Diversión para Laito 🔞 [Terminada.]

Parte 4... En la cocina...?

Su boca se hundió en mi cuello, enterró sus colmillos y me apretó contra él, inmediatamente de mis labios salió un gemido, comencé a sentir un leve roce entre mis piernas, cuando miré vi la mano de Laito tocando mis bragas, hacia pequeños movimientos circulares que me encantaban, sus manos pasaron a mi trasero, me levanto llevándome hacia la barra dándome un beso frenético, lleno de calidez y lujuria, colocó mis bragas hacia un lado y me tocó delicadamente con dos dedos e introdujo uno, mi espalda se arqueó y lo apreté de los hombros, me mordí el labio para tratar de ahogar mi sensación de placer, justo en ese momento lo escuché decir:

Laito- Déjalo salir pequeña zorra, quiero escucharte gemir, quiero escuchar que digas mi nombre...

Tn- Mmm... Laito no... No hagas eso... Estamos en la cocina...

Laito- Y que más da que estemos aquí? Quiero saborearte en todas partes... Y beber tu sangre que me excita tanto...

Vi como Laito bajaba hasta posicionar su rostro entre mis piernas, pasó su lengua lentamente en mi pierna derecha hasta que llegó a mi intimidad la cuál también lamió, hacia movimientos sutiles con su lengua, movimientos que provocaron que de mis labios saliera un fuerte gemido, por inercia me tape la boca con una mano y con la otra jale el cabello de Laito, pasaron unos cuantos segundos y yo me encontraba ya bastante agitada y excitada, realmente lo estaba disfrutando y quería más pero en mis pensamientos me contradecía, por qué permito que haga eso? No es correcto, no para mí y menos en el lugar donde estamos.
Mi cara se sonrojó, dirigí la vista hacia la entrada y para mí sorpresa se encontraba Kanato mirándonos, note que su rostro tenía una expresión de molestía, aparté la cabeza de Laito de mis piernas y baje mi falda, luego me llevé las manos al rostro por la vergüenza que sentía...

Kanato- En serio?

Tn- Kanato... Yo... Nosotros... Perdón, realmente lo siento... No quería...

Laito- Que pasa hermanito? Por qué esa cara?

Kanato- Si vas a tener el descaro de hacer eso en la cocina... Por lo menos comparte, no seas egoísta

Cuando escuché lo que acababa de decir Kanato quedé completamente en shock, cómo que compartiera? Pero que demonios les pasa a éstos chicos?...
En ese momento Laito habló:

Laito- Por eso estás molesto? Jajaja ay... Debiste decirlo antes, sabes que podemos divertirnos los tres y en éste momento me vendría de maravilla... Estoy muy excitado y no quiero quedar como aquella vez...

Laito giró su rostro hacia mí y sonrió de manera... Un tanto extraña, sus ojos tenían ese brillo pero no estaba molesto, me tomo por detrás de la cintura y lamió mi oído, entonces note como Kanato se acercaba con una sonrisa perturbadora

Kanato- Teddy y yo queremos divertirnos también, queremos jugar contigo...

Con Laito detrás mío Kanato se puso delante de mí, dejando a su Teddy en la mesa como si estuviese observandonos

Kanato- Bien... Se supone que antes de tomar tu sangre debo hacerte sentir bien cierto?...

Tn- Oigan... No, por qué hacen eso...? Detenganse por favor...

Levantando mi blusa hasta dejar ver mi sostén Kanato dio suaves besos por todo mi abdomen, provocando pequeñas contracciones en mi intimidad pues ya me encontraba bastante excitada con lo que había hecho Laito hacia unos minutos, fue subiendo poco a poco hasta llegar a uno de mis pechos e inmediatamente enterró sus colmillos en el. Aquella escena se miraba bastante erótica, tenía a Kanato lamiendo mis pezones y de vez en cuando enterrando sus colmillos en mis pechos o en mi abdomen mientras que tenía por detrás a Laito besando y lamiendo mi cuello mientras continuaba acariciando mi intimidad e introduciendo sus dedos, yo gemia cada vez más fuerte, tenía la sensación de querer algo dentro de mí, a decir verdad quería tener a Laito dentro de mí, de pronto Laito dijo:

Laito- Suficiente ya no puedo más, tengo que hacerte mía pequeña zorra... Kanato ya tuviste suficiente.

Kanato- Supongo que no me puedo quejar... Espero vuelvas a compartir...

Tomó su peluche y desapareció, Laito me cargo, de un abrir y cerrar de ojos estábamos en "mi habitación", me tiro en la cama y se dejó caer encima de mí, cuando enfoque su rostro estaba bastante sonrojado al igual que yo, se acercó a mi oído para decir:

Laito- Hoy te haré mía pequeña zorra y quiero que digas mi nombre...

Arrancó la falda que llevaba puesta y quitó mis bragas, no me di cuenta pero él ya no llevaba sus pantalones, se quitó el abrigo que llevaba y comenzó a desabrochar su camisa, mis manos actuaron automáticamente ayudándolo a quitarse la camisa más rápido, cuando ésta ya no estaba pasó a morder mi cuello succionando la sangre que salía, yo apreté los ojos pues esa mordida me había dolido más que las anteriores, cuando termino de saciar su sed de sangre lo escuché decir:

Laito- Bien mi pequeña zorra... Te has portado bastante bien, te mereces una recompensa

Justo en ese momento sentí algo caliente y palpitante en la entrada de mi intimidad, lo paseaba hacia delante y atrás provocando que yo soltara unos gemidos bastante elevados de tono, escuché como se reía en tono burlón, de mis labios salieron unas palabras que ni yo misma creía que estaba pronunciando:

Tn- Deja ya de jugar y entra en mí, quiero que entres en mí... quiero que me des duro...

Laito- Vaya, vaya... Así me gusta zorrita... Te daré lo que me pides, ahora di mi nombre

Introdujo su miembro en mí de manera un poco bruta pero lejos de dolerme causo un éxtasis para mí interior

Tn- Ahhh.... Laito sí... Mmm...

Con mis piernas rodeé su cadera y rasguñe su espalda, él comenzó a dar movimientos rítmicos que iban de adelante hacia atrás, las tres primeras envestidas fueron lentas pero firmes, entonces aceleró el ritmo

Tn- Mmm... Laito más, dame más... Ahhh...

Laito- Tu expresión me excita demasiado y tu voz... Gime más para mí!

Me giró bruscamente dejándome en 4 y las envestidas que dio a continuación fueron aún más profundas, rápidas y fuertes, yo apreté los puños agarrando las sábanas mientras sentía un placer inefable y gemía descontroladamente.
Luego de unos minutos así, logré llegar al orgasmo, sentí como Laito me giraba de nuevo y llevo sus colmillos a mi cuello nuevamente, succionó como si no hubiese un mañana

Tn- Laito... Que estás haciendo? Me duele

No hizo caso a mis palabras y yo empecé a sentirme mareada, intenté llamarlo de nuevo

Tn- Laito por favor, apartarte, me duele

Quise separarlo pero sólo se aferró más a mí, segundos después me desmayé.