•⋯ ¢αριтυℓσ 15 ⋯•

1.6K 174 3
                                    



⇾┌─────────────────────────────────┐。

━━「 CAPÍTULO 15 」━━

▭▬▬▬▬ "de accidentes y enfermería" ▬▬▬▬▬▭

▭▬▬▬▬ "de accidentes y enfermería" ▬▬▬▬▬▭

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

。└─────────────────────────────────┘⇽





Nico Di Angelo.



Hazel me había rogado que fuera a la enfermería a conseguirle una pastilla para sus días. Ya saben, los días de chica. Mi hermanita apenas si se movía en la cama. Solo quería amor, dulces y jugar en la consola que le había regalado su amiga rubia.

Así era Haz, cada vez que estaba en sus días. El problema es que había perdido la práctica en esto, entonces no sabía cómo tratarla. Trataba de consentirla lo más que podía, pero después de un día completo con ella en ese estado, me di cuenta que era mejor dejarla tranquila y que me llamara cada vez que me necesitara.

Por lo que a la primera oportunidad que tuve de salir de mi cabaña sin que pareciera que escapaba (que en realidad si lo estaba haciendo) me largué de allí.

La enfermería no estaba muy lejos de las cabañas, por lo que no me demoré demasiado en llegar. No me molesté si quiera en tocar la puerta, simplemente me abrí paso a la sala utilizada por los hijos de Apolo.

Esperaba encontrarme con la tranquilidad que caracterizaba la enfermería, pero fue todo lo contrario. Parecía un campo de combate y estrategia.

Diez de las camillas estaban ocupadas por semidioses que no parecían tener ni un rasguño. Probablemente estarían inconscientes. No es algo extraño en el campamento tener semidioses que terminan durmiendo a la fuerza en la sala de salud, comúnmente se debía a golpes con el armamento o peleas en el entrenamiento.

Pero en ésta ocasión no parecía ser algo normal. Al parecer se encontraba toda la cabaña de Apolo reunida alrededor de una mesa instalada para la ocasión. Por el suelo y sobre la mesa se encontraban desparramados libros de medicina y patologías. Parecía algo serio.

Incluso ni se percataron de mi dramática entrada.

Pensé en retroceder y volver a dirigirme hacia mi cabaña, pero con solo imaginar lo que me diría Hazel si no le llevaba las pastillas, recobré la fuerza y me acerqué al hijo del Sol que más conocía, Will.

¢υαη∂σ ℓσѕ αñσѕ тєямιηєη. η∂αDonde viven las historias. Descúbrelo ahora