Capítulo 4: Promesa y silencio.

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—Es mi culpa —Zayn le dice después de permanecer en un largo e infructuoso silencio—. Y comprendo los motivos por lo que no deseas verme ahora mismo.

Él rebosaba juventud, en la más singular de todas las ocasiones. Zayn tenía el cabello menos largo y llamativo que la última vez que pudo verle, además de ese carácter desinteresado que en nada contrastaba con sus ojos llenos de significados. No llevaba un traje de oficina ni mucho menos el estrés que debía siempre quedarse en silencio. Estaba delgado hasta lo recóndito de sus preocupaciones y no dejaba en ningún momento el movimiento estúpido de sus cejas.

Quería buscar las maneras para burlarse de él en todos los sentidos, pero Harry estaba débil como para retener el rencor mucho tiempo.

—¿Y qué sigues haciendo aquí? —Harry preguntó y le miró con la dureza que jamás desposeyó cuando se trataba de él. Zayn suspiró aún de pie.

Conoce a Zayn desde que tiene ocho años. Han crecido en las ambiciones salvajes del otro; aunque Harry permitió casi una eternidad que Zayn fuera a parar a sus brazos protectores de hermano mayor cada vez que a su padre le invadía una rabia terrible e impotente cuya crueldad dejaba manchas de sangre en los pasillos. Ha cuidado de él desde los once, perdió el dominio de sus responsabilidades y no dudó en proteger a toda costa sus alas de inocente inclusive a los veinte.

Pero ahora en el presente estaba horrorizado de formas que su alma pútrida desechó con desprecio. No tenía siquiera el dote sobresaliente que fue suyo alguna vez para poner a Zayn en una arcilla y mandarlo lejos a donde los recuerdos no existían.

Se encontraba echado tal como un desastre sin remedio, viejo y severo, consciente de que su hermano tenía además aún la mente de un cachorro soñador.

—Voy a hacerme cargo de ti. Lamento no haber llamado antes, ha sido mi culpa y me haré responsable del daño que causé —Sus disculpas mezquinas le causan dolor más allá del pecho, pero no dice nada. Zayn le mira con paciencia, como el niño que se guardó en el corazón hace ya tanto tiempo—. Harry, enserio me encuentro muy preocupado por ti. ¿Qué estupideces hiciste para llegar a este punto?

Al otro extremo de la habitación, estaba aquella silla desocupada. No le sugirió tomarla. Se quedó atrapado en sentimientos legítimos que no deberían encontrarse en su interior sino en el espíritu que descendióy ese que le pertenecía.

Era un alfa despistado, a veces. Aunque incapaz de pensar y expresarse modestamente también. Zayn caminó los últimos pasos hasta quedarse exaltado en frente de él, con su boca torcida y los ojos grandes haciéndose claros por el cielo con nubes en la ventana.

Harry le sonrió de medio lado.

—¿Sabes que voy a morir, Zayn? —Le preguntó cuando murmuró con pena. Las ventanas estaban abiertas, con tan poco aire y escueta luz. Se sentó desde su sitio y le dejó ver por cuántos abismos había tropezado—. Estoy seguro de que lo sabes. Vamos.

Aunque no era verdad que llevaba el bálsamo de lo imperdonable y el coraje irremplazable que enturbiaban los caminos de sus emociones humildes. No quería sino que Zayn quedara sumido entre las espinas que su padre creció para los dos, quería y tanto deseaba, que su hermano llevara la carga de la tristeza que bien merecía por otorgarle abandono, incluso cuando sabía que lejos estuvo de ser uno.

Zayn se sentó sin permiso en la silla con dueño. Él apartó la vista.

—Olivia le aseguró a Byron que -

Harry levantó una mano para detenerlo.

—No... —Él lo observó dudoso—. Ella no lo sabe, ¿de acuerdo? Olivia no puede sólo decirle algo así.

Brújula (Nueva Versión)Where stories live. Discover now