Capítulo 14|Se fué.

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Giulliana

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Giulliana

Me miró y pasó de mi entrando como si esta fuera su casa, se veía bien, mucho mejor que yo al menos, Dante estaba parado en el umbral de la cocina observando la escena que tenía enfrente con las manos entre sus pantalón, su cabello estaba revuelto y estaba conteniendo la respiración, nadie decía nada.

— los dejo

Pase por su lado y solo me observó, cerré la mampara que dividia la cocina del comedor pero aun así podia oir sus voces aunque trataba de hacer oido sordo, era algo imposible

— Que haces aqui victoria

— Se te quedó tu billetera

— no era necesario que la trajeras hasta acá

— ¿Porque te molesta tanto verme aqui? Esta es tu casa y bueno... Nosotros

— nosotros nada Víctoria, somos amigos, te hago compañía pero nada mas

— tu sabes que eso no es asi Dante

Podia ver sus figuras a través de la mampara, ella se acercó y sin poder mirar nada mas me ocupé de la comida secando mis lágrimas a cada minuto, después de unos minutikslas voces ya no se escuchaban, solo sentí un portazo.

— Hola Giulliana — respiré profundo, sequé mis lágrimas y deje el cuchillo a un lado — espero no ser inoportuna

— No te preocupes Víctoria, como dijiste esta es casa de Dante y el sabe a quien admite en ella

— Asi es. — se sentó en un tabureque y sacó una fruta comiendola — Te ves mal hermana

— estoy bien, no te preocupes

— No me preocupo — dijo con desdén — solo te digo lo que veo y realmente te ves mal.

— ¿Que quieres Víctoria? — apagué la cocina y le presté atención

— Solo quería ver a mi novio

— ¿y que haces aqui conmigo entonces perdiendo tu tiempo?

— Conociendo mi futura casa, como sabes con Dante cada día estamos mas unidos... Siempre soñamos con casarnos, tener hijos... Era nuestro proyecto de vida antes que Ernesto, tu esposo, me secuestrara denuevo — sus palabras me dolían tanto, sabía que quería provocarme y lo estaba logrando

— No es mi esposo Vic

— lo es y es el padre de tu hijo... Ni siquiera se como pudiste tener un hijo de ese animal

— No hables de Ángel — dije enojada

— sabes que lo que digo es cierto, Dante acogió a tu hijo en un momento de debilidad, pero sabe perfectamente al igual que yo que el no es su hijo, pero no te preocupes porque yo si le daré un hijo, nuestro, que corra su sangre por sus venas, no un bastardo

Mi mano resonó en su cara y solo se tocó mirándome con odio, sentía mi corazon en la garganta de tan furiosa que estaba en estos momentos, no podia creer como hablaba asi... Y de mi hijo... Eso no se lo aguantaba a nadie

— Jamás vuelvas a hablar asi de mi hijo, Dante es su padre te guste o no. Tendrás que vivir con eso toda tu resentida vida, porque no sabes que mas hacer que tirar odio a todo el mundo, culpandonos a todos de tus desgracias... También sufrí, también fuí víctima de muchas humillaciones, aberraciones que te puedes imaginar, pero aun asi decidí seguir adelante por mi bien y por el de mi hijo, decidí vivir y dejar el pasado por mucho que me cueste. Deberías hacer lo mismo. — estaba casi gritándole,pero ya no podía más.  — Eres una resentida Víctoria, eres mala de adentro y ahí tienes a Dante, tienes lo que querias y a mi dejame en paz.

Salí de alli hasta mi cuarto dejándola sola. Ya no intentaría persuadirla de llevarnos bien, porque era imposible y simplemente estaba agotada.

Cerré de golpe y la cartera tras la puerta cayó y al levantarla pude ver la tarjeta de la organizadora de bodas en el piso y recordé la oferta que me dijo ese día. Esa era mi oportunidad, podría tener un trabajo y asi poder irme de este lugar, empezar de cero junto a mi hijo.

Le envié un mensaje y quedamos de vernos mañana a primera hora para conversar en el cafe de siempre. Debía de una vez por todas seguir adelante por mi hijo y por mi misma.



Me metí a la ducha,necesitaba tranquilizarme luego de la discusión con Vic, al salir al dormitorio estaba Dante sentado en la cama me quedé ahí parada esperando que tenia que decir pero no hablaba.

— Buscaré un lugar donde vivir — me observó con el ceño fruncido — Esta no es mi casa y es muy incomodo estar aqui

— Esta casa es tuya, la compré para ti y nuestro hijo. No tienes que irte

— No puedo hacer esto Dante  — Respiraba hondo una y otra vez para no llorar — No puedo estar aquí mientras tu estas con mi hermana.

— No estamos juntos — aclaró rápidamente parándose frente a mi — Le hago compañía, como... Amigos, siento que asi puedo pagar de alguna manera lo que sufrió.

— ella no lo ve de esa manera y en todo caso esta bien que ustedes esten juntos y yo no volveré a hacerla sufrir. Es mejor alejarnos y estar cerca solo lo necesario por Ángel.

— No Giu porfavor — sus manos tocaron mis brazos desnudos, sentí escalofríos inmediatamente y cerré mis ojos por unos segundos — No te alejes — Su respiración estaba cada vez más cerca hasta que sentí su boca sobre los mía, todo se detuvo a mi alrededor, el mundo dejó de girar y solo sentía el sonido de nuestros labios, me alejé casi en cámara lenta y afirme mi rostro en su pecho, sentía su corazón latiendo a mil por hora al igual que el mío.

—  debemos alejarnos no quiero seguir sufriendo ni menos hacerle daño a mi hermana... No quiero seguir lastimandome, deseo ser feliz, merezco ser feliz y contigo aqui... Sabiendo que estas con ella... Solo me hace daño...

—  Jamás he querido dañarte... Quiero que seas Feliz y si no es a mi lado esta bien, lo aceptaré... — Sus ojos me demostraban que estaba a punto de llorar al igual que yo, besó mi cabeza y se alejó a la puerta sin mirar atrás deteniéndose por unos segundos — No tienes que irte, esta es tu casa Giu y de mi hijo. — Cerró la puerta y a los minutos sentí los neumáticos derrapar hasta alejarse completamente... Se fué... Se a ido.

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