CAPITULO 4:RIVALES

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Pasaron unos días y mi relación con Arán iba muy bien; nos veíamos siempre en el receso y luego a la salida para llevarme a casa

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Pasaron unos días y mi relación con Arán iba muy bien; nos veíamos siempre en el receso y luego a la salida para llevarme a casa.

Cierto día, me encontraba en clase, entra el profesor de turno y presenta a un chico nuevo… Su nombre es Juan y tenía una personalidad muy suelta y una sonrisa encantadora, se sentó a mi lado y rápidamente nos hicimos amigos, teníamos muchas cosas en común; como la vocación por la medicina entre otras más.

Se notaba que también era de buena familia igual que Arán, pero él era mucho más sencillo y odiaba los perjuicios sociales.

En el receso el me invito una empanada, él me quería comprar más cosas, pero yo le dije que no se molestara; en ello se le acerca una chica muy cariñosamente y Juan me la presentó como su mejor amiga, ella con una sonrisa me extiende la mano y me dice:

_Hola! me llamo Angie

Yo le respondí el saludo de la misma manera. Entre los tres pasamos un buen rato; en eso, aparece Arán y me saluda con un beso.

Yo les presento a mis nuevos amigos, pero resultó ser que Arán y Juan ya se conocían de mucho más antes y no parecía que se llevarán muy bien.

Lo noté  por la forma en cómo se miraban, y cuando Arán lo tuvo frente a frente dijo:

_vaya vaya, pero que tenemos por aquí; a Juan Bueno el más pavo de toda la secundaria.

Juan sólo se sonrió y dijo:

_Arán Materazzi! el más arrogante de toda la secundaria.

Si las miradas mataran, ni Arán ni Juan seguirían aquí con vida…la verdad que no me gustó para nada estar entre los dos en medio de la disputa. Simplemente ellos no se llevaban por algo que pasó en el pasado.
Angie y yo intentemos calmarlos; así que me lleve a Arán a un lugar más tranquilo para poder hablar de lo sucedido. Él respiró hondo y dijo:
Juan y yo tenemos una rivalidad desde que éramos muy pequeños, simplemente no nos llevamos desde un principio y hemos competido para ver quién era mejor que el otro desde entonces. 

Yo me quedé callada, me parecía totalmente absurda la razón de por qué no se llevaban, pero conocía el carácter de Arán y sabía que no iba a cambiar su forma de pensar: que él mismo se tenía que dar cuenta de que esa supuesta rivalidad era toda una tontería.

El me hizo prometerle que ya no me juntaría con Juan yo se lo prometí para que esté más tranquilo, pero crucé los dedos en esa promesa a escondidas de él y seguiría hablando y conociendo a Juan.

En ese tiempo se hizo muy amigo mío, ya que me parecía una buena persona, muy noble y sencillo; no como me contó Arán, que si se llegaba enterar de esto, seguro se enojaba y bastante.
Mientras tanto en otro lado de la universidad, Sofía se encontraba muy estresada, ya que no sabía nada de su celular que se le cayó en el peculiar encuentro con el chico misterioso; y, aunque ya tenía uno nuevo, igual quería recuperar el suyo.

En eso le llega un mensaje de texto a su nuevo celular que decía:
Hola chica  chispas ! si quieres recuperar tu celular, ven a verme al cafetín a la salida; no tardes si en realidad lo quieres recuperar…
Ése mensaje le llenó de mucha cólera a Sofía que empezaba a contar los segundos para que ya llegue la hora e ir a ver al misterioso que rajo su celular.

Al acabar su última clase, va corriendo rumbo al cafetín muy enojada y encuentra al chico; le preguntó quién le había dado su número a lo que el chico solo se rio y dijo:

_Vaya… así de enojada hechas pura chispas

Ella con mucha seriedad le responde que su nombre era Sofía y no chica chispas como él le decía y le vuelve a preguntar quién le había pasado su nuevo número y él le respondió que fue su primo Victor.
Sofía en su mente dijo que iba a matar a su primo cuando lo llegue a ver.

En eso el chico misterioso saca el celular y le dice:

_toma chis…; perdón, Sofía. Espero volverte a ver pronto…

Ella le responde con un:

_hasta NUNCA

Y se marchó; el chico misterioso le gritó:

_Por cierto , Ahi Te deje  mi número por si quieres  hablar y…Mi nombre  es Samuell…
Ella lo escuchó todo, pero hizo como si no hubiera oído nada.

Ya en casa, Sofía más calmada no dejaba de pensar en el tal Samuel y en el por qué no dejaba de pensar en él, pero sentía una gran cólera por ese muchacho y al mismo tiempo lo extrañaba… hasta habían veces que inconscientemente escribía el nombre de Samuel en su diario; en el donde ella tenía frases y fragmentos de su día a día y en especial de sus sentimientos y todo lo que le acontecía. Samuel, por su parte, le pasaba lo mismo; no dejaba de recordar a la chica chispas de nombre Sofía.

A Samuel, Sofía le parecía la chica más engreída y enojona que había conocido y no le caía, pero igual no dejaba de pensar en ella y en su bello rostro; después de un suspiro dijo:

_será que me estará empezando a gustar la chica chispas?

Mientras que el amor en unos empezaba a nacer, en otros no les iba tan bien. Arán y Sol empezaban a tener muchas peleas y se fueron dando cuenta de que ambos habían cambiado y que ya no eran los mismos chicos que se juraban amor eterno desde aquel verano en que se conocieron. Pero mientras lo de ellos poco a poco se iba acabando, la cercanía entre Sol y Juan se hacía cada vez más fuerte y esa situación fastidiaba a Angie, la cual en silencio amaba a Juan, pero él solo la veía como su mejor amiga.

Arán se sentía tan confundido por las continuas peleas con Sol, que empezó a sentir algo por Antonella, quien muy lentamente iba entrando de nuevo en su corazón; mostrándole ese lado hermoso que desconocía de ella.
En el transcurso que estábamos juntos todo parecía demasiado forzado, como si ninguno de los dos supiera que es lo que quisiéramos.

Una amiga llamada Luna seguía nuestra historia de amor y lo escribía en su Blog, era una chica muy buena y risueña que se había hecho muy buena amiga nuestra y ello quizá era una razón por la que Arán y yo seguimos juntos, ya que no queríamos arruinar su blog dándole fin a nuestra “relación”; y eso que su blog tenía varios seguidores, pero al final todo parecía ya haber llegado hasta un punto donde ambos sabíamos perfectamente que si decidíamos continuar, nos haríamos mucho más daño del ya ocasionado. Así que preferimos terminar la relación por lo sano y en los mejores términos posibles, para así intentar rescatar al menos la bonita amistad que nos tenemos y poder guardar los bonitos recuerdos que pasamos juntos...

Fue entonces una tarde de otoño cuando le dijimos adiós a nuestro amor de verano y aquel árbol de mi casa, que fue nuestro pequeño lugar de amor, se quedó sin vida alguna al caer su última hoja al igual que así cayó nuestra promesa de amor.

 Conflictos de  otoño  "Nuestro Amor Supera Cualquier Adversidad "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora