Mi brillo de felicidad [Glam x Chess] [METAL FAMILY]

Cicatrices

:[Narra Glam]:

El sonido de la regla al estrellarse contra mi antebrazo sonaba cada vez más fuerte. Una, y otra, y otra y otra vez. El dolor incrementaba y las lágrimas no demoraron en salir. Ya no era como las otras veces, ¿Cuándo fue la última vez en que había hecho enojar a mi padre de esa manera, al punto de sentir como la sangre se derrama por mi brazo? Las suplicas de mi madre pidiendo que parara no sirvieron de nada, parecía que no iba a parar hasta destruirme la piel. Traté de mantenerme firme, pero no podía. Sentía como su autoridad se apoderaba de mi y la satisfacción de hacerme sentir inferior se reflejaba en sus ojos. 

- Cada día... Cada día practicaré música, padre. 

Mi respiración era agitada, eran grandes intentos para no quejarme del dolor. A partir de ahí, me creyó, yéndose con su vaso de Whisky, ignorando por completo a mi madre, quien estaba en una esquina. Claro padre, tienes que alimentar tu sentimiento de culpa emborrachándote, haciendo como si nada pasara. Antes de irse, me exigió que me bañara, junto a esas frases las cuales ya no me hacían sentir nada, más que asco. ¿Es que podría haber algo peor? No me sorprendería que un día de estos me matara.

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Ingresé a mi cuarto después de que Rowd lo revisara como siempre, este deseándome las buenas noches y cerrando la puerta. Con vendaje en mano, empecé a tratar mis heridas, haciendo el intento de no poner mucha presión, el ardor y tensión del brazo era fuerte, pero tolerable. Por lo menos a comparación de hace un rato, lo era. 

Solté un pesado suspiro, llevando mi atención hacia el reloj, solo para darme cuenta que estaba tarde para reunirme con aquel chico... Que ahora que lo pienso, nunca le pregunté su nombre. "No me interesaba" de todas formas, pensaba al respecto mientras me quitaba la bata, para empezar a vestirme. Equipé mi reloj de bolsillo como siempre, por suerte allá afuera no hacía tanto frío, por lo que la elección de ropa no consumió tanto tiempo. Amarré sábana con sábana, esta pudiendo llegar al suelo y estar sano y salvo. Bajé con cuidado y, con un hilo, jalé para ocultar la soga que había creado. 

Corrí lo más rápido que mi cuerpo me permitía, por lo menos para no llegar más tarde de lo que la hora marcara.

- Lamento haber lleg... - No había nadie. ¿Se habría ido? Revisé la hora. Era imposible.

Bufé, ni modo, tendría que esperarlo. A mi tampoco me hubiese gustado que se fueran solo por una leve demora. Entré a aquel callejón a esperarlo, cerrando los ojos y dejando pasar el tiempo con paciencia. No fue hasta que un sonido de un líquido cayendo me hizo abrirlos, encontrándome con una silueta que me hizo gritar del susto después de procesarlo por tres segundos. 

Uh... Era él.

- ¿¡Que hacías escondido ahí!?

- ¿Escondido? ¡Te estuve esperando por una hora!

- ... Dijiste luna llena, por lo mismo esper...

- Media noche, ¡Dije media noche! ¿¡Por qué diría luna llena!?

Nos retiramos del lugar, él disculpándose y yo todavía un poco fastidiado. El fastidio duró poco de todas maneras, aquellos rasgos del contrario que me hacían sentir mejor no tardaron en aparecer, por lo que le regalé una pequeña sonrisa tímida. Parecía estar satisfecho, parece ser que era raro verme sonreír de manera natural o no tan... maniaca, como él debió haber pensado.