Morphine © [✔]

Capítulo 35

Un mes después.

Poco me importaba que los segundos parciales no comenzaran hasta abril, me había convencido a mí misma de quedarme una hora extra en la biblioteca cada vez que terminasen las clases, y así lo he estado haciendo.

Revisaba todo lo que dábamos cada día, y me lo aprendía, además de hacer las tareas que dejasen. Tenía paz y tranquilidad. El lugar estaba casi siempre vacío de todas formas.

Y hoy, no fue la excepción.

Ni siquiera me importó que fuese mi cumpleaños.

Ni mucho menos que fuese catorce de febrero.

Sí, mi cumpleaños es el catorce de febrero.

Toda la escuela estaba decorada, desde la primera planta, hasta la cuarta, de adornos cursis con colores rojos, rosados y blancos. Muchos chicos se declararon, muchas parejas demostrando su amor, y a mí dándome igual el mundo. Ahora solo vivía por conseguir una carrera decente, mi vida social había dejado de importarme hace mucho tiempo.

Meto los libros en la mochila, y sostengo el que tomé prestado para colocarlo de vuelta en su lugar.

David no vino hoy a la escuela. Me pareció un poco extraño, debido a que no ha faltado más ningún día, y siempre aprovecha algún tiempo a solas conmigo para que le explique el contenido faltante. Pronto tendría esas pruebas y no podía desperdiciar ni un solo segundo.

Luego de salir de la biblioteca, y de la escuela, me quedo estática en la acera.

Podría regresar a casa, y tener una pequeña cena con mi mamá y esa sería mi celebración.

Podría llamar a Sophia y Vanessa para ir al Kandie y cenar juntas.

O podría ir yo sola al centro comercial y comprarme un autoregalo.

Me decido por la última.

Mis pies giran en dirección contraria a mi casa, y avanzo por la acera que dobla hacia el centro comercial.

No es que sea un gran problema para mí estar sola de todas formas.

En las calles hay varias personas, al parecer paseando y compartiendo su tiempo en el día del amor y la amistad.

Ridículo.

Conecto los auriculares a mi teléfono celular, y hasta mi música se burla de mí.

Sugar, de Maroon 5 comienza a sonar, haciendo que el paisaje del centro comercial al acercarse a mi cara, se vea como una auténtica película romántica.

Cambio la canción inmediatamente, antes de que me dé algo por el subidón de azúcar.

Sí, The 1975 está mejor.

Me paro en las escaleras eléctricas, y espero a que me lleven hasta la primera planta.

Arrastro mis pies por el suelo resbaladizo, y puedo notar la mirada de la gente sobre mí.