Otros espacios

7.4K 630 772
                                    

Dos apartados antes de empezar:

1-Este capitulo es parte del MARATÓN NOCTURNO que estoy haciendo esta noche actualizando todas mis historias activas (o al menos eso intentaré)

2-En este capitulo narra otra vez Kenny y en el siguiente lo hará Butters, esto lo hago para mantener el hilo de la trama aunque afecte la dinámica narrativa de este fic. 

...

Desde que le dije a Butters que dejáramos de vernos como Marjorine he empezado a aceptar mi bisexualidad, si, lo admito, este amante de las tetas definitivamente le gusta también las salchichas... al menos si la de Leo por ahora.

Pero eso no quita que me siguen gustando las chicas por lo que en el momento en que Red Tucker vino hacia mi con ojos de cachorro supe que era hora de repartir amor por otros sitios.

Si, sé que para muchos será rastrero de mi parte ya que llevo semanas acostándome solo con él pero nunca firmé nada que me sentenciara a una sola persona y él lo sabe perfectamente, estoy seguro que lo entenderá pues al igual que yo, él lleva su sexualidad con mucha libertad, ambos solo somos amigos con beneficios.

Entonces... ¿porque me siento tan mal?

Desde el momento en que llegué a mi casa y comencé a desvestir a esta linda pelirroja caliente he sentido un nudo en el estomago, como si algo estuviera mal pero no identifico que es, al parecer ella se da cuenta de mis pensamientos de duda al ver mi expresión mientras está a media mamada.

—¿Que pasa Ken?¿No lo estoy haciendo bien?—Esas palabras me traen recuerdos de Butters vestido como chica, con esa mirada de "¿como te gusta?" que me da siempre, eso hace que mi pene se mueva un poco mas.

—Claro que no, lo haces excelente—Me relamo los labios y ella parece satisfecha con mi respuesta por lo que prosigue, yo pongo mi cabeza hacia atrás simulando que me gusta demasiado pero no es así, lo estoy disfrutando pero la imagen de ese rubio me tiene inundado.

La acción empieza y los juegos preliminares terminan, ver su vagina me parece linda pero no es tan atractiva como la entrada que he visitado este ultimo tiempo, a pesar de mis pensamientos me pongo en condón y continuo con mi tarea.

Rindo como siempre pero en mi cabeza solo hay imágenes de todas las locuras que he hecho con Butters o Marjorine, o como sea. Lo hemos hecho en un campo con vacas, lo hemos hecho detrás de unos contenedores de basura, ¡incluso grabamos un vídeo sexual!, esas experiencias definitivamente han sido mas emocionantes que solo estar aquí y ver a esta chica debajo mio revolcarse sin hacer nada. Ahora que me doy cuenta las chicas con las que he estado no tocan mucho, simplemente están ahí debajo mio esperando que yo haga todo el trabajo, pero con ese rubio la creatividad nos basta y sobra, siempre es él el de las iniciativas, no yo. Eso me gusta.

Ella termina, yo también un poco después. Nos acostamos en mi cama y me pide un cigarrillo así que se lo doy. Platicamos. Eso es todo.

Reflexiono lo que acabo de hacer y solo puedo identificar dos cosas: culpa y disgusto. Lo primero no entiendo porqué si no tengo nada real con Butters y él lo sabe, es mas si en algún momento quisiera estar con alguien mas no me importaría, es su vida. Pero de lo segundo si me preocupo, tal vez estoy demasiado acostumbrado a hacerlo con un chico que estoy empezando a perderle la practica con las chicas, debo volver a mis viejas andanzas y contrarrestar eso.

Red se levanta y comienza a mirar toda mi habitación, yo se lo permito mientras sigo reflexionando mis conflictos internos. En un momento ella va a mi maltrecho closet y saca una camisa que me regaló Stan pero que solo utilizo en momentos especiales. Ella se la pone y le queda grande, la miro pero aunque se ve sexy no me produce la lujuria que me produce los sexys atuendos que usa Marjorine en las revistas.

¿Como se vería con una camisa mía?

Ese pensamiento se sintió cálido en mi pecho, sonrió y ella me sonríe seguramente pensado que es por su atrevimiento, ella se acerca a mi para besarme y yo la reviso sin muchas ganas, de pronto alguien toca la puerta y celebro de que hallamos sido interrumpidos, no tengo ánimos para una segunda ronda.

Raro de mi, la verdad.

Me pongo mis pantalones naranjas y salgo de mi cuarto para abrir la puerta, estoy a punto de poner cara de fastidio a quien sea que llegara pero cuando abro la puerta solo luzco horror en mis ojos.

Era él.

—Hola Butters—Digo mientras controlo mis nervios, la ansiedad de pensar que Red salga de mi cuarto se apodera de mi cuerpo, tensandome, pero sonrío igualmente.—¿Que te trae a la casa de los pobres?—Él da una leve risa.

— E-el otro día dejaste esto en mi casa—Me da una de las revistas gay que compré donde sé que sale Marjorine—Se te cayó de la mochila por un agujero, supongo—Mis mejillas se tiñen por la vergüenza de ser descubierto, estaba a punto de agradecer cuando sentí una mano en mi hombro desde atrás.

Fue como un balde de agua fría en mi cuerpo.

—Hola Leo, lo siento pero Ken se encuentra ocupado conmigo asi que no puede salir a jugar—Comentó Red juguetonamente mientras se inclinaba mas en mi, pero yo estaba petrificado observando la expresión de Butters. 

No había nada.

No había lujuria, no había inocencia, no había nada mas que unos ojos vacíos que observaban a esa chica.

—Ya veo, mis disculpas por molestar—Dio media vuelta y se alejó sin decir nada mas.

—Buttercup yo...—Intenté explicar pero luego caí en cuenta de que no tenia porqué, yo podía acostarme con quien quisiera y él también. No eramos nada.

Pero aun así sentía un dolor intenso desgarrando mi pecho.

Esa sensación no era igual a nada que me haya matado antes, era un dolor que no cedía ni aunque me desangrara, sentía que acababa de cometer el peor de los pecados y ni aunque salvara el mundo nuevamente entregando mi alma o jugara el la psp para acabar con el ejercito del diablo me permitirían entrar al cielo.

—Bueno, volvamos con la diversión—Me susurró la pelirroja en el oído y luego mordió levemente el lóbulo de mi oreja, yo miré la revista de mi mano y la puse contra mi pecho.

—No gracias, estoy cansado—La expresión de ella fue de decepción pero igual se vistió y se fue, dejando la camisa en mi cama. La miré con desprecio para luego tomarla, llevarla al patio trasero y prenderle fuego hasta los cimientos. No sé bien porque lo hice pero una parte de mi sabia...

Que era forma de castigarme

...

Esto ya lo tenia planeado hace un tiempo pero me di cuenta que soy pendeja y no calculé que le tocaba narrar a Butters, pero mandé al carajo la dinámica esta vez para que quedara mas chido cronológicamente hablando. El siguiente cap si es desde la perspectiva de Butters.

Todo por una revista gay|BunnyWhere stories live. Discover now