo de mi cuarto y me dispongo a bajar las escaleras con cuidado, debido a que me podría romper una pierna por el simple hecho de llevar tacones. Una vez en la sala, mi mirada capta los ojos de Ed.

Lleva puesta una camisa blanca, remangada hasta sus codos con algunos estampados que no logro distinguir, y unos jeans de mezclilla oscura.

El olor de su perfume llega hasta mí. Lleva su cabello natural, y guarda sus manos en los bolsillos.

—Hola Ed —saludo y camino hasta él para darle un beso en la mejilla.

Él hace lo mismo y me giro hacia mi madre.

—No te preocupes, no llegaré tan tarde —le digo y sonrío—. Edward me trae.

Ed hace un gesto de asentimiento y sonríe de lado.

—No se preocupe Señora Smith, puede confiar en mí.

Acto seguido, salimos por la puerta principal y veo que hay un auto justo frente a mi casa.

—Por cierto, disculpa por no decirte antes pero te ves en extremo linda esta noche —susurra Edward cerca de mí.

Siento el calor subir por mi cuello y musito un "gracias" por lo bajo y le sonrío.

—Mi amigo Adrian nos llevará -dice y caminamos hacia el auto.

Entonces me percato de quién es Adrian.

Es el chico rubio de ojos claros.

El chico al que le eché pintura azul en la cara.

—Creo que no le agrado mucho a tu amigo —digo.

Ed me lanza una mirada comprometedora junto a una sonrisa siniestra como si supiera de lo que yo estaba hablando.

Acto seguido, abre la puerta trasera, y en el momento que voy a entrar, me doy cuenta de que no estoy sola.

Morphine © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora